jueves, 31 de diciembre de 2015

LO MEJOR DE 2015

Estimados lectores, muchas gracias por acompañarme en este espacio un año más.
Con mis mejores deseos para 2016, aquí va mi lista de los 10 mejores estrenos de 2015, en carteleras comerciales de la ciudad típica mexicana (donde todo es Cuautitlán), que es desde donde estoy condenado a satisfacer mi cinefilia...

Mad Max: Furia en el camino (Mad Max: Fury Road). Nadie esperaría que una película de 2015 continuara la historia de una trilogía estrenada hace más de treinta años y el director George Miller no falla: lo suyo es una violenta persecución en medio del desierto, repleta de colisiones, atropellamientos y explosiones. Muchas explosiones. Y ese convoy de escandalosos percusionistas, gigantescas bocinas y un guitarrista de heavy metal cuyo instrumento dobla como lanzallamas, en un agresivo y divertido espectáculo donde las acrobacias a altas velocidades abundan. No hubo  nada parecido en cartelera y todo ello hizo de Mad Max: Furia en el camino, lo mejor de 2015.

Whiplash Música y Obsesión (Whiplash). El título original en Inglés, “Whiplash”(“Latigazo”), se refiere a la pieza clásica de jazz que ensaya Andrew, el protagonista, una y otra vez en los tambores, soportando, pues sí, los latigazos sicológicos de Fletcher, su maestro de música. La banda sonora, que intercala “Whiplash” y el también clásico “Caravan”, sirve al director Damien Cazelle y a su editor Tom Cross para imprimir un ritmo visual que nos transmite esa genialidad musical que los protagonistas reconocen el uno en el otro.

IntensaMente (Inside Out). El cerebro humano es un órgano único, en que puede reflexionar sobre sus funciones  (“el ojo no ve que ve”, decía Sergio Pablo, mi maestrazo de Filosofía). Y en el cerebro reside lo que nos hace personas y nos mueve a vivir. Y crecer. Pixar pone todo esto en dibujos animados donde las emociones, literalmente, mueven la historia. La simplicidad del cuento y de la puesta en imágenes y sonido hacen más meritorio el absorbente trabajo de Pete Docter y Ronnie del Carmen, codirectores de esta nueva joya de Pixar.

Shaun el cordero (Shaun The Sheep Movie). No hay una sola línea de diálogo en toda la película. La trama y los chistes se explican todos en forma visual y cuando los personajes llegan a “hablar”, lo hacen en forma ininteligible. Así que no se vaya usted con la finta del anuncio “Doblada al Español”. En “Shaun el cordero”, cinta animada con muñecos reales, los directores Mark Burton y Richard Starzak hablan un solo idioma: el del cine puro.

Puente de espías (Bridge of Spies). El personaje de Tom Hanks resuelve todas las situaciones a las que se enfrenta, con inquebrantable decencia, sin los aspavientos y sin las complicaciones “propias” del típico cine de espías. Y muy posiblemente así o más tranquilo, por no decir aburrido (la película es todo lo contrario), sea el trabajo real del mundo del espionaje. Claro, se podrían haber insertado lugares exóticos, corretizas contra reloj y balaceras increíbles, al estilo James Bond, del que el director Steven Spielberg es admirador confeso (ahí tenemos el origen de Indiana Jones, pues). Citando al tranquilo personaje de apoyo, con su enigmática pregunta retórica: ¿serviría de algo?

El expreso del miedo (Snowpiercer). La estructura social es recreada con los sobrevivientes del holocausto climático mundial, en un tren sellado, que por décadas recorre un congelado planeta Tierra. En la historia de la humanidad siempre habrá un redentor de pensamiento libre, pero el destino y los que lo dictan, ni modo, son canijos, como nos muestra el escritor y director Joon Ho Bong.

Misión Imposible: Nación secreta (Mission: Impossible - Rogue Nation). Tom Cruise, el productor, continúa por el excelente camino abierto en la película anterior de la serie. El quinto episodio, ahora escrito y dirigido por Christopher McQuarrie, hace de las aventuras del agente Ethan Hunt un espectáculo de acción y comedia para todo público.

Misión Rescate (The Martian). Por una vez, el director Ridley Scott no se complica y no nos complica la vida: una divertida historia de supervivencia con el simpático Matt Damon atorado en Marte, al estilo Robinson Crusoe (sin Viernes), con apenas suficientes partes sombrías para meterle un poquito de suspenso al asunto. El uso de la ciencia real en todo momento es acertado y nunca jalado de los pelos, lo que deja el resto de la ciencia ficción en la película bastante bien asentada y, por lo tanto, creíble.

Está detrás de tí (It Follows). Una espeluznante historia de terror sin grandes aspavientos, escrita y dirigida por David Robert Mitchelldonde el mal es tan ordinario como cualquier persona que te pueda estar siguiendo.

Gloria. La actriz Sofía Espinosa logra que creamos que esa Gloria sumisa con Sergio Andrade es la misma que, sobre los escenarios, domina al público y parece dueña de una libertad y un libertinaje desenfrenados. Ignoro si lo narrado por la guionista Sabina Berman y el director Christian Keller en “Gloria” es cierto o no. La película es congruente de principio a fin; no maltrata a su protagonista y tampoco, para jugar con el nombre, la glorifica.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Star Wars: El Despertar de la Fuerza ***

(Star Wars: The Force Awakens, EUA 2015) Clasificación México ‘B’/EUA ‘PG-13’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

La pregunta que más me han hecho parientes, amigos y lectores, con el estreno de El Despertar de la Fuerza, es si se necesita haber visto (o al menos recordar) las seis películas anteriores de Star Wars para entender esta nueva. La respuesta rápida y contundente es: no.

A pesar de ser la séptima cinta de una serie fílmica iniciada en 1977, El Despertar de la Fuerza no se complica las cosas y no le complica la existencia al público: en lugar de presentar una historia nueva que continúe lo narrado, literalmente, “hace mucho tiempo…”, básicamente recicla la trama de la primera película, La Guerra de las Galaxias, donde un joven granjero con sueños de aventura, en un planeta olvidado, recibe un mensaje escondido en un robot y se embarca en una misión para encontrar a una princesa y eventualmente pelear al lado de las fuerzas Rebeldes contra el malvado Imperio Galáctico. El granjero, por supuesto, se convierte en el héroe más grande la galaxia.

Ahora, al inicio de El Despertar de la Fuerza, se nos informa que han pasado tres décadas desde aquella derrota del Imperio y la lucha entre ambos bandos continúa. La Alianza Rebelde ahora se llama la Nueva República y lo que quedó del Imperio se ha reagrupado en el Primer Orden, una fuerza militar y política tan malévola como el antiguo Imperio, en busca de recuperar el control de la galaxia. En este escenario, una joven pepenadora, en un planeta olvidado, recibe un mensaje escondido en un robot y se embarca en una misión para encontrar a una princesa y eventualmente pelear al lado de… y aquí puede ver usted que no necesito más que copiar y pegar del párrafo anterior para completar la idea.

Lo mismo ha hecho el director J.J. Abrams, escribiendo el guión de El Despertar de la Fuerza junto a Lawrence Kasdan, guionista de El Imperio Contraataca y El Regreso del Jedi, segunda y tercera partes de la trilogía original. Si bien la historia es entretenida, realmente no ofrece nada nuevo a los seguidores de la serie, ya que hasta el nudo principal de El Imperio Contraataca es reciclado.

Dejando de lado el asunto del refrito, el trabajo de Abrams resulta en una buena película de entretenidas aventuras, con una protagonista carismática (Daisy Ridley, que parece hermanita de Keira Knightley) y un equipo de simpáticos acompañantes (John Boyega, Óscar Isaac y un robot en forma de pelota con sombrero), que hacen muy buen trabajo de involucrarnos emocionalmente en sus corretizas y vuelos, trepados en naves espaciales varias, todo mostrado en imágenes que se ven increíblemente reales (¡vivan la tecnología visual y el talento de Abrams para usarla en beneficio del espectáculo!), como no se había visto antes ninguna película de Star Wars.

Si acaso, con las limitaciones propias de la época antes de las imágenes computarizadas, El Imperio Contraataca, de Irvin Kershner está a la par visualmente, si se me permite regresar a las comparaciones con glorias pasadas, que finalmente son inevitables, dado que en esta película aparecen también personajes y naves de las primeras tres cintas.

Y ya entrados en comparaciones, entre las nuevas curiosidades, hay un personaje (dibujado y animado con captura de movimientos y voz de Lupita N'yongo) emocional y visualmente similar a Yoda, que ha vivido cien siglos y al conocer a la pepenadora heroína, declara que ha visto repetirse la historia una y otra vez. La verdad, en lo que hace a Star Wars, la noticia no me impresiona: yo llevo apenas medio siglo y en ese tiempo, este cuento ya ocurrió dos veces.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...

La Guerra de las Galaxias **1/2
(Star Wars, EUA 1977)
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Con todo y su estatus de leyenda, técnicamente La Guerra de las Galaxias, escrita, producida y dirigida por George Lucas está lejos de ser una película excepcional. La historia del hombre común predestinado a convertirse en un gran héroe, ha sido contada por Hollywood una y otra vez.

Luke Skywalker, un joven granjero en un planeta olvidado, recibe una misión clásica, por no decir trillada: rescatar a una princesa cautiva. No pueden faltar los compañeros de aventuras, recogidos en el camino: aquí, dos torpes pero chistosos ayudantes, los robots C3PO y R2D2 (o Citripio y Arturito, como fueron rebautizados fonéticamente en México) y dos piratas espaciales: el impulsivo (y tramposo) Han Solo y su leal compañero Chewbacca, una especie de oso peludo y antropomorfo. Los obstáculos en estas historias son enfrentados con el ingenio de los aventureros y valiéndose de los poderes de un personaje místico, que en La Guerra de las Galaxias toma la forma de un viejo ermitaño que guarda, por supuesto, el secreto de la grandeza destinada al protagonista.

Lucas presenta una serie de situaciones predecibles pero entretenidas, con diálogos que van de lo básico a lo cursi, apenas funcionales para mantener la trama, y chispazos de comedia a cargo de la pareja de robots y la pareja de piratas.

El obstáculo principal es el plan de las malvadas fuerzas imperiales por usar la tecnología contra la población, de modo que el gran triunfo de Luke es renunciar a las máquinas y destruir el mal con el poder de la mente, que aquí es llamado “La Fuerza”. Convenientemente, Darth Vader, quien encabeza a los malos, también usa La Fuerza como arma, lo cual redondea el viaje del héroe en un enfrentamiento climático. Pero una vez lograda la meta, el director Lucas ya no tiene nada para sus personajes, que sólo se limitan a sonreír unos a otros en un abrupto final.

El Imperio contraataca ****
(The Empire strikes back, EUA 1980)
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Estrenada tres años después, El Imperio contraataca muestra el buen tino de George Lucas al encargar la producción, el guión y la dirección de la continuación, a gente más experimentada que él en Hollywood, para asegurar que la primera película no se convirtiera en una llamarada de petate.

La mejora es notable, tanto en historia como en imágenes. El básico viaje del héroe de la película anterior se convierte en el preámbulo de un camino hacia el interior del personaje de Luke Skywalker. Es por ello que, desde el principio de El Imperio contraataca, Luke no participa de las acciones de los demás personajes, ahora enfrascados en lucha permanente contra las fuerzas imperiales, en una trama que pasa a segundo plano, con escenas que esta vez sí llevan una secuencia lógica. El obstáculo de Luke ahora es su propia tendencia al mal, lo cual lleva al mayor acierto de toda la saga y punto climático de la segunda película: la impactante revelación de la relación del héroe con Darth Vader, el hombre más malvado de la galaxia.

La dirección del veterano Irvin Kershner sobre un guión de Lawrence Kasdan (prácticamente novateando sobre un guión previo de otra veterana de Hollywood, Leigh Brackett, que además era novelista de ciencia ficción) nos da una sólida película que refuerza la dramática historia del héroe con una excelente mezcla de aventura y comedia, gracias al desarrollo de los personajes secundarios, incluyendo a Yoda, un nuevo místico que reemplaza al serio Obi-Wan de la primera película. Tan efectivo es el trabajo sobre personajes del director Kershner, que Yoda resulta completamente creíble a pesar de ser una marioneta.

El regreso del Jedi **
(The return of the Jedi, EUA 1983)
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Al inicio de la tercera parte, Luke Skywalker fanfarronea frente al mafioso Jabba the Hutt, fingiendo ser un Caballero Jedi, a pesar de no haber terminado su entrenamiento por los trágicos hechos vistos en El Imperio contraataca. Tan no funciona la fanfarroneada de Luke, que aunque cumple el objetivo de rescatar al pirata Han Solo, termina asesinando a Jabba y a toda su corte.

Igualmente, George Lucas y su coguionista Lawrence Kasdan, en El regreso del Jedi, fanfarronean con el público, queriendo aprovechar lo logrado en El Imperio Contraataca, pero el resultado queda más bien como una nueva versión de La Guerra de las Galaxias, inflada a base de escenas de acción con efectos especiales sin pulir (demasiadas imágenes descuidadamente sobrepuestas) y chistes demasiado infantiles. Han Solo, después de tener uno de los desarrollos más interesantes de la segunda película, aquí es relegado al papel de bufón y la suerte del Imperio es un refrito de la primera cinta.

El enfrentamiento de Luke Skywalker con Darth Vader es resuelto débilmente, considerando la historia que se había construido en la segunda película y, en consecuencia, el final feliz llega… nomás porque sí.

sábado, 12 de diciembre de 2015

En el corazón del mar **1/2

(In the heart of the sea, EUA 2015) Clasificación México ‘B’/EUA ‘PG-13’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

En el corazón del mar, del director Ron Howard, busca adentrarse en el corazón humano a través del enfrentamiento de dos personalidades opuestas, en una historia real que, a su vez, nos cuenta la película, inspiró a Herman Melville a escribir su novela Moby Dick.

Con un planteamiento directo y nada sutil, la trama se pone en marcha al presentar a los personajes: el experimentado e inteligente primer oficial (Chris Hemworth en modo Thor) de una flota ballenera asentada en Nantucket a principios del siglo XIX, contra el novato e inepto capitán (Benjamin Walker, de Abraham Lincoln Cazador de Vampiros) que es asignado al barco que por antigüedad le habría correspondido dirigir al frustrado primer oficial. En 1850, los hechos son narrados a Melville (Ben Whishaw, el nuevo Q, del 007) por un viejo (Brendan Gleeson) sobreviviente  de esa misión de 1820, en que una ballena hundió el barco donde él, apenas un adolescente (desperdiciado Tom Holland, que antes brilló en Lo Imposible, la cinta sobre el tsunami) iniciándose en la cacería de ballenas, fue testigo de la lucha de poder del primer oficial y el capitán.

Decía que Howard no es sutil y justamente, cuando el narrador dice que el capitán es tonto, vemos una escena donde toma una decisión equivocada. Cuando dice que el primer oficial es hábil, vemos una escena donde hace algo que nadie más puede hacer en el barco. Finalmente la historia de lucha de poder se siente forzada por el director Howard y si bien las consecuencias son terribles, en la película parece que la tragedia fue más bien producto de una brava naturaleza que de la necedad de los dos hombres. Sin duda Herman Melville sólo tomó la idea principal para la inmortal Moby Dick. Ojalá Ron Howard hubiera hecho lo mismo.

sábado, 5 de diciembre de 2015

LO PEOR DE 2015

Al mal paso, darle prisa: a fin de año, tradicionalmente hago el recuento de las peores películas exhibidas (y que tuve la mala fortuna de ver) en los pasados 12 meses.
Optimista que soy, tengo fé en que sólo veré buen cine durante Diciembre. Así que van, en orden cronológico, los 5 churros que más sufrí entre Enero y Noviembre, con ligas a la reseña extendida publicada originalmente.

(Good People, EUA 2014) Vista en Enero.
¿Qué haría usted si se encuentra dinero ajeno? ¿Y si el dueño ya está muerto? Esta debería ser la premisa de Gente de Bien, del director danés Henrik Ruben Genz, protagonizada por James Franco y Hate Hudson. Lamentablemente el guión llena de motivaciones no sólo a la pareja protagónica, sino también a los malos y hasta al policía que investiga el caso. Eventualmente la película deja completamente de lado el asunto de la lana y los motivos, para convertirse en un refrito de “Mi Pobre Angelito”, aquella en que el pequeño Macauley Caulkin llenaba su casa de trampas para darle su merecido a los malos. Pero James Franco no es Macauley Caulkin y, pues ya está grandecito como para que le andemos festejando sus imprudencias.
(Chappie, Sudáfrica/EUA/México 2015) Vista en Marzo.

Una mezcla de Robocop con cuanta película sobre inteligencia artificial ha hecho Hollywood, movida por una trama con tantos huecos como los de las cabezas de sus personajes. Este bodrio del director Neil Blomkamp solamente se salva por los efectos especiales para traer a la vida (en pantalla, por supuesto) a Chappie, el convincente robot antropomorfo del título, con la voz y los movimientos del tieso actor sudafricano Sharlto Copley.

(The Avengers: Age of Ultron, EUA 2015) Vista en Mayo.

Con Era de Ultrón, el director Joss Whedon cae en la rutina de mostrar peleas de acción escandalosa y confusa, intercaladas con pláticas aburridas. Además, no se puede disfrutar plenamente si uno no recuerda o no conoce los hechos mostrados en las películas individuales de cada uno de los Avengers. Y en lo que hace a conclusión, no hay tal: todo lo que ocurre parece no servir más que para llevarnos a las siguientes películas ya anunciadas de los mismos monos. Lo rescatable, en todo caso, es la creciente relación entre la Viuda Negra (Scarlett Johansson) y Hulk (Mark Ruffalo cuando no es un dibujo verde). Pero no estoy seguro de querer ver los demás capítulos, nomás para ver si terminan teniendo un bilioso chamaco verdinegro.

(Little boy, México/EUA 2015) Vista en Mayo.

El planteamiento del director Alejandro Gómez Monteverde, sobre un niño californiano que espera a que su padre regrese vivo de Japón, durante la Segunda Guerra Mundial, da para una buena lección de fé y crecimiento personal, pero lamentablemente es desarrollado a base de fórmulas para un predecible final, sin importar realmente lo que le ha pasado a los personajes a lo largo de la película. El gran pequeño se interesa más en recurrir a fórmulas tramposas que lleven a un final feliz, independientemente de la historia que nos está contando. El peor Hollywood, pues. Pero hecho en México.

(Outcast, EUA/China/Canadá 2014) Vista en Septiembre.

Supongo que la idea inicial no era mala: un Cruzado del siglo XII que pierde la fé y abandona la guerra santa para refugiarse en China, sin poder escapar a las consecuencias de sus pecados. El caso es que el Cruzado (Hayden Christensen, el otrora joven y berrinchudo Darth Vader) continúa matando a quien se le ponga enfrente, ahora en nombre del imperio celeste, pero la trama se mueve como si fuera una película sobre un berrinchudo aventurero (¿no sabe de otra Christensen?) y no la tragedia de un pecador. Y hablando de pecados, cuál habrá sido el que cometió Nicolas Cage, que con esta película sigue cayendo de nivel en el infierno de los churros cinematográficos…

… y va un pilón:
>>>LA DECEPCIÓN DE 2015<<<
(Minions, EUA 2015) Vista en Julio.
Después de ver Mi Villano Favorito 2, todos quisimos, ¡exigimos! lo mismo: ¡Una película de los Minions! Como dicen: cuidado con lo que deseas. Y es que en lugar de aprovechar al máximo la característica principal de los monitos amarillos, que es echar relajo en todo y por todo, sus creadores Pierre Coffin y Kyle Balda los encasquetaron en una historia bastante estándar, donde tenemos que chutarnos los deseos estándar de una villana estándar, de conquistar (o destruir, según aplique) el mundo; uno de los Minions se convertirá en el héroe estándar que salva a todos, en una forma… estándar. Es tan evidente que la trama es lo de menos, que las mayores carcajadas están en las escenas marginales y sobre todo al final, con el hilarante número musical que no tiene nada que ver con el resto de la película.