jueves, 22 de junio de 2017

La Momia **

(The Mummy, EUA 2017)
Clasificación México ‘B’/EUA ‘PG-13’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

En medio de las casi 2 horas que dura “La Momia”, existe una película más corta que funciona muy bien como cine de monstruos para matiné: Un terrible monstruo (la momia del título) ataca a incautos a diestra y siniestra, mientras el muchacho chicho busca la manera de acabar con la amenaza, aprovechando para quedar bien con la muchacha y, para pasar el rato, intercambiar chistes con su fiel ayudante, que generalmente es medio cobarde y atolondrado. Y ya que uso la terminología técnica, pues de una vez: este muchacho chicho sí está en una película gacha.

Con todo lo divertido y emocionante que pudiera ser lo que hace el héroe (Tom Cruise, básicamente transplantando su personaje de Misión: Imposible), “La Momia” termina siendo una película gacha por culpa de los Estudios Universal, abiertamente empeñados en hacer competencia a las ahora larguísimas series de películas de superhéroes de Marvel y DC. Más que ofrecernos una simple aventura de monstruos con el muchacho chicho mencionado líneas arriba, Universal usa una buena parte del tiempo en pantalla de “La Momia”, dirigida por el primerizo Alex Kurtzman, como un aburrido y enredoso comercial de su nueva serie de películas de monstruos (Drácula, Frankenstein, la propia Momia, etc.).

El ejemplo más notorio del problema de “La Momia” está en el personaje que hace Russell Crowe: un científico (no revelaré su identidad) que se las sabe de todas todas acerca de momias y monstruos en general, pero que no tiene idea de cómo funciona el cine, donde los espectadores estamos para que nos muestren, no que nos platiquen. Cuando la película se empieza a atorar (y esto ocurre varias veces, de principio a fin), aparece Russell Crowe para explicarnos lo que estamos viendo y hacer saltar la historia a otro punto donde sí hay acción y donde, además, a veces se explica por sí solo lo que Russell Crowe ya nos dijo. Claramente estas son fallas de origen en un guión que no sabe acomodar, en un mismo jarrito, al muchacho chicho, a esta película gacha y a las futuras que Universal nos va a enjaretar en los siguientes veranos.

viernes, 16 de junio de 2017

Mujer Maravilla **1/2

(Wonder Woman, EUA 2017)
Clasificación México ‘B’/EUA ‘PG-13’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Y hablando de malas series hollywoodenses, aquí tenemos el más reciente episodio de la que DC Comics nos ha recetado desde hace algunos años, con el nuevo Superman (que ahora resulta que se llama Esperanza) y el nuevo Batman (que ahora resulta que primero odia y luego perdona a Esperanza porque sus mamás son tocayas), a quienes se agrega Diana de Temiscira (la Mujer Maravilla del título), en su propia película, que, por cierto, es la mejor de esta naciente serie, lo cual no es muy difícil, después del bodriazo que fue “Batman vs. Superman”, y donde ella hizo una breve aparición, el año pasado.

De acuerdo a la película dirigida por Patty Jenkins, Diana es una chamaca de apariencia veinteañera, que sale de una isla griega oculta, donde viven sólo mujeres guerreras. Ellas fueron creadas hace siglos por Zeus para proteger a la humanidad cada vez que sucumbimos a los designios de Ares, el dios de la guerra. Así, cuando Diana se entera que a principios del siglo XX hay una Guerra Mundial, pa’ pronto agarra su espada, su escudo y su lazo dorado; se pone su minifalda, sus botas, sus pulseras y su diadema, y a darle que es mole de olla (o ensalada griega, pa’ estar a tono). Es chistoso que, mientras Superman y Batman andan cubiertos por sus respectivos trajes/armaduras de pies a cabeza, Diana se lance a la batalla en minifalda y corsé de metal pero, como dicen, “es una película”. Un poco o un mucho machistas en cuanto a lo disparejo de los trajes de superhéroes, eso sí.

“Mujer Maravilla” es una buena historia de presentación del personaje titular, poniendo inicialmente a Diana en cómicas situaciones de “pez fuera del agua” en el Londres de los 1920s y, después, en una emocionante pelea en pleno frente de guerra, encabezando valientemente una avanzada de soldados ingleses contra el ejército alemán. No queda muy claro si Diana es tan invulnerable como Superman, pero en todo caso su habilidad para detener las balas con sus brazaletes le permite salir del combate sin ningún rasguño.

En esas escenas “Mujer Maravilla” funciona mejor, gracias a la buena pareja cómica y melodramática que forman Diana (la bella y atlética actriz israelí Gal Gadot) y el espía estadounidense Steve Trevor (el simpático Chris Pine, mejor conocido como el nuevo Capitán Kirk), pero finalmente la película sucumbe a los mismos problemas del cine reciente de superhéroes. Además de que el último tercio se desperdicia en una batalla a base de guamazos mal mostrados, contra un villano que no tiene motivos muy claros que digamos, parte del tiempo en pantalla es usado para anunciar las cintas que siguen en esta interminable moda.

jueves, 8 de junio de 2017

¡Huye! ***1/2

(Get out!, EUA 2017)
Clasificación México ‘B-15’/EUA ‘R’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala


La semana pasada, recordando “El Aro”, decía que tengo sentimientos encontrados por ver una película de terror inteligente contra una simple película de terror. Trataré de ilustrar mi punto: desde hace un par de semanas, en la casa de ustedes hemos adoptado una gatita bebé. Como sabrá cualquiera que ha tenido gatos muy pequeños, es muy divertido verlos saltar, asustados, cuando uno camina cerca de ellos, estando desprevenidos. Diversión sencilla que nos dio Misty (la gatita) en sus primeros días con nosotros. Pero, como también saben quienes adoptan gatos, un buen día es la gata quien lo sorprende a uno, agazapada en un rincón del pasillo, esperando… esperando el momento en que uno pase por ahí para saltarnos encima (es un decir; si acaso, alcanzará a subírsenos al pie), volteando efectivamente los papeles y sorprendiéndonos (asustándonos, por qué no) a nosotros. La gata ha crecido un poco, ha aprendido y sus esfuerzos por sorprendernos, a base de planeación, paciencia y manejo del suspenso, son mucho más divertidos que los simples brincos de unos días antes. Así son las películas inteligentes de terror. Justo como “¡Huye!”, lo mejor en cartelera esta semana.

“¡Huye!” es una muy bien armada historia de intriga y suspenso. Por definición, en las películas de intriga sólo sabemos lo que sabe el protagonista, conforme lo va sabiendo a medida que avanza la historia. Y el suspenso, es decir, la certeza de que algo malo va a pasar, pero no cuándo, nos mantiene al borde del asiento. Y si agregamos comedia en la medida justa y en los momentos necesarios para romper temporalmente la tensión, hay suficiente para acompañar al personaje principal hasta los terribles sucesos que nos llevan al final.

Justamente como “¡Huye!”, escrita y dirigida por el hasta ahora actor de comedia, Jordan Peele, hace tan bien esa mezcla, no revelaré nada de la trama, pero concluiré describiendo la premisa inicial: “Chris” es un joven de veintitantos, preparándose a pasar el fin de semana con su novia, en la finca campirana de los papás de ella. Hay un pequeño detalle: su novia es güera y sus suegros (güeros también) no saben que “Chris” es negro. Como todos son gringos, podría usted pensar que el asunto no será más que una nueva versión de “Adivina quién viene a cenar” (EUA, 1967), con reflexiones actualizadas de la confrontación entre blancos y negros, entre liberales y conservadores, en los Estados Unidos post Obama y post Trump. Nada de eso: “¡Huye!”, más bien, se convierte en “Adivina con quién te estoy llevando a cenar…” Ay nanita.