lunes, 15 de marzo de 2010

Peter Graves: Cambio y Fuera.

Cómo me carcajeé con Airplane! la primera vez que la ví y cada vez que me la encuentro en la tele, por cierto. Otra tarde de cine memorable a principios de los '80s. RIP Peter Graves.

martes, 9 de marzo de 2010

Eric Rohmer y Compañía, en Mexicali.

Si usted va a estar en Mexicali, Baja California, durante Marzo, aproveche el ciclo de homenaje a Eric Rohmer, todos los martes del mes.El estimado José Luis Campos, del Instituto de Cultura, me hizo llegar el cartel, que con gusto publico para los lectores de la región.

viernes, 5 de marzo de 2010

Alicia en el País de las Maravillas *

(Alice in Wonderland, EUA 2010) Clasificación: México 'A', EUA 'PG'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Qué película tan mala. Supongo que en algún momento Tim Burton y sus productores pensaron que tenían una idea ganadora al hacer para Disney una película llamada Alicia en el País de las Maravillas, capitalizando tal vez en la versión cinematográfica más famosa del cuento de Lewis Carroll, excepto que la nueva producción tendría la peculiaridad de, cómo lo digo. Ah, sí: no tener nada en común con la historia de Carroll ni con la película animada de 1951, excepto el título.

Estoy seguro que la idea debe haber sonado muy bien en esa primera junta: ¡una secuela a Alicia en el País de las Maravillas! ¿A través del Espejo? Habrá preguntado alguien. No, no. Eso ya lo hicimos con Mickey Mouse. Una secuela de verdad: ¿Qué pasó con Alicia cuando creció? Uh, debe haberse convertido en una chamacona. ¡Mmmm! ¡Bébeme! ¡Cómeme! OK, entonces sigue teniendo alucinaciones de conejos con saco y gatos sonrientes que desaparecen. De paso, ya no actúa por lógica, porque los adolescentes no la van a entender; mejor que sea feminista, al cabo que de todos modos el asunto es antivictoriano. ¿Antivictoriano? ¿Qué es eso? No, mejor que nomás sea feminista. Y se ve forzada a volver a Nunca Jamás, digo, al País de las Maravillas, para salvar a todo mundo de la maldad que está consumiendo esa tierra. Y en el camino la ayudará La Cofradía del Anillo, digo, de la espada: el conejo con saco y los invitados a la fiesta del Sombrerero Loco. ¡Sí! ¡Y que el Sombrerero Loco y Alicia se enamoren! A ver, llámenle a Johnny Depp. ¿Y qué no salían dos reinas? Sí: en A Través del Espejo. Ah, pos que una sea buena, tipo Gandalf y la otra la mala, tipo Sauron. Ya está: la reina roja será la mala y sus naipes van a ser un ejército maldito. ¡Sí y que se vean como los extraterrestres de El Quinto Elemento, pa' que den mello! ¿Y contra quién va a luchar Frodo, digo, Alicia? ¿Contra la reina? No, mejor con un dragón, pa' que se emocionen los adolescentes. ¿Qué no salían por ahí dos gemelos? ¿Tweedle Dee y Tweedle Dum? Los ponemos, no hay bronca. Pero ya se nos acabaron los papeles con parlamentos. No hay bronca, los ponemos. ¿Y la música? Llámenle a Danny Elfman. Chin, está ocupado. Pero dice que nos manda unas sobras de otras películas. Pero no nos va a dar tiempo de construir todos los escenarios ni hacer todos los muñecos. Hombre, ¿y pa ' qué es el dibujo y la animación computarizada? Pero ya no tenemos tiempo. Pos que salga como juego de video, al cabo que es lo que les gusta a los chamacos. Andale, ya está tomando sentido. ¿Y sí irán a ir los adolescentes? A güevo, la ponemos en 3D. No se diga más. ¡Hagámoslo!

Es una experiencia muy triste acudir al cine esperando maravillarse con buenas historias, contadas con imágenes arrebatadoras e inquietantes, pensando que vienen de alguien como Tim Burton y obtener esta... cosa. Una experiencia tan triste que, francamente, encabrona.

miércoles, 3 de marzo de 2010

¡Me Muero Bichi!/I: El Festín de Joel.

Porque el arte no necesita de estrellitas ni calificaciones, felizmente reporto los resultados de mi primer ciclo ¡Me Muero Bichi!, mi batalla personal contra la estupidez de los destruibuidores de cine en México, desde la comodidad de mi sala. En cueros.

El Festín de Babette (Babettes gæstebud, Gabriel Axel, Dinamarca 1987). Hay un cuento en el que un hombre está en su casa en medio de una inundación. Pasa un vecino en un auto todo terreno, ofreciendo auxilio. "Dios me salvará", declina el hombre. Con las aguas más arriba, el hombre sube a la azotea y pasa otro en una lancha. "Dios me salvará". Las aguas crecen y aparece un helicóptero. Usted entiende: el hombre se niega, se ahoga y al llegar al Cielo, frente al Creador, le reclama su suerte. "Hijo mío, te envié un todo terreno, una lancha y un helicóptero..."
Con una estructura parecida, en El Festín de Babette dos ancianas danesas dedicadas al Señor y al servicio a los miembros de una pequeña y apartada comunidad luterana de mediados del siglo 19, simplemente sonríen discretamente cada vez que sus vidas han estado a punto de cambiar, sea por los avances de temerosos pretendientes de juventud, por la visita de algún bohemio artista forastero o la eventual llegada de Babette, una refugiada francesa a quien adoptan como sirvienta. Los años pasan, las arrugas y las canas se asientan y las dos hermanas viven entregadas al servicio y a la oración.
Pero dice un dicho que la tercera es la vencida. Babette, por un hecho completamente circunstancial, ofrece a sus patronas un maravilloso festín digno del mejor restaurante parisino. La preaparación de los exóticos manjares colma de color no sólo la, hasta ese momento, casi monocromática pantalla y por ende nuestros sentidos como espectadores; también afecta la vida de las ancianas hermanas y sus devotos vecinos en formas insospechadas (un sólo y delicioso ejemplo: note usted la dicha en los rostros de los accidentales ayudantes de Babette). Claro, dice otro dicho: misteriosos son los caminos del Señor.

Los pilones de la semana:
Anything Else (Woody Allen, EUA 2003). Woody Allen se desdobla genialmente en sus dos jóvenes protagonistas, Cristina Ricci y Jason Biggs, demostrando que sus diatribas no son un asunto generacional.

Hollywood Ending (Woody Allen, EUA 2002). ¿Allen no se ríe de Hollywood: se ríe con Hollywood? Con Tea Leoni como bono. Para Allen y para uno como espectador.

Then She Found Me (Helen Hunt, EUA 2007). Helen Hunt muestra en su debut como directora y guionista para la pantalla grande por qué tantos episodios de la serie noventera de tele, Mad About You (del comediante Paul Reiser y poco a poco y cada vez más, de ambos y a veces completamente de Hunt), estaban casi siempre a un paso de ser muy buenos chick flicks (pa'l viejerío, pues). Diga usted si no: Colin Firth, en su gustado papel de galán renuente. [ ] <- Espacio para suspiros de las lectoras.

Land of the Lost (Brad Silberling, EUA 2009). Inspirada en la serie de tele setentera homónima, sobre las aventuras de una familia de la época, perdida en una dimensión paralela donde conviven dinosaurios, cavernícolas y lagartijas paradas que, amenazantes, caminan leeeento. Claro que hay que entender el "inspirada en" como un vehículo del casi siempre genial (aquí, sí) Will Ferrel, quien además no teme pasarle el volante por largos ratos a sus compañeros de reparto. En otras palabras, la película no tiene absolutamente nada qué ver con la serie, excepto por las lagartijas paradas y el sonido de un banjo ocasional. En la sintonía correcta, me reí por dos horas continuas. Y canté A Chorus Line.

Cassandra's Dream (Woody Allen, EUA/RU/Francia 2007). Empezando con la ominosa música de Philip Glass, continuando con los puntuales y transparentemente escogidos diálogos de los personajes (Colin Farrell y Ewan McGregor como improbables pero finalmente convincentes hermanos), siguiendo con el uso de silencios en ciertas escenas clave, la tragedia está cantada desde el principio. Creo que Allen es mucho menos evidente y predecible cuando hace sus habituales comedias. No por ello dejan de calar las consecuencias a las acciones de los personajes. El destino, como dije, cantado, pues. Y no, no se trata de un segundo musical de Woody Allen.

Zach and Miri Make a Porno (Kevin Smith, EUA 2008). No estuve equivocado en mi apreciación cuando ví las caras de buenazos de Seth Rogen y Elizabeth Banks en los distintos posters de esta comedia de Smith, a quien generalmente le saco la vuelta (¿se repondrá alguna vez del éxito de Clerks?). Carcajadas varias, sonrisas a todo lo largo y ancho y sí, un romance digno de cualquier chick flick que se respete. Con humor escatológico como arroz y palabrejas en cada %$^#$!! diálogo.