Clasificación México ‘B’/EUA ‘PG-13’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
En medio de las casi 2 horas que dura “La Momia”, existe una película más corta que funciona muy bien como cine de monstruos para matiné: Un terrible monstruo (la momia del título) ataca a incautos a diestra y siniestra, mientras el muchacho chicho busca la manera de acabar con la amenaza, aprovechando para quedar bien con la muchacha y, para pasar el rato, intercambiar chistes con su fiel ayudante, que generalmente es medio cobarde y atolondrado. Y ya que uso la terminología técnica, pues de una vez: este muchacho chicho sí está en una película gacha.
Con todo lo divertido y emocionante que pudiera ser lo que hace el héroe (Tom Cruise, básicamente transplantando su personaje de Misión: Imposible), “La Momia” termina siendo una película gacha por culpa de los Estudios Universal, abiertamente empeñados en hacer competencia a las ahora larguísimas series de películas de superhéroes de Marvel y DC. Más que ofrecernos una simple aventura de monstruos con el muchacho chicho mencionado líneas arriba, Universal usa una buena parte del tiempo en pantalla de “La Momia”, dirigida por el primerizo Alex Kurtzman, como un aburrido y enredoso comercial de su nueva serie de películas de monstruos (Drácula, Frankenstein, la propia Momia, etc.).
El ejemplo más notorio del problema de “La Momia” está en el personaje que hace Russell Crowe: un científico (no revelaré su identidad) que se las sabe de todas todas acerca de momias y monstruos en general, pero que no tiene idea de cómo funciona el cine, donde los espectadores estamos para que nos muestren, no que nos platiquen. Cuando la película se empieza a atorar (y esto ocurre varias veces, de principio a fin), aparece Russell Crowe para explicarnos lo que estamos viendo y hacer saltar la historia a otro punto donde sí hay acción y donde, además, a veces se explica por sí solo lo que Russell Crowe ya nos dijo. Claramente estas son fallas de origen en un guión que no sabe acomodar, en un mismo jarrito, al muchacho chicho, a esta película gacha y a las futuras que Universal nos va a enjaretar en los siguientes veranos.