jueves, 29 de diciembre de 2011

Las Aventuras de Tintin ***

(The Adventures of Tintin, EUA/Nueva Zelanda, 2011) Clasificación 'A' (EUA: PG)
****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Pinpón es un muñeco
Muy grande de cartón
Se lava su carita
Con agua y con jabón

Se desenreda el pelo
Con peine de marfil
Y aunque se de estirones
No llora ni hace así...

Tintin es un monito llevado del mundo del cómic al mundo del cine, para vivir una aventura tras otra, sin descanso y, aunque lo golpeen, le roben la casa, le maten a alguien en sus narices, hombre, aunque se de estirones de pelo, no llora ni hace así...

A estas alturas ya es bastante conocido cómo Steven Spielberg llegó a Tintin y viceversa: con el estreno de Los Cazadores del Arca Perdida, en 1981 y la presentación al mundo de Indiana Jones, algún crítico francés hizo la comparación con la tira cómica belga, famosa en toda Europa, del joven reportero trotamundos adicto a las aventuras. Spielberg compró los libros, luego los derechos para el cine y aquí está el resultado, treinta años después. La idea de Spielberg, de una manera simple: Tintin es una especie de Indiana Jones para niños.

Efectivamente, el recrear en la pantalla grande estas historias originalmente publicadas en periódicos europeos a lo largo del siglo XX, parece un proyecto natural para Spielberg. De la mano de Peter Jackson, el resultado visual deja con la boca abierta. Todo lo que Jackson ha aprendido y perfeccionado en cuanto a crear personajes dibujados por computadora y animados por captura de movimiento es puesto aquí de manera excepcional al servicio de la historia. Las secuencias de acción son Spielberg puro. Ahí no hay queja. El resto de la película, en cuanto a imágenes, deja también con la boca abierta. Pero la historia...

Desconozco la tira cómica de Tintin, así que no podría decir si el concepto de Spielberg ("Indiana Jones para niños") es correcto. Es cierto, Tintin va de aventura en aventura y lugar exótico en lugar exótico al modo de Indy, exhibiendo en cada paso una pasmosa habilidad para salir airoso de cuanto obstáculo se le pone enfrente. Puedo ver el parecido entre ambos personajes. Excepto que, por lo visto en Las Aventuras de Tintin, lo único que motiva a este muchachito rubio de copete parado es, precisamente, el gusto por la aventura.

Diga usted, rápidamente, qué motiva a Indiana Jones: el deseo de hacer el bien y el sentido de la justicia. Claro, en las películas vemos cómo se deja llevar por su amor a la Arqueología y a veces por recompensas monetarias, pero nunca ha tardado en relucir su verdadera motivación. He ahí la diferencia entre ambos personajes. No veo en Tintin un deseo superior a tener una buena corretiza. Y sin eso, no me veo esperando ansiosamente una secuela tras otra.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Los Increíbles ***1/2

Hace 7 años escribí lo siguiente sobre el estreno de Los Increíbles, dirigida por Brad Bird, quien acaba de estrenar la que aparentemente es la mejor entrega de la serie Misión Imposible.

(The Incredibles, EUA 2004) Clasificación ‘A’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala


Nunca se me hubiera ocurrido, mientras veía cada una de las películas de Bond, James Bond, con toda su exagerada acción, sus melodramáticos enfrentamientos entre el héroe y el megalómano del día, sus exóticas y bellas mujeres en deslumbrantes y fantásticos escenarios, que en medio podría haber una historia rescatable y un mensaje valioso para el público. No me malinterprete, he disfrutado de las veinte películas de Bond como el que más, pero nunca he visto ni buscado en ellas más que lo que son: caricaturas de acción viva para adolescentes y adultos. Aparentemente a Brad Bird, guionista y director, sí se le ocurrió y el resultado es, en parte, Los Increíbles, la nueva película de Pixar.

Qué manera la de Pixar de hilar un éxito tras otro en películas animadas. Considere usted sus producciones para la casa Disney: el díptico Toy Story 1 y 2, donde se explora el valor de la amistad y los conflictos del crecimiento personal; Bichos, una especie de Los Siete Magníficos del mundo entomológico; Monsters, Inc. y su ingeniosa industrialización del Coco y anexas y Buscando a Nemo, el emotivo cuento que retrata la continua angustia de ser padre. La lista no tiene desperdicio y ahora, con Los Increíbles y a punto de dejar el consorcio Disney, Pixar se reafirma como el mejor estudio cinematográfico de animación y muy probablemente en general, con sólo buenas películas y ningún churro en su haber.

Brad Bird toma de dos fuentes más o menos conocidas para montar una historia de valores familiares y de defensa de la individualidad. La primera es la serie de Bond y la segunda es el mundo de los superhéroes, específicamente los Hombres X de Marvel Comics, con su premisa de que el sobresalir es algo indeseable y hasta condenable. Mr. Increíble es el más famoso superhéroe del país y su lucha contra el mal es legendaria y seguida con admiración por el ciudadano común. Junto a él, otros superhéroes combaten el crimen, colaborando con las autoridades. La Chica Elástica es una de ellas y tiene un lugar especial en el corazón de Mr. Increíble. Pero las envidias y los malos entendidos llevan al gobierno a prohibir la actividad de estos superdotados. Así, Mr. Increíble y la Chica Elástica se convierten en Bob y Helen Parr y ahora se dedican, él, a un trabajo de escritorio en una compañía de seguros y ella, a cuidar de su casa y los tres hijos de ambos, la adolescente Violet, el hiperactivo niño Dash y el bebé Jack. Los dos mayores también han desarrollado superpoderes pero sus padres, obedeciendo, deben remachar en sus hijos el esconder sus propias habilidades especiales y comportarse como la gente normal. Una vida muy difícil para Bob Parr: su necesidad de ser congruente con su verdadera identidad es mucha y el ser un hombre promedio es tan desalentador como la reflexión de que promedio es sinónimo de mediocre.

En este punto, Brad Bird hace que Mr. Increíble y la Chica Elástica vuelvan a las andadas, sirviéndose del elemento Bond, en que un villano trata de apoderarse del mundo y “alguien” debe detenerlo. El formato Bond se sigue al pie de la letra, incluyendo al entrañable Q, el maduro agente dedicado a diseñar los excéntricos artefactos para Bond en cada una de sus aventuras. En Los Increíbles, Q tiene la forma de Edna Moda, una modista enana y de mal carácter, que se las sabe de todas todas en lo que a trajes de superhéroes se refiere. La diferencia que Bird encuentra en esta fórmula es que el villano personifica, precisamente, esa mediocridad que les ha sido forzada a los miembros de la familia Increíble. Sus planes para apoderarse del mundo se basan únicamente en mantener el promedio para facilitarse el ser sobresaliente.

La película anterior de Bird, El Gigante de Hierro (EUA, 1999), también exploraba el tema. Lamentablemente nos es más fácil ser iguales, promedio, que sobresalir desarrollando nuestras capacidades. Ambas cintas, dirigidas a los niños pero con un mensaje necesario para los adultos de nuestra sociedad actual, serían excelentes regalos de Navidad para nuestra conciencia.
(Publicada originalmente el 26 de Diciembre de 2004, en La Voz de la Frontera.)

lunes, 24 de octubre de 2011

Johnny English *

Ocho años después del estreno de la primera aventura fílmica de esta parodia televisiva del 007, inexplicablemente se estrena una secuela. No cabe duda, hay gente para todo. En aquel entonces me pagaron por verla, esa fue mi disculpa. Va mi reseña de aquella primera... cosa.

(Reino Unido 2003) Clasificación ‘A’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala


Inútil parodia de James Bond, con un desperdiciado Rowan Atkinson, mejor conocido por Mr. Bean, al frente como un inepto agente al Servicio Secreto de Su Majestad. Después de Austin Powers y las varias copias y parodias de Bond estrenadas el año pasado, Johnny English resulta poco original y mucho menos graciosa que sus predecesoras.

Con un prometedor prólogo que imita a los de la serie del 007, rematado aquí con un tranquilo chiste digno de Mr. Bean, Johnny English continúa haciendo sonreír al pasar al número musical a cargo de un artista internacional, en este caso Robbie Williams interpretando una canción modelada completamente en lo mejor de Bond. Desafortunadamente el gusto dura muy poco y en menos de diez minutos la comedia va cuesta abajo en su rodada y las ilusiones pasadas ya no las puede arrancar. Si a usted le tocó ver los cortos que anunciaban la película y se rió con los chistes que se incluían, le puedo decir que ya vio lo mejor de la cinta. Si no, tendrá que esperar escena tras escena de fallidos esfuerzos por hacer reír al respetable, a costa de predecibles situaciones, cansadas unas y ofensivas otras, como en la que Johnny English se escabulle adentro del castillo del villano usando un tubo de drenaje, para aparecer instantes después completamente cubierto en la porquería que un grupo de robustos hombres acaba de depositar en las letrinas justo frente a nuestros ojos. Si eso es comedia para usted, adelante.

Johnnhy English tiene sus puntos buenos. La bella cantante, si bien mala actriz, Natalie Imbruglia hace las veces de la chica Bond, digo English, y su presencia ilumina cada escena, aunque, pensándolo bien, junto al feo Atkinson eso no es una gran proeza. John Malkovich se gana la papa como el megalómano del día y la historia escrita por Neal Purvis y Robert Wade, quienes colaboraron exitosamente en las dos más recientes aventuras del verdadero 007, podría funcionar fácilmente en esa serie. El mismo Rowan Atkinson, que también tiene su pasado jamesbondesco al servir de patiño a Sean Connery en Nunca digas nunca jamás, logra algunos momentos genuinamente graciosos como Johnny English. Pero en una comedia, algunos momentos no hacen el todo. Y los cortos nos prometían todo.

domingo, 9 de octubre de 2011

¡Asústame, subnormal! /II: A bug's... life?

Hace rato mi hijo entró corriendo a la casa, asustado. "¡Una cucaracha!", dijo apenas, sin aliento. Empecé a decir que no hay por qué temer a los bichos, cuando de pronto... ¡Déjà vu! Claro que ya lo había vivido antes, o mejor dicho, visto antes.

Hace tres años en un festival de cortometrajes, "Ya no puede caminar", de Luiso Berdejo (2001) me provocó escalofríos y risas. Gran combinación en una película "de sustos" (Ripstein dixit). Mi reseña, abajo del corto:

Ya no puede caminar por confidencial

(Republico mis impresiones originales, hace tres años.)
¿Cómo se le pierde el miedo a los bichos? Enfrentándolos, por supuesto. Cuando Pacheco, un mocoso miedoso aprende a enfrentar sus miedos, el cielo (o mejor dicho, el suelo) no es el límite. Pobre de la niña que se le atraviese. Justo cuando el previsible desenlace llega, una perfecta entrega final por parte del pequeño Junio Valverde, quien intepreta a Pacheco, logra un fenomenal punch line.

viernes, 30 de septiembre de 2011

¡Asústame, subnormal! /I:¿Un tamalito?

Bueno, ya lo dijo Arturo Ripstein: es subnormal gustar de películas de sustos (aquí el mitote).

Yo ya sospechaba que a mi normalidad le faltaba un prefijo, y ahora que Don Arturo me ha abierto los ojos, anuncio que, para festejarlo, me daré vuelo este mes de octubre con puras de sustos, que reseñaré aquí mero.

La primera entrega es cortesía de Sergio Tello, de quien hemos disfrutado en el pasado su blog y ahora nos entrega su segunda película de sustos (más adelante comentaré la primera), el cortometraje T is for Tamales. Sergio y su codirector, Lex Ortega, presentan su historia (escrita por el propio Sergio, basado en un caso real -del ALARMA!, nada menos) de manera directa, sin rodeos y con tal gusto por la cocina, que me hacen pensar que la siguiente, a falta de tamales, bien podría titularse: M es para Moronga.

Si les gusta la película, no se olviden de votar en la misma página, ya que Sergio y Lex buscan ser elegidos como el director número 26 de la muestra The ABCs of Death, de Drafthouse Films. Un corto para cada letra del alfabeto; todas asignadas a directores como Nacho Vigalondo (¿ya vieron Los Cronocrímenes?), la T quedó abierta a concurso y a votación por el público.

Así que a darse gusto con los sustos. A menos que usted sea Ripstein, claro.

T IS FOR TAMALES from LSD AUDIO on Vimeo.

lunes, 22 de agosto de 2011

Súper 8 **1/2

(Super 8, EUA 2011) Clasificación México 'B', EUA 'PG-13'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

J.J. Abrams, no contento con encandilarnos y manchar toda la pantalla en su entretenida versión de Star Trek, ahora va, con la bendición de su productor, Spielberg, por su versión de E.T., igualmente con focos dirigidos a la cámara para conseguir su fetiche visual: lamparear al respetable.

Las disertaciones acerca de cómo Súper 8 parece una película perdida de Spielberg las encuentra usted por toda la red, en general admirando el resultado. A mí me entretuvo hasta el punto en que cada escena me empezó a gritar '¡Spielberg pudo haberme hecho!' Pues sí, pero no lo hizo. ¿O sí?

Ya aburrido durante el último tercio, para mí el verdadero valor de Super 8 está en hacernos sentir que la película que vemos al final, durante los créditos, realmente está hecha por los niños. Ahí, ya hasta cierto punto molesto de tanta imitación, carcajeándome con las ocurrencias 'de los niños' en 'su' película fotografiada en Súper 8 es donde me dí cuenta que tanto refrito a Spielberg rindió sus frutos. Claro que la hubieran podido mostrar una media hora antes...

lunes, 15 de agosto de 2011

¿A dónde va Disney?/V: De dónde... El Rey León **** (3D*)

Continúa la miniserie sobre Disney, donde hago una retrospectiva de los estrenos cinematográficos animados de esta legendaria casa en lo que va del siglo XXI. Aunque en esta ocasión aprovecho el reestreno en cine de una de sus últimas grandes películas... hecha en el siglo XX.

(The Lion King, EUA 1994) Clasificación ‘AA’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

¿Dónde están los sueños de grandeza de la casa Disney? Esta semana, curiosamente, tenemos en cartelera el reestreno de El Rey León, la excepcional cinta de 1994 (sin reediciones, aunque reimpresa y proyectada esta vez con inútiles efectos estereoscópicos) mientras que en las salas de cine vecinas se nos ofrece Cars 2, la más pobre propuesta no sólo de la historia de Pixar, sino tal vez también de la propia Disney.

El robo de estrenarla en 3D va más allá de lo monetario, ya de por sí insultante. Es un escupitajo, si no a los dibujantes y animadores originales que trabajaron para crear la ilusión de vida y profundidad en una pantalla plana, sí a quienes habíamos apreciado y hecho nuestra dicha ilusión hace 17 años. Qué necesidad de hacernos concientes de cosas como el interior de la boca de los personajes o el pastito de la sabana más enfrentito, recortando digitalmente y superimponiendo elementos varios usando la estereoscopía y restándole, de paso, brillantez a los colores por la necesidad de usar los lentes polarizados. Esta presentación "especial", junto con el bodrio Cars 2, me hace temer por el futuro de Disney Animation Studios.

La presentación en ese falso y mal llamado "3D" (figuritas planas recortadas y puestas una frente a la otra, carentes de todo volumen) es un robo al derecho, a una nueva generación, de experimentar una película como fue concebida por el estudio originalmente: una gran obra por su historia, personajes y canciones, una mejor obra aún por su dibujo, sus colores, su animación, sin la distracción de efectos estereoscópicos ni de los lentes (molestos para quienes no usamos gafas y seguramente más molestos para quienes sí usan lentes por prescripción).

Durante la proyección de esta "presentación especial en 3D", a los créditos finales originales siguen los créditos de la postproducción estereoscópica, encabezados por John Lasseter, Jefe Creativo de Disney Animation Studios desde 2006 (además de Pixar, claro). Mire, no tomé el tiempo pero mi impresión es que la lista de nombres de quienes trabajaron en esta innecesaria postproducción es más larga que la lista de quienes originalmente crearon El Rey León. Mi opinión, en resumen: una grosería y un desperdicio. Lasseter debería dejar en paz lo hecho excelentemente por sus antecesores y dedicarse a crear nuevos productos que igualen o excedan ese nivel de excelencia. Lo ha hecho consistentemente en Pixar (bueno, hasta Cars 2) pero en sus cinco años al frente del estudio de animación más antiguo y exitoso de la historia, sus mejores ocurrencias parecen ser... meterse con lo ya hecho.

Citando al ave Zazú, el mayordomo de Mufasa, cuando el desconsiderado Simba grita que no puede esperar a ser Rey: si para allá va la monarquía, yo no voy.

jueves, 11 de agosto de 2011

Las destruibuidoras de cine/VIII: Por qué me quité del vicio II

Pues sí: las destruibuidoras de cine en México siguen en lo mismo y ranchos como el mío sufrimos las pobres carteleras que cada año están peor. Simplemente hay que ver que hace un año, a principios de Junio, había visto en cine apenas 18 películas.
En 2011, a principios de Agosto, he visto... 19 películas en el cine. Dos meses después que el año pasado, sólo una película más.

Y sin mayor preámbulo, va la lista de lo visto durante 2011, con comentarios rápidos, antes de reanudar mis artículos para mis tres amables lectores y para mí (por supuesto, sigo siendo mi más ferviente lector). Gracias por su visita.

1. The Green Hornet *. ¿Un Film de Michel Gondry? Que se lo crea su abuela. Aburrido, sin imágenes, historia ni personajes interesantes. Fotografiado y editado con las patas. El chino que hace de Kato da la impresión de no saber qué está diciendo ni qué le están diciendo en todo momento. Las escenas de Christoph Waltz parecen reducidas en tiempo a la hora de la edición final. Las de Rogen, alargadas de más. Un fraude.

2. Los Ojos de Julia. * Un pésimo empleo de cliché tras cliché tras cliché en un absurdo intento de trama de suspenso. La única propuesta interesante es el no mostrar los rostros de los personajes que no puede ver la protagonista.

3. The Rite. *** Entretenido drama de crecimiento personal, aderezado por el exorcista Anthony Hopkins y la breve aparición de Rutger Hauer.

4. Love and other drugs. ** Convencional comedia romántica/melodrama/sátira de vendedores de medicinas. Se salva porque cada cinco minutos sale Anne Hathaway bichi y/o teniendo sexo apasionado.

5. Presunto Culpable. **** El tema, la justicia mexicana, es vergonzoso. La película, emocionante. La conclusión, aterradora. En este país no sabemos dónde estamos parados ni parece interesarnos mucho.

6. Black Swan. * Tanto relajo pa' que se muera una pinche loca.

7. True Grit. **** Excelente película de vaqueros con todas las de la ley, que deja de lado el revisionismo de los últimos tiempos y se va por la fórmula clásica. Aún mejor: escrita y dirigida por los hermanos Coen, que entregan una pieza totalmente de género pero con diálogos a la Coen... fieles a la novela (dicen los que la leyeron). Quién dice que no se puede.

8. Mars needs moms. ** Y esta película necesita un mejor guión (vertiginosa caída tras vertiginosa caída). Y Robert Zemeckis necesita dejar su juguete digital. YA.

9. The King's speech. **** Conmovedor drama de crecimiento personal y amistad de pareja dispareja, espléndidamente actuado por sus tres principales.

10. Nowhere Boy. *** Prehistoria de los Beatles, que vence la tentación de salpicar de referencias gratuitas al posterior trabajo de los cuatro de Liverpool. Simplemente es la historia de un joven con terribles episodios en su primera infancia y en su adolescencia, que sueña con ser como Elvis Presley. El que se llame John Lennon, para los fines de la película, resulta secundario. Y no.

11. Rango.***1/2 Gran comedia de vaqueros con todas las de la ley, en el espíritu de Blazing Saddles, sin tanta irreverencia y vulgaridad. Una gran historia y una delicia visual.

12. Gnomeo and Juliet. * Toy Story con adornos de jardín en lugar de juguetes. No consigue, por lo mismo, identificación con los personajes, por lo que recurre a Romeo y Julieta como excusa para contar la historia. Buenas puntadas (el flamingo de plástico, sobre todo) y más o menos buen uso de canciones conocidas de Elton John, pero aburren las extendidas escenas de acción.

13. You will meet a tall dark stranger.*** Relaciones matrimoniales vistas a través del agudo pero ligero ojo de Allen. Todas las acciones tienen consecuencias, así que hay que aceptarlas. O disfrutarlas.

14. Río. ** El doblaje mexicano echó a perder una película que de otro modo hubiera sido una comedia animada indolora, con dos o tres buenas secuencias. Ya olvidé.

15. Thor.**1/2 Escenas de acción confusas y aburridas, un diseño de producción poco imaginativo y en general una falta de sensación de grandeza. Por otro lado, las escenas en Nuevo México, con Natalie Portman, Kat Denkins y Stellan Skarsgard resultan muy divertidas y desde temprano se advierte que la historia de Loki es mucho más interesante que la de Thor. Voto por una película que se llame Loki.

16. Limitless. ** Intrigante premisa desarrollada inicialmente de manera muy divertida: qué pasaría si de repente pudieras usar el 100% de tu cerebro. Lamentablemente la película se limita a meter al protagonista en una convencional historia de corretizas y suspenso. Lo bueno, Bradley Cooper por fin tiene una justificación para esa mueca de "sé algo que tú no..."

17. Kung Fu Panda 2. *** Más bonita de ver, más emotiva por la historia del padre del panda y un poco menos graciosa que la primera. Fuera del panda y la tigresa, los demás personajes dicen una o dos líneas en toda la película.

18. Source Code. ***1/2 De lo mejor en lo que va de 2011. Suspenso a la Hitchcock en una trama de ciencia ficción + heroísmo y sentido del deber a todo lo que da + más una carga emocional genuina.

19. Cars 2. * Pa' qué la ví. Normalmente le hago caso a los críticos pero esta vez pensé que se estaban ensañando con Pixar por no hacer una película al nivel de sus otras obras. No exageraban: es mala.

jueves, 5 de mayo de 2011

Thor **1/2

(EUA, 2011) Clasificación México 'A', EUA 'PG-13'http://www.blogger.com/img/blank.gif
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Acabando de ver Thor, leí la correspondiente reseña de Ernesto Diezmartínez y opiné sobre la película y sobre la reseña. Llámeme flojo; transcribo a continuación mi comentario. Por supuesto, la verdadera reseña, por Diezmartínez, la encuentra usted aquí, junto con el resto de los comentarios de sus lectores y compañeros de discusión cinéfila.

En tu minireseña primera (la de "sé lo que viste el fin...") decías que Portman sale ganándose la papa y ahora, que Stellan Skarsgard sólo cobra su cheque.

La acabo de ver y creo que, para aparecer ambos un buen trecho del metraje en pantalla con personajes que no lo son y que en realidad no hacen nada (ninguno de los dos), se necesitan verdaderos buenos actores. Y si de paso uno es el simpático Skarsgard, favorito de varios de nosotros tus lectores y la otra es tan hermosa como Portman y Branagh nos regala varios close-ups para demostrarlo, entonces que se sigan ganado la papa y cobrando el cheque. Ya quisiera George Lucas que Portman hubiera mostrado por el papá de Luke Skywalker la mitad de la emoción exhibida aquí por el papá de Kirk.

En mi opinión, este tipo de trabajo es más meritorio para Portman que lo visto en El Cisne Negro, donde hacer de loca es lo más cuichi. A mí no me hubiera salido tan bien estar siempre en la baba y Thor me hubiera mandado a la goma en el primer minuto (en el papel de Skarsgard, no vayas a creer).

Por otro lado, qué decepción de Branagh en una película de acción. Y peor al leer los créditos finales: la segunda unidad fue dirigida por Vic Armstrong. Ya lo dijiste: peleas aburridas y yo agrego mal coreografiadas para la pantalla. ¿Qué le pasó (a Vic)?

Algunas notas finales:
1) Será el sereno, pero Nuevo México se parece sospechosamente a la Laguna Salada, en Baja California...
2) Qué poca imaginación para el diseño de producción, especialmente lo dibujado por computadora (el chinche puente de arcoiris parece adorno setentero de plástico y foquitos de colores, como los que mi tía la hippie ponía en su cuarto).
3) Lo mejor de la película, Tom Hiddleston como Loki, el hermano de Thor. Aparte de las escenas en Nuevo México (La Salada... a mí no me la pegan), cada vez que aparece Loki en pantalla la película se vuelve interesante. De hecho, creo que volveré a esta historia más adelante (y que conste, nunca he leído el cómic).
4) Sólo dos mujeres llaman la atención como tales en la película: Natalie Portman como el interés terrenal de Thor y Jaimie Alexander como su amiga mitológica incondicional. No pido más en una pantalla de cine.

sábado, 30 de abril de 2011

Río **

(EUA, 2011) Clasificación México 'AA', EUA 'G'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Esta reseña es sobre la versión doblada al Español para México.

Fui a ver Río, doblada al Español. Ví una película y oí otra. La que ví, buena. La que oí, mala. Supongo que el promedio es una película regular.

Carlos Saldanha, el creador de la trilogía La Era del Hielo (de las cuales la primera es un hilarante y conmovedor cuento, la segunda es un bodrio y la tercera es una desternillante fumada; la mejor de las tres, sin duda), finalmente hace su carta de amor a su natal Brasil, en esta sencilla historia que combina al pez (o debería decir, guacamaya) fuera del agua con la clásica historia del regreso a las raíces, mostrando un mundo nuevo, a través de los ojos de dos estadounidenses: la transplantada guacamaya azul protagonista y su dueña, una güerita de Minnesota que viaja por primera vez fuera de su país y a Río de Janeiro, nada menos, para terminar ambos enamorados de la vida carioca, selva, playas, samba y favelas incluidas.

Mire usted, de lo visual no tengo queja. La selva amazónica, las distintas aves que aparecen, el propio Río de Janeiro, son presentados por Saldanha con una estilización y una explosión de color que por momentos quita el aliento. Esas (literales) vistas a ojo de pájaro de Río de Janeiro, esa secuencia musical inicial en la selva y en general esos detalles en la animación de los movimientos de los pájaros de caricatura bien valen el boleto.

Por otro lado, supongo que los altos ejecutivos de 20th Century Fox le creyeron sin averiguar más al genio de la mercadotecnia mexicana que decidió traducir todos los diálogos, no al Español, sino al Mexicano para el doblaje en nuestro país. O, mejor dicho, al Mexicano del centro del país. Chilango, si usted quiere.

Así, ahora resulta que la gente (y las mascotas) de Minnesota hablan igual que los brasileños, sean científicos, policías, malvivientes o chamacos de barrio bajo. O bien, sean pájaros cariocas. Y no crea que digo que hablan Español, lo cual no tendría nada de raro en una película doblada a nuestro idioma. No, lo que quiero decir es que, en esta película, todos, TODOS los personajes usan expresiones como "no manches" cuando quieren decir, supongo, "no bromees". O "a todas márgaras" cuando quieren decir que algo "está muy bien". O bien, "te voy a partir tu mandarina" cuando quieren decir "te voy a golpear". Sí, estimado lector. Ahora resulta que la tropicalización del doblaje a una película a todas luces hecha para toda la familia significa incluir cuanto eufemismo han inventado/adoptado de algunas décadas para acá los habitantes adolescentes de la Ciudad de México, cuando no les es permitido soltar expresiones de las llamadas altisonantes (aunque se digan en voz baja, por cierto).

Ahora, quien me lee regularmente sabe que de moralista no tengo mucho y soy aficionado a (y admirador de) las expresiones albureras. Hombre, disfruto de las malas palabras y sus eufemismos como el que más. Bienvenida la riqueza del lenguaje vernáculo. ¿Verdad, Verna? Pero de eso a que se transforme -deforme- una película familiar en un mal espectáculo auditivo apto apenas para adolescentes iletrados, hay mucho trecho. El verdadero problema con estas expresiones es que una historia que es sencilla para niños de alrededor de seis años termina siendo incomprensible para ellos más de la mitad del tiempo a causa de estas expresiones. ¿Cuántos niños conoce usted que digan, con conocimiento de causa: "No mames, te voy a partir la madre"? Yo, a ninguno. Entonces, ¿para qué el eufemismo? Chale.

Todavía más y aquí la seguna gran falla de esta versión pésimamente tropicalizada: los actores de doblaje (bueno, les tengo que llamar de alguna manera) parecieran tan sólo limitarse a leer los textos escritos por ese párvulo del albur que tradujo la película, usando voces agradables, bien moduladas y en general carentes de acento alguno. Entonces, desde Minnesota hasta Río, desde una gringuita descendiente de noruegos hasta el desnutrido chamaco de las favelas brasileñas, TODOS suenan como presentadores de radio FM repitiendo las expresiones que alguien les platicó que el ñero de la esquina mal copia de los verdaderos creadores de la riqueza de nuestro Español-Mexicano. Es decir, de la gente de verdad. El populacho. La banda, si usted quiere, ya que estamos en plan chilango. Estos locutores terminan haciendo su chamba sin crear ningún personaje. Mucha diferencia, por ejemplo, al trabajo del cuadro de actores que no sólo prestó sus voces a los animales de las Eras de Hielo, sino que los dotaron de personalidades distintivas.

Así, decía, Río, esa amorosa obra de Saldanha para su querido Brasil, se ve transformado en un Tepito de la tele mexicana (después de ver la película me enteré que uno de los gritos de un personaje corresponde a un graznido popularizado por un personaje "cómico" de Televisa), excepto que la gente baila samba. Por cierto y como nota aparte ¿por qué será que cuando una película transcurre en una lugar exótico del tercer mundo, invariablemente los protagonistas tienen el tino de visitarlo en medio de a) el carnaval, b) el día de muertos, c) el día de la independencia, d) el cumpleaños del ficticio presidente totalitario en turno o e) todo lo anterior, si se puede?

En fin. Río parece ser una tierna historia con varios momentos buenos y al menos dos muy buenas secuencias musicales. Cuando reseñé La Era de Hielo 3 expresé mi deseo de que pronto viéramos una cuarta entrega que explotara el camino andado por esa excelente comedia de aventuras. Pero si el camino se pavimenta con este tipo de tropicalizaciones... la verdad, mejor ni recorrerlo. No manchen.

martes, 12 de abril de 2011

DOCSTOWN, Baja California.

Si usted anda por Baja California esta semana, no lo piense dos veces: hoy 12 de abril inicia la segunda edición de DOCSTOWN, la Muestra Internacional de Cine Documental con sedes en Mexicali, Tijuana y Ensenada, organizada por Adolfo Soto, de la Facultad de Ciencias Humanas de la UABC.El arranque es en Mexicali y a partir de mañana miércoles, continúa en Mexicali, Tijuana y Ensenada. El programa completo, en el sitio oficial de DOCSTOWN.
Por lo pronto, aquí daremos cuenta diariamente de la programación y reseñaré lo que pueda ver. ¡50 documentales en 4 días! Definitivamente la muestra de cine más importante del año en Baja California.
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Martes 12 de abril
7:00 PM – Jardín del Centro de Investigaciones Culturales‐Museo UABC
Havanyork/ Dirección: Luciano Larobina /México/ 90 minutos/ 2010
Lagunillar, no es verbo, son varios sujetos/ Dirección: Barbara D. Moreno /México/ 12:46 minutos/
2010
La plata blanca. Cuando la coca es algo más que una droga/ Dirección: José Luis Sánchez Hachero,
Mónica Moya / Colombia/ 52 minutos / 2009

8:00 PM – Cine Club Las Palmitas ‐Mexicali Rose Centro de Arte/Medios
Tin Tan/ Dirección: Francesco Taboada /México/ 90 minutos/ 2010
Lucio/Dirección: Aitor Arregi, José Mari Goenaga /España / 93 minutos/ 2007
Este documental se presenta gracias al apoyo del Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México DOCSDF.

domingo, 10 de abril de 2011

“El mejor trabajo del mundo.”

Escribí el siguiente texto en enero de 2005, cuando se anunció el Oscar honorario por el trabajo de toda una vida para Sidney Lumet.
Lumet falleció este fin de semana, a los 86 años.
Descanse en paz, Maestro.

Sidney Lumet, veterano director en activo del cine norteamericano, recibirá en la próxima entrega de los Oscares el Premio Honorario de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos, por toda una vida de trabajo en el cine, que inició en 1957 y continúa todavía, con más de 40 películas en su haber. Y cuando uno ve películas de Lumet, como ocurre con otros grandes directores, muy bien puede uno intentar contestar una pregunta: ¿por qué hacen los directores sus películas?

Desde sus inicios, Sidney Lumet ha demostrado que siempre hay una razón para hacer cine. La mayoría de las veces, para nuestra fortuna, Lumet ha tenido algo importante qué decir, como en su debut, 12 Hombres en pugna, en que Henry Fonda encabeza un jurado que debe decidir en el lapso de hora y media (la película está narrada casi en tiempo real) si un muchacho acusado de homicidio es inocente o culpable. Un poderoso drama que nos demuestra el valor de escuchar a los demás. La cinta inicia cuando los doce miembros del jurado regresan a su sala de deliberación, después de oír los argumentos del fiscal y el abogado defensor. Todos parecen convencidos de que el muchacho es culpable y están más que dispuestos a sentenciarlo, con tal de desocuparse rápido del deber de jurado. Todos, excepto Henry Fonda que, antes de tomar una decisión, quiere expresar su opinión a los otros once pero, sobre todo, quiere escuchar las de los demás. Ante la molestia de todo el grupo por este contratiempo de un hombre que quiere hacer las cosas como se deben, poco a poco cada uno va diciendo lo que piensa, tanto del juicio como de los demás miembros del jurado, atrapados todos en esa pequeña sala, cuando afuera los espera un cálido día neoyorkino con su tarde de béisbol. A medida que se presentan los argumentos y se caldean los ánimos, vemos cómo un caso que parecía resuelto cambia al escuchar con respeto a todos los que tienen algo qué decir.

Así como en esta primera película con Henry Fonda, muchas veces Lumet se ha aliado con grandes estrellas, en su calidad de grandes actores, por supuesto, para llevar a la pantalla (y al público, por ende) historias que de otro modo se hubieran quedado en la mesa de esos otros grandes artistas generalmente ignorados en el cine, los escritores. Imagine usted carteles tan irresistibles con nombres como Marlon Brando, Katharine Hepburn, Paul Newman, Faye Dunaway, Sean Connery, Ingrid Bergman, William Holden, Ali McGraw, Dustin Hoffman, River Phoenix, Michael Jackson, Jane Fonda, Andy García, Al Pacino... Sé que algunos de estos nombres no significan mucho para los públicos jóvenes actuales. Algunos otros sí, aunque tal vez no por sus trabajos con Lumet. Por ejemplo, Al Pacino sigue siendo conocidísimo, pero pocos recuerdan que por las fechas en que fue el joven Michael Corleone en la saga de El Padrino I y II, de Coppola, bajo la batuta de Sidney Lumet también dio vida a Serpico, el detective renegado que desafió las corruptelas de las corporaciones policiacas en Nueva York y se echó encima a medio mundo. Una impactante historia real que merece ser vista y/o revisitada, por el tratamiento inteligente que hace Lumet de su personaje e historia, fácilmente encasillables en otras manos. Otro gran ejemplo de esta inteligencia y sensibilidad para temas delicados se da en Tarde de Perros, también con Al Pacino en otro evento verdadero, en que un padre de familia “normal” asalta un banco para pagar la operación transexual de su novio. Nunca encontrará usted salida fácil al tema escogido en una película de Lumet.

Con una filmografía tan extensa y aunque más inclinado a los dramas policiales, Sidney Lumet ha hecho casi de todo, hasta un musical, en la adaptación neoyorkina setentera de El Mago de Oz, con Diana Ross y el entonces niño prodigio Michael Jackson. Una versión entretenida e interesante aunque no muy afortunada. Que no digan que no ha intentado divertirnos. Pero si de comedia e intriga se trata, hay que ver su Asesinato en el Expreso de Oriente, de Ágatha Christie, con un reparto multiestelar y una suntuosa producción. Nunca se reirá tanto con Hércules Poirot como con el que interpreta aquí Albert Finney. O busque Network, con William Holden y Faye Dunaway, una negra comedia que, sin quererlo, predijo la porquería actual de la manipulación televisiva en los mal llamados “talk shows”.

Varias de sus películas están disponibles localmente a la renta y venta, tanto en VHS como en DVD. Desvíese un poco de los estrenos y busque a Sidney Lumet, director de artistas. Vale la pena ver de primera mano por qué lo van a premiar este año. Después de todo y en sus palabras, tiene el mejor trabajo del mundo.

Publicado originalmente el 30 de enero de 2005 en La Voz de la Frontera.

jueves, 7 de abril de 2011

Conocerás al hombre de tu vida ***

(You will meet a tall dark stranger, EUA/España 2010) Clasificación México 'B', EUA 'R'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Estudiando Filosofía, en la universidad, aprendí que en esta vida uno puede hacer lo que le dé la gana. LO QUE SEA. No hay bronca, siempre y cuando esté uno dispuesto a aceptar las consecuencias. Por otro lado, si lo que uno hace y decide no lo hace a uno feliz, ¿para qué hacerlo? Y por el contrario, si uno es feliz con sus decisiones y sus creencias y además no daña a los demás por ello, ¿no es eso la felicidad completa?

Woody Allen se hace estas preguntas en Conocerás al hombre de tu vida, su proyecto de 2010 (recordemos que Allen hace y estrena una película por año prácticamente desde 1969, así que saque usted la cuenta), en el que una señora sesentona, londinense, recién abandonada por su marido de toda la vida, no sólo se consuela con las "predicciones" de una lectora de la fortuna, sino que toma todas sus decisiones siguiendo los dudosos consejos de la charlatana. Mientras tanto, su treinteañera hija tiene que empezar a trabajar en una galería de arte porque su bolsón marido ha decidido sentarse a esperar a que una casa editorial quiera publicar su libro, lo que naturalmente trae pleito tras pleito al joven matrimonio. Por cierto, el aspirante a escritor no sólo se la pasa sentado; también aprovecha las horas en que su esposa está fuera de casa y espía a la apetecible vecina que hace como que no, pero sí. Lo que él no sabe es que su esposa le hace ojitos a su nuevo jefe y para que terminemos de decir "qué bonita familia", el recién divorciado padre, es decir, el hombre que abandonó a la señora que cree en las adivinas, se pone de novio con una chamacona veinteañera que dice que es "actriz".

Puede usted, estimado lector, ver cómo cada quién en esta historia decide perseguir lo que cree que le traerá la felicidad, sin pensar en las consecuencias que ello pueda tener, para sí y para los demás. Nosotros como espectadores, que nos enteramos de todo gracias al narrador omnisciente, clásico recurso de Allen, nos divertimos ante tanta insensatez pero... será la edad o será el sereno, también quizá reflexionamos acerca de nuestras propias decisiones, de nuestra propia felicidad.

Las historias presentadas por Allen en esta película dan varias vueltas, se enredan consigo mismas, luego unas con otras y el ritmo a ratos se siente cortado, a diferencia de trabajos anteriores y similares, donde las escenas, los personajes y las frases parecen fluir como ríos al mar. Aquí, esos riachuelos encuentran algunas represas que, aunque muy agradables, se sienten como eso: obstáculos.

Los personajes, naturalmente, terminan siendo distintas encarnaciones de Woody Allen y siempre es interesante ver a un nuevo grupo de actores representar estos papeles que ya hemos visto antes en otras películas de la obra alleniana. En esta ocasión prestan su piel a Woody Allen: Anthony Hopkins, Naomi Watts, Antonio Banderas, Josh Brolin y llevando todo el peso de las decisiones y de la felicidad/infelicidad, Gemma Jones, a quien recuerdo gratamente como la Sra. Dashwood, madre de las románticas heroínas de Sensatez y Sentimiento (Ang Lee, 1995) y que aquí es entrañable como una madura mujer deseosa de encontrar la felicidad.

Será mi gusto por Allen, será el trabajo de Gemma Jones, será la historia; no pude evitar sentirme identificado con la buena señora, con esa forma de abrazar sus creencias, por su bien, por el bien de su familia, por su amor, por la felicidad. ¿Será la edad? Será el sereno.

sábado, 2 de abril de 2011

El Cisne Negro *

(Black Swan, EUA 2010) Clasificación México 'B-15', EUA 'R'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Darren Aronofsky nos cuenta la historia de una ballerina con desórdenes mentales que la hacen percibir una versión distorsionada de la realidad, lo cual la lleva a tomar literalmente las instrucciones del director de su compañía de ballet, que la ha elegido para interpretar los papeles principales de El Lago de los Cisnes: dos gemelas que se convierten en un cisne blanco (la buena) y un cisne negro (la mala).

Mire, el director Darren Aronofsky abre su juego muy temprano, para mi gusto: El director de la compañía de ballet (Vincent Cassel) les cuenta a las bailarinas la trama de El Lago de los Cisnes durante las escenas de audición, por supuesto para beneficio nuestro como espectadores de la película. No tengo bronca con ello, al contrario. Ahí, Cassel nos narra que las hermanas gemelas de la historia han sido hechizadas y convertidas en cisnes. La hermana mala, el cisne negro, engaña y enamora al príncipe, originalmente enamorado de la gemela buena quien, descorazonada, se suicida.

Al elegir a Nina, nuestra protagonista (Natalie Portman), para interpretar ambos papeles, Cassel le advierte que su forma de bailar es perfecta para el cisne blanco pero todavía le falta mucho trabajo para convertirse en el cisne negro, la gemela mala, que debe ser desenfadada, seductora, tramposa. Mala, pues. Y pues anda vete que Nina toma las instrucciones para su vida, no sólo para el escenario y adivine lo que va a pasar en su lucha por convertirse en el cisne negro...

Contada siempre desde el punto de vista de Nina (la nerviosa cámara al hombro la sigue todo el tiempo, TODO EL TIEMPO, por lo que continuamente vemos la nuca de Nina por encima de lo que ve ella), básicamente todos los personajes están en su contra: su posesiva mamá, una bailarina retirada a edad temprana por la maternidad; el exigente y medio degenerado director; la anterior prima ballerina, retirada a fuerzas por la compañía y una nueva compañera que aparentemente es su competencia más fuerte para interpretar los mismos papeles.

Estos elementos claramente darían pie a una absorbente película de suspenso, incluso a un thriller criminal, si usted quiere, pero Aronofsky ha mostrado en sus películas anteriores y en ésta, que su interés no va por ahí. A él le gusta explorar las obsesiones destructivas de sus personajes (para mayor referencia, véase Pi o Réquiem por un Sueño, por ejemplo) y en el caso de El Cisne Negro, a mí las obsesiones de Nina y su comportamiento simplemente me parecieron molestos, predecibles y aburridos.

El que Aronofsky insista en ese punto de vista de la protagonista de forma tan gráfica me resultó cansado y sólo hubo un momento en que sentí empatía por uno de los personajes: una toma muy breve a la cara de la mamá de Nina (Bárbara Hershey) durante la función del estreno, en el que vemos, por unos segundos, a una mamá conmovida por el trabajo de su hija.

Finalmente, si todos los personajes están presentados desde el interior de Nina y es claro desde muy temprano en la película que lo que vemos es lo que ella percibe, ¿por qué habríamos de ponernos de su lado y en contra de los demás? Hombre, hasta lástima llegué a sentir por todos los demás personajes, sufriendo en sus trabajos y en sus vidas los traumas de una loca. Lo que nos queda como espectadores es, ya que pagamos el boleto y si no hay nada mejor que ver en el cine de al lado, aceptar ser testigos de ese viaje de Nina para llegar, desde el cisne blanco, al cisne negro. Seguramente ha habido y habrá mejores versiones de esta historia, empezando por los citados trabajos anteriores de Aronofsky.

martes, 29 de marzo de 2011

Como burro en Primavera...

Por si andan por Mexicali, Baja California, las siguientes semanas. (Click en la imagen para agrandar. Sin albur.)

sábado, 26 de marzo de 2011

Casi como estar ahí


Si usted no pudo, como yo, asistir al festival de cine Guadalajara 2011, pare de sufrir.
La solución está en las reseñas diarias de Ernesto Diezmartínez, crítico de cine profesional apostado en las trincheras del festival y reportando lo que ve.
Así que, ponga un disco de mariachis, sírvase un tequila y haga de cuenta que está ahí.

jueves, 24 de marzo de 2011

¡Me Muero Bichi!/III: Los borrachos y los niños...

Porque el arte no necesita de estrellitas ni calificaciones, sigue mi batalla personal contra la estupidez de los destruibuidores de cine en México, desde la comodidad de mi sala. En cueros.

¿Quién le teme a Virginia Woolf? (Mike Nichols, EUA 1966).

Elizabeth Taylor era una mujer hermosísima. Richard Burton era un hombre guapísimo. Nadie los culparía por haberse casado el uno con el otro. Dos veces. Y haber trabajado juntos en varias películas. Ambos eran excelentes actores que, además, se veían muy bien, juntos, en pantalla. Yo sólo los había visto una vez, hace unos veinticinco años, en La Fierecilla Domada (Zefirelli, 1967), adaptación de la comedia de Shakespeare. Me divertí mucho y descubrí esa relación especial entre ellos. Para entonces ya sabía yo de las excentricidades y excesos de ambos y de lo atormentado de su relación. Elizabeth Taylor ya casi no hacía películas, aunque apenas tenía alrededor de cincuenta años y Richard Burton acababa de morir.

Tal vez la forma como vivieron su romance, sus encuentros y desencuentros fue la manera correcta de hacerlo para no caer en la rutina del matrimonio estable que, eventualmente, termina tolerándose, más que otra cosa. Esto es, hasta que alguno de los dos truena. O mejor aún, los dos. Agregue usted un mucho de alcohol y tendrá a dos borrachos diciéndose sus verdades, hasta que de veras truenen ambos. ¿Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad? Dejemos a los niños en paz. Los borrachos dicen lo que su aturdido entendimiento les permite, sin medir las consecuencias. Justo lo que vemos en ¿Quién le teme a Virginia Woolf?

¿Quiere usted ver lo seductora que podía ser Elizabeth Taylor? ¿Lo degenerada que podía ser? ¿Lo perversamente molesta? ¿Lo increíblemente vulnerable? Repita las mismas preguntas sobre Richard Burton. Agregue los nombres de George Segal y Sandy Dennis como un joven matrimonio que los acompaña en la parranda, dándose cuenta, demasiado tarde, que no sólo sirven de sparring a la madura pareja sino también son como municiones vivientes, carne de cañón para los esposos hartos uno del otro.

¿Quién se anima a decir lo que se dicen unos a otros aquí? ¿Quién no ha bebido hasta la estupidez en la compañía equivocada? ¿Quién no quisiera reparar las últimas horas de borrachera para recuperar la sobriedad y la decencia? ¿O los últimos veinte años para recuperar una vida? ¿Quién no quisiera solamente hacer el amor con su hermosa pareja, sin tener que dar explicaciones por actos pasados, presentes ni futuros? ¿Quién no quisiera simplemente matarla, sin ninguna consecuencia? ¿Quién no le teme al lobo feroz?

viernes, 18 de marzo de 2011

Temple de Acero ****

(True Grit, EUA 2010) Clasificación México 'B', EUA 'PG-13'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Para mi abuelo Abel, que hubiera disfrutado mucho esta "de caballitos".

Temple de Acero, una película "de vaqueros" o "de caballitos", como decían muestros abuelos, con todas las de la ley: la época, fines del siglo 19 en el "viejo oeste" americano. Una niña de 14 años contrata a un viejo y tuerto mercenario, ahora convertido en "Marshall" por la Federación, para encontrar al asesino de su padre y presentarlo ante la justicia. La claridosa y determinada niña se enfrenta a todo y a todos para conseguirlo.

Me ganó por completo la manera de presentar, con hermosa fotografía, los pueblos, y las situaciones, dejando la cámara en su lugar para que contemplemos tanto lo que hacen los personajes como los grandes espacios abiertos del salvaje oeste. Nada de molestas y mareantes imágenes temblorosas ni correteando a los personajes, intentando "meternos en la acción" como se ha puesto de moda en los últimos 10 años. La emoción nos llega de las propias situaciones y los diálogos, muy buenos y hasta, si me lo permite, bonitos; cada quién como le corresponde, por supuesto.

La niña, toda educación y urbanidad, cree firmemente en la ley pero no va a dejar que nadie pisotee sus derechos, empezando por el viejo Marshall, por cierto un sucio y dicharachero ladrón de bancos retirado. Los malos de la historia también hablan muy elocuentemente y todos los discursos resultan muy llegadores, donde todos reconocen su lugar en el nuevo sistema económico y de justicia americana que se encaminaba al naciente siglo XX. Ni hablar, se nota que me encantan las películas de vaqueros. Y, por cierto, se nota que a los hermanos Coen también. Sí, por eso lo dejé hasta el final: escrita y dirigida por los hermanos Coen. Aunque usted no lo creyera.

martes, 15 de marzo de 2011

Llorar y llorar

Cada vez que veo a Natalie Portman en una película, se me enchina el cuero esperando el momento en que aparecerá en pantalla un acercamiento a la cara de esta bella actriz derramando las de San Pedro y haciendo unas pequeñas letras "u" con sus cejas. Si usted no se había fijado, aquí una pequeña colección de una de las cosas que mejor sabe hacer Portman:

sábado, 12 de marzo de 2011

Gore Verbinski, bueno para usted, para mí, para todos.

A la luz del estreno de Rango, una de vaqueros animada, y próximamente la cuarta entrega de Los Piratas del Caribe, aquí puede leer usted mis impresiones en el momento del estreno de dos de las primeras películas del director Gore Verbinski: la engañosa La Mexicana y la inquieta (que no inquietante) El Aro.

El aro **

(The ring, EUA/Japón 2002) Clasificación ‘B’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Mi opinión acerca de El aro, del director Gore Verbinski, se ve afectada fuertemente por mi deseo de ver una película inteligente de terror en lugar de simplemente una película de terror. Basada en un filme de 1998, adaptado de una novela, ambos japoneses, en El aro una reportera interpretada por Naomi Watts, investiga la misteriosa muerte de su sobrina y unos amigos. Durante sus indagaciones, se hace de un video, lo pone en su videocasetera y, exactamente como se lo advirtieron, al terminar de verlo suena el teléfono para avisarle que le quedan siete días de vida. Aterrorizada, continúa su investigación en una carrera contra el tiempo.

El también director de La Mexicana y Un ratoncito duro de cazar, cuenta una historia muy entretenida en un montaje que luce bastante bien y contiene algunas escenas de un estilismo perturbador que raya en el simbolismo surrealista. No voy a negar que más de una vez brinqué en el asiento, porque, eso sí, El aro incluye secuencias que por sí solas son genuinamente terroríficas, aunque por largos ratos la tensión se disipa totalmente. El problema es el intento que hace el guión de Ehren Kruger por explicar las extrañas muertes y los sobrenaturales sucesos, a medida que la reportera averigua más acerca del video en cuestión. Demasiados elementos terminan por convertirse en un montón de cabos sueltos que distraen a quien trate de hallarles sentido. Por ejemplo ¿por qué, habiendo tantas muertes evidentemente antinaturales al mismo tiempo, la policía no investiga ninguno de los casos? O en todo caso, ¿quién es el autor del video? ¿quién distribuye la o las copias? O, si todos los que lo ven mueren, ¿quién hace correr el rumor de su existencia? O tal vez soy sólo yo.

Como nota aparte y a diferencia del crítico Ernesto Diezmartínez, hubiera apreciado el que un rústico asistente a la sala trajera su celular prendido y que éste hubiera sonado justo en el momento de la película en que termina de proyectarse, por primera vez, el mentado video premonitorio en la pantalla gigante. Puedo apostar a que TODOS hubiéramos brincado hasta el techo.

La Mexicana ***

(The Mexican, EUA 2001) Clasificación México 'B', EUA 'R'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Sin duda la mejor pareja en una comedia romántica en 2001. Y no me refiero a Julia Roberts y Brad Pitt, sino a Julia Roberts y James Gandolfini. Así es: “The Mexican” reúne a dos de las estrellas más bellas y taquilleras de Hollywood (Roberts y Pitt) en una comedia romántica que podía haber tomado el camino fácil y explotado escena tras escena de intercambios amorosos entre los dos protagonistas, para beneplácito de sus respectivos admiradores(as), y sin embargo se resiste a la tentación, separándolos prácticamente desde los primeros minutos y dando pie a una relación con mejor química: la de Samantha y Leroy, interpretados respectivamente por la bella y talentosa Roberts y el feo pero no por eso menos apto James Gandolfini (mejor conocido por su trabajo en la teleserie “Los Soprano”, en el papel titular: Tony Soprano).

Veamos cómo lo logran el director Gore Verbinski (anterior película: “Un ratón duro de cazar”, EUA 1997) y el escritor J.H. Wyman en “The Mexican”: Jerry (Brad Pitt) es un joven angelino atrapado entre su relación con la posesiva Samantha y su deuda con Margolese, un mafioso que purga una condena por culpa de Jerry. Para “pagar” su deuda con Margolese, Jerry debe ir a México a recoger una antigüedad invaluable para el mafioso: una pistola llamada “La Mexicana”. Sin embargo, esta tarea le cuesta su relación con Samantha, quien egoístamente desea que Jerry la lleve a Las Vegas, sin entender que la vida de su novio está en juego. Por supuesto Jerry se va a México y Samantha enfila a Las Vegas, sólo para ser secuestrada por un matón a sueldo, Leroy (Gandolfini), contratado por los mafiosos para asegurarse de que Jerry cumplirá con su tarea. De ahí en adelante, Jerry, el típico gringo, estará solo en un país extraño, rodeado de extraños, tratando de encontrar la manera de salir airoso (con momentos excelentes como su ridículo intento de traducir su Inglés al Español, poniendo una “o” al final de cada palabra, sólo para ser confundido, oh ironía, con una famosa estrella de cine; o la hilarante escena donde explica “the american way”, el estilo americano, a un joven pueblerino mexicano). De esta manera, junto con Jerry nos enteramos de la leyenda (de hecho, resultan ser varias, todas distintas entre sí) que rodea a “La Mexicana”, por boca de los lugareños (Pedro Armendáriz Jr. entre ellos) y con imágenes que convierten la película en una cinta silente, con ruidito de proyector y toda la cosa. Jerry pasa la mayor parte de la película en México (en secuencias, por cierto, filmadas en San Luis Potosí y Real de Catorce), mientras que Samantha va en camino a Las Vegas, junto con su secuestrador.

Leroy es un matón a sueldo tan sensible a las necesidades de Samantha como ella podría desear en el mejor de los terapistas o, tal vez, en la mejor de las amigas, y pronto descubrimos una química perfecta entre víctima y secuestrador, con un trabajo impresionante por parte de Gandolfini, y las brillantes entregas a que ya nos tiene acostumbrados Julia Roberts. Por supuesto que, como espectadores, queremos ver triunfar a Jerry y Samantha, juntos al fin, pero Leroy, el personaje de Gandolfini, resulta ser toda una sorpresa, en cierta forma comparable -y para mencionar otra película reciente de la Roberts-, al editor/confidente que salva el nada despreciable pellejo de la protagonista en “La boda de mi mejor amigo” (P.J. Hogan, EUA, 1997).

Definitivamente la decisión de “reunir” a Brad Pitt y Julia Roberts en esta comedia romántica, para mandar a cada uno por su lado casi al principio y mantenerlos así durante la mayor parte de la historia, no decepciona, contra lo que pudiera pensarse. Situaciones graciosísimas, buenos momentos románticos y excelentes diálogos son el resultado. “The Mexican” es, por ello, una mejor película.

domingo, 27 de febrero de 2011

domingo, 20 de febrero de 2011

El Rito ***

(The Rite, EUA 2011) Clasificación México 'B-15', EUA 'PG-13'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

¿Juai de rito?
1. Porque las películas de exorcismos siempre se venden bien.
2. Porque, junto con Ian Holm, Anthony Hopkins es el otro actor británico que nos encanta ver hacer cara de desquiciado en las películas hollywoodenses.
3. Porque, aunque sí hace pegar algunos buenos brincos, el director Mikael Håfström no hizo una película de terror, sino un drama de crecimiento.
4. Porque Rutger Hauer sigue siendo Rutger Hauer.
5. Porque hay un sacerdote viejo y uno joven... pero no cabezas giratorias ni sopa de chícharos...
6. Porque Alice Braga, aunque está re-bien, sigue haciendo su carrera hollywoodense sin tener que ser, a fuerzas, el interés romántico de la película.
7. Porque Ciarán Hinds es muy bueno para dar discursos. Lástima que no salga más en la película.
8. Porque Toby Jones, como sacerdote, suelta de forma completamente natural un 'shit' mientras da consejos a su alumno favorito.
9. Porque logra mantener interesado al público a pesar de su predecible trama.
10. Porque las distribuidoras de cine hollywoodense en México siempre encontrarán la forma de promocionar cine de fórmula usando los canales más propicios, así sea el Presidente de la República explicando a Wolverine cómo salvó al mundo de la influenza, o al más visto lector de noticias televisivas exhibiendo su pobre dominio del Inglés en una entrevista chafa pero que, qué le vamos a hacer, todos hemos visto una y otra vez en youtube. ¿Juai de rito? Porque en México nos encanta el mitote, pues.

sábado, 12 de febrero de 2011

Los Ojos de Julia *

(España, 2010) Clasificación B-15
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Hay una escena, en esta película de terror, en que Julia, la heroína buenona y gritona descubre el juego del asesino y le espeta un "¡hijo de puta!", precisamente frente a la señora madre del tipo. Hasta donde sabemos en ese punto de la película, la buena ancianita no está involucrada en los crímenes y está tan horrorizada como quien suelta la mentada de madre. No dice nada bueno de Los Ojos de Julia el que el impotente insulto sea recibido por el público en la sala con una sonora carcajada, por la aparente insensibilidad de Julia.

Básicamente así transcurren los 112 minutos de Los Ojos de Julia, del catalán Guillem Morales, donde Belén Rueda, a quien vimos anteriormente en la excelente El Orfanato (producida también, como ésta, por Guillermo del Toro), se tropieza una y otra vez con un intento de trama que da absurdas vueltas para ligar malos intentos de clichés tras clichés y plagios tras plagios de otras películas de suspenso, empezando por el asesino con un motivo "me robaron mi patito de hule" (como nadie voltea a verme, mi venganza al mundo es tener novias ciegas; huy...). Hombre, hasta el enfrentamiento final (o en todo caso creo que fue el enfrentamiento final, ya perdí la cuenta) con el asesino nos da a Julia usando como única arma el flash de una cámara, provocando nuevas carcajadas en el respetable. Baste recordar la impotencia y desesperación que uno siente como espectador ante la futilidad de la misma acción (y prácticamente el mismo efecto visual en pantalla) por parte de Jimmy Stewart en La Ventana Indiscreta, de Hitchcock, para ver cómo la cinta de Guillem Morales pierde.

Debo decir que la propuesta visual de Morales y su cinefotógrafo Oscar Faura (el mismo de El Orfanato) me pareció bien empleada para crear la sensación de encierro por parte de la protagonista al perder la vista: Morales y Faura se las ingenian para que en esa parte de la película no podamos ver a los demás personajes, excepto por una mano o una espalda, guiándonos únicamente por sus voces. Por otro lado y ya que menciono el sonido, la excesiva partitura de Fernando Velázquez no cesa de decirnos qué debemos sentir en cada escena. Hasta donde recuerdo, Velázquez hizo mejor trabajo, precisamente, en El Orfanato. Mire, pa' qué me ando con rodeos: si quiere ver una película de terror, producida por Del Toro, fotografiada por Faura, con la música de Velázquez y con los gritos de Belén Rueda, rente El Orfanato.

domingo, 23 de enero de 2011

El Avispón Verde *

(The Green Hornet, EUA 2011) Clasificación México 'B', EUA 'PG-13'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Un Film de Michel Gondry. Hay más de una razón para esperar una buena película etiquetada así. Una historia intrigante. Imágenes originales e inolvidables. Buenas actuaciones. Banda sonora con canciones llegadoras. Acabo de ver El Avispón Verde. Un Film de Michel Gondry. Esperaba, pues qué más, un film de Michel Gondry. Algo como ésto.

Un Film de Michel Gondry: Eterno resplandor de una mente sin recuerdos
Un Film de Michel Gondry: Be Kind Rewind
Un Film de Michel Gondry: La Ciencia del Sueño

Esto es lo que significa "Un Film de Michel Gondry... escrito por Seth Rogen": El Avispón Verde

sábado, 22 de enero de 2011

Laurel y Hardy.

Leyendo los tuiteos de Diezmartínez al margen de su blog, seguí una liga al blog de Ebert y disfruté (MUCHO) lo siguiente:Y por si tienen curiosidad, aquí abajo con la música original. Y sin la innecesaria -y mal hecha, por cierto- coloreada.