El pasado fin de semana tuvimos en Baja California el II Festival de Jazz "Chinto Mendoza", en homenaje a este gran saxofonista cachanilla y que en esta edición se convirtió en un festival estatal, con sedes en Mexicali, Ensenada y Tijuana. Las buenas nuevas este año, además del cartel musical de primera línea, fueron los complementos, con la presentación del poemario El Arte de la Pausa, del Poeta Culichi Jesús Ramón Ibarra (con quien tuve el gusto de compartir una charla sobre jazz, cine, amigos culichis comunes, cerveza vs. vino y beisbol vs. futbol... sí, sus blogs serán una sorpresa para quien los visite por primera vez); una conferencia sobre la música en B.C., de particular interés el ambiente en los viejos bares fronterizos durante la prohibición del alcohol en los Estados Unidos, a cargo del escritor Gabriel Trujillo Muñoz; y como plato fuerte, cinematográficamente hablando, la presentación de tres películas silentes, musicalizadas en vivo por la Club Foot Orchestra, de San Francisco.
La proyección inició con un divertido corto de Félix el Gato, "Woos Whoopee" (Otto Messmer, 1928), con la Club Foot Orchestra proporcionando, en vivo, la música y todos los efectos de sonido. Carcajadas generales y ovación al final de los 8 minutos.
La primera película principal, El Gabinete del Dr. Caligari (Robert Wiene, 1920), fue para mí la primera oportunidad de ver este clásico del expresionismo alemán. En particular, la partitura interpretada por la Club Foot Orchestra me pareció a ratos excesiva, careciendo de silencios en algunos momentos en que los creí necesarios. Lamentablemente la proyección sufrió un percance, al congelarse la imagen por alrededor de un minuto (se estaba proyectando un DVD de la película) y al regresar el movimiento, se adelantaron varias escenas, provocando que la orquesta reajustara al vuelo y el público nos perdiéramos en la trama. Opté por no continuar, ya que, como dije era la primera vez que podía ver esta película. Así que fui a hacer mejores cosas y regresé para la segunda función.
Nosferatu(F.W. Murnau, 1922) iluminó con su terror la pantalla al aire libre en el Centro Estatal de las Artes de Mexicali. La partitura en esta ocasión me pareció mucho más apropiada, dándome la idea de música folklórica de Europa oriental, acorde al clásico relato del vampiro saqueado de Drácula. Sin embargo, quienes han estado en Mexicali en la primavera, sabrán de los ventarrones que sufrimos en estas épocas, lo cual, en medio del desierto, no siempre es bueno. El polvo que soplaba (con la consiguiente alergia) pudo más que mis ganas de ver completa la función, así que después de unos 20 minutos tuve que retirarme.
Fuera de estos pequeños percances, el proyecto de Club Foot Orchestra es para seguirse. Espero que los volvamos a tener pronto en nuestra ciudad (con los problemas técnicos de proyectar DVDs, resueltos y yo, preparado para mi alergia).
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