jueves, 18 de junio de 2015

Mundo Jurásico ***

(Jurassic World, EUA 2015) Clasificación México ´B´/EUA ´PG-13´
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

En los primeros minutos de Mundo Jurásico, segundo largometraje del director Colin Trevorrow, un personaje sentencia: "El público ya no se impresiona nomás con dinosaurios. Ahora los quiere más grandes, más dientones y más violentos". Y lo que sigue son dos horas de un refrito de Parque Jurásico, justamente más grande, más violento y con muchos más dientes. Peeero… la historia sigue siendo la misma de hace 22 años.

Resulta que el antiguo Parque Jurásico finalmente ha sido abierto al público, ahora con el nombre Mundo Jurásico. Entre los visitantes, dos chamacos, parientes de la directora del parque (entaconada Bryce Dallas Howard), se pierden en medio de la selva, justo cuando se suelta el dinosaurio más fiero. Afortunadamente, un especialista en las terribles cachoras (Chris Pratt) se lanza a salvarlos y… bueno, puede ver usted, estimado lector, que todo suena bastante conocido. También afortunadamente, todo el asunto sigue siendo divertido y emocionante y los dinosaurios siguen siendo muy impresionantes.

Sólo tuve un problema con esta nueva versión: en Mundo Jurásico, entre el gentío que llena el parque y a diferencia de la original, nunca queda claro a cuántos cristianos se escabechan los dinosaurios, así que, lo confieso: esta vez no sentí ni tantita pena.

miércoles, 3 de junio de 2015

El gran pequeño *1/2

(Little boy, México/EUA 2015) Clasificación México ‘A’/EUA ‘PG-13’
Calificaciones  ****Excelente ***Buena **Regular *Mala



El camino al infierno cinematográfico está pavimentado de buenas intenciones y para muestra, un gran pequeño botón. El director tamaulipeco Alejandro Gómez Monteverde intenta presentar en “El gran pequeño” una historia sobre la fuerza de la fe, que se desarrolla y termina como un simple cuento al estilo hollywoodense.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el chaparrito Pepper (excelente Jakob Salvati, llevando toda la película), güerito de 7 años en un idílico pueblito californiano junto al mar (los estudios en Rosarito haciendo los honores), sufre porque su papá (un cacheteadón pero buenazo Michael Rapaport) es enviado a pelear contra los japoneses. En clase de catecismo, Pepper aprende que sólo basta una fe del tamaño de un grano de mostaza para mover una montaña, por lo que desea con fe que termine la guerra y su padre regrese a casa. El pueblo entero se burla, tanto por su tamaño (despectivamente lo llaman “pequeñín”, “Little boy” en Inglés)  como por sus deseos. Entonces el sacerdote (Tom Wilkinson, en una breve actuación con su usual corazón en la mano) lo encamina en la manera cristiana de acrecentar la fe: le da una lista de tareas (alimentar al hambriento, visitar enfermos, etc., en resumen: amar al prójimo) y desaparece rápidamente de escena, no sin antes presentarlo con Hashimoto, un viejo inmigrante japonés que es visto con odio por todos en el pueblo, a causa de la guerra. Es claro que la tarea más importante de Pepper será amar al “enemigo”, encarnado, sin deberla ni temerla, en Hashimoto.


Hashimoto (Cary-Hiroyuki Tagawa) ayuda a Pepper a cumplir con las tareas de la lista (en el estilo del Sr. Miyagi de Karate Kid), aunque advierte al cura, y con razón, que no está bien decirle al niño que la fe es como un acto de magia que por sí sola regresará al papá sano y salvo. ¿Qué pasará, pregunta Hashimoto, si el papá muere en la guerra? ¿Se sentirá Pepper defraudado por Dios?


El planteamiento del guión, escrito por el propio Gómez Monteverde junto con Pepe Portillo, da para una buena lección de fe y crecimiento personal, pero lamentablemente es desarrollado a base de fórmulas para un predecible final, sin importar realmente lo que le ha pasado a los personajes. Por ejemplo, ¿qué consecuencias tiene para su relación con Hashimoto el que el apodo de Pepper sea igual al nombre de la bomba que destruyó Hiroshima? ¿Este hecho (el bombardeo que pone fin a la guerra) sirve para aumentar o disminuir la fe de Pepper? “El gran pequeño” no nos deja ver nada de esto, porque se interesa más en recurrir a fórmulas tramposas que lleven a un final feliz, independientemente de la historia que nos está contando. El peor Hollywood, pues. Pero hecho en México.