viernes, 30 de diciembre de 2016

LO MEJOR DE 2016

Lo mejor que ví en la cartelera comercial de la típica ciudad mexicana, durante 2016.
Van en orden de preferencia:

1. Revenant: El Renacido ****. El director Alejandro G. Iñárritu arrastra, literalmente, al por fin oscareado DiCaprio, por tupidos bosques y paisajes congelados, con una cámara (del cada vez mejor Emmanuel Lubezki) siempre activa y nada tímida para las persecuciones y sangrientos enfrentamientos.

2. La Bruja ****. El mal existe, como en la vida, en este intrigante y eventualmente escalofriante relato del director Robert Eggers. La pregunta, contestada en la película, por cierto, es si el mal existe dentro o fuera de nosotros.

3. Las elegidas ***1/2. El director David Pablos muestra, por un lado, cómo se destruye a una niña, a una persona, a base de engaños y sin ningún remordimiento por parte de los victimarios. Y por otro lado, muestra el génesis de un nuevo criminal que, no hay duda, seguirá los pasos de padre y hermano.

4. La gran apuesta (The Big Short) ***1/2. El director Adam McKay explica con muy buen humor la crisis económica mundial de 2008. Ni modo: nos reímos porque es verdad.

5. ¡Salve, César! (Hail, Caesar!) ***1/2. Josh Brolin se luce como el ejecutivo de un estudio de la época dorada de Hollywood, en una intensa jornada, arreglando broncas en la producción de película tras película, mientras la estrella (George Clooney) es secuestrado por los comunistas en esta hilarante comedia de los hermanos Coen.

6. El buen amigo gigante ***1/2. Spielberg mantiene el ambiente de cuento de principio a fin con el guión de Melissa Mathison y el equipo habitual del director: la fotografía de Janusz Kaminski y la edición de Michael Kahn, pausada cuando se requiere y frenética en los momentos justos; acompañando y creando la atmósfera correcta en cada escena, la partitura de John Williams. ¿Cine a la antigüita? No sé. Cine para reír, pensar y soñar, sí. Definitivamente, sí.

7. Me estás matando, Susana ***1/2. Me gustó ese retrato que hacen Roberto Sneider, José Agustín y Gael García, del deseo vicioso del macho: que mi vieja sea poco menos que una ardiente meretriz, ah, pero eso sí, que lo sea por generación espontánea. Y si no, pues voy y le parto en su madre al que le enseñó; claro, después de que se me baje mi propia… emoción.

8. El bebé de Bridget Jones ***1/2. Conocí a Bridget Jones gracias a la directora Sharon Maguire hace 15 años y ahora, casi a los 50, ambas me han hecho reír como no me pasó en un cine en todo 2016. No sé si la escena de esa estrella pop, a quien ni Bridget ni yo reconocimos, funcione igual para los espectadores veinteañeros, que seguramente sí supieron quién era. Extrapolando: No sé si “El bebé de Bridget Jones” funcione igual para los espectadores veinteañeros, que, segura y tristemente para ellos, no la conocen.

9. La llegada ***1/2. Con todo lo fascinante que es la propuesta inicial (extraterrestres llegan por primera vez a la Tierra), después de la mitad el director Villeneuve toma varios atajos, acelera fuera de cuadro el proceso de aprendizaje mutuo entre la protagonista y los extraterrestres, y cierra de forma artificial y anticlimática la trama principal; sin embargo, una subtrama circular que originalmente era menor, termina revelándose como la valiosa propuesta filosófica de la película.

10. Sully: Hazaña en el Hudson ***1/2. Sully, como nos lo muestra el prácticamente infalible narrador Eastwood y en la confiable piel de Hanks, es un modelo de profesionalismo, como uno esperaría que fueran todos los pilotos de avión. La película funciona a la perfección y nos provoca las emociones y reflexiones correctas; igualmente un modelo de profesionalismo. Como uno esperaría que fueran todos los cineastas.

Menciones honoríficas:

11. Los Hámsters ***. Un día en las vidas secretas y separadas de una familia tijuanense; secretos que les permiten seguir siendo una familia ordinaria. Y unida. Excelentes actuaciones de Ángel Norzagaray, Gisela Madrigal, Hoze Meléndez y Monserrat Minor, además del competente reparto secundario. Escrita y dirigida por Gilberto González Penilla. 

12. El Libro de la Selva ***. Por encargo de Disney, el director Jon Favreau combina exitosamente realistas animales dibujados, con un joven actor de carne y hueso, para contar las historias de Mowgli, el cachorro humano criado por lobos en las selvas de la India.

13. Avenida Cloverfield 10 ***. Ah, qué bonito ejercicio de intriga y suspenso nos da, en su ópera prima, Dan Trachtenberg. Desde el principio solamente sabemos lo que sabe la protagonista y no hay un momento de la película en que no queramos saber la verdad. Claro, hasta que el director nos la revela. Ah, pero queríamos saber…

martes, 27 de diciembre de 2016

Rogue One: Una historia de Star Wars ***

(Rogue One: A Star Wars story, EUA 2016) Clasificación México: ‘B’/EUA ‘PG-13’
Calificaciones: ****Excelente  ***Buena  **Regular  *Mala


Rogue One es la octava película de la serie de Star Wars, aunque oficialmente es una película solitaria que apenas toca tangencialmente la saga de Luke Skywalker y Darth Vader, al contar cómo la Alianza Rebelde robó al Imperio los planos de la Estrella de la Muerte, eventualmente destruida por Luke en La Guerra de las Galaxias, estrenada en 1977. Curiosamente, para reforzar la idea de que no es un episodio más de la serie (¿Episodio 8 o, más bien, Episodio 3.5?), por ningún lado se ve el famoso logotipo inicial ni la narración escrita sobre el fondo de estrellas; tampoco se escucha el fantástico tema musical de La Guerra de las Galaxias compuesto por John Williams. El director Gareth Edwards, sin más bules para nadar que la advertencia “Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana…”, nos mete de lleno en este nuevo cuento “de Star Wars”.

¿Funciona Rogue One, como una aventura individual? Mire, como dice la Chimoltrufia, “no nos hágamos tarugos”… Simple y llanamente, Rogue One sí es otro episodio de Star Wars, pero tal vez es el episodio más arriesgado, al dejar fuera a los conocidos personajes de la serie, salvo una que otra breve aparición especial de algunos de ellos. Sin embargo, no podemos negar que el director Edwards cuenta bien la historia del grupo de guerrilleros rebeldes que se lanza de cabeza en una misión a todas luces sin futuro, a las entrañas mismas del malvado Imperio Galáctico.

Es inevitable que el público compare el ensamble de personajes nuevos con los queridos personajes de La Guerra de las Galaxias, intentado identificar quién toma el lugar de cada uno. Pero Rogue One no comete el error de tener a un nuevo Luke, un nuevo Han Solo y una nueva Princesa Leia, sino que confía el peso del relato a personajes distintos: una joven veinteañera ex presidiaria (Felicity Jones) que no desea cumplir ningún sueño heroico es reclutada por un mercenario asesino al servicio de la Alianza Rebelde (Diego Luna, parco y perpetuamente enojado), acompañados de un cínico robot parlante, totalmente opuesto al inocente C3PO. Estos personajes no son carismáticos como los de las películas originales pero a cambio están insertos en una trama interesante, que sigue el clásico planteamiento de un equipo de renegados que buscan lo imposible porque no tienen nada qué perder.

Donde Rogue One falla es en las varias escenas que abusan de la exposición de motivos, con personajes que hablan y hablan en lugar de entrar en acción. La película termina sufriendo por ello y el último tercio parece querer compensar, con largas y vertiginosas escenas de batalla que resultan repetitivas, no sólo de Rogue One, sino de las tres películas originales. Pero a juzgar por las reacciones del público en la sala, esas referencias son lo que piden los fans, todo mundo sale contento y Disney-Lucas Films ya prepara las aventuras de Han Solo antes de La Guerra de las Galaxias. ¿Episodio 3.75?

jueves, 15 de diciembre de 2016

Jedi Junior High **

(Jedi Junior High, EUA 2015)
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

A todos los que quieren y aman... Star Wars, va este documental sobre una producción teatral, con niños californianos de entre 8 y 12 años, de la versión musical de El Imperio Contraataca. 

Algo así como una tercera parte de Jedi Junior High (en Español, “Secundaria Jedi”) dirigido por Heidi Burkey es sólo para fans de todo lo que sea Star Wars, ya que, a través de entrevistas con los niños y sus papás, la directora Burkey remacha las bondades de las películas y el universo creado por George Lucas; el problema es que si usted sabe poco o nada de “La Guerra de las Galaxias” (que es como se llamaron originalmente en México las primeras 3 películas), no entenderá de qué están hablando los entrevistados y básicamente escuchará alabanzas fanáticas.

Otro tercio se gasta en los aburridos ensayos de la obra teatral, sin que suceda nada realmente interesante, ya no digamos algún tipo de tensión o conflicto. Ni siquiera cuando la obra musical se queda sin directora a unos días del estreno.

Afortunadamente, el tercio restante y verdaderamente valioso de Jedi Junior High se dedica a mostrar cómo las expresiones artísticas, en este caso el teatro, el baile y el canto, pueden encauzar al chamaco más distraído y hacer brillar en escena (y en la vida, de hecho) al preadolescente más inseguro.

Sully: Hazaña en el Hudson ***1/2

(Sully, EUA 2016) Clasificación México ‘B’/EUA ‘PG-13’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

El planteamiento de la más reciente película del director Clint Eastwood es sencillo: el Capitán Sully (Tom Hanks) intenta hacer entender a los agentes federales que lo investigan, que hizo lo correcto al acuatizar su avión en el río Hudson, una mañana de Enero de 2009, con 155 personas a bordo. Parafraseando a cierto presidente, Sully sostiene que ningún piloto serio y experimentado se levanta en la mañana pensando en joder su vuelo.

Veterano de la aviación militar y civil, Sully cuenta con una intachable experiencia de décadas. En parte por ello se inicia la investigación federal a su aparentemente arrebatada decisión de bajar el avión en medio del río en lugar de regresar al aeropuerto de donde acababa de despegar en Nueva York, después de que una parvada de gansos chocó con la nave, inutilizando los dos motores.

La película desarrolla exitosamente sus dos premisas: primero, cuando actuamos de cierta manera en una situación extrema, no podemos dejar de darle vueltas a lo ocurrido y es inevitable pensar en lo que pudo ser. Segundo, cuando se es un verdadero profesional, sólo queda confiar en el instinto, por la sencilla razón de que el instinto ya ha sido moldeado por la experiencia de quien siempre cumple con su trabajo.

Sully, como nos lo muestra el prácticamente infalible narrador Eastwood y en la confiable piel de Hanks, es un modelo de profesionalismo, como uno esperaría que fueran todos los pilotos de avión. La película funciona a la perfección y nos provoca las emociones y reflexiones correctas; igualmente un modelo de profesionalismo. Como uno esperaría que fueran todos los cineastas.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Moana: Un mar de aventuras ***

(Moana, EUA 2016) Clasificación México ´A´/EUA ´PG´
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Un poco de karaoke, estimado lector… cante conmigo: “¡Libre soy, libre soy…!”

O, qué tal ésta: “¡Bajo 'el mar, bajo 'el mar…!”

Fácil, ¿verdad? Con la primera, inmediatamente piensa uno en Frozen, y con la segunda, en La Sirenita. Bueno, a ver, sígame con esta otra: “El punto en que el cielo es el mar, me llama…”

¿No le suena? ¿Qué tal ésta, un poco más sencilla? “¡De nada, de nada!”

¿Tampoco? No lo culpo, estimado lector. Justamente esas dos últimas son canciones que se pueden oír en Moana: Un mar de aventuras, el nuevo musical animado por computadora de la casa Disney. El problema es que, aunque las canciones de Moana funcionan para contar la historia mientras uno ve la película, al salir ya las hemos olvidado completamente. Escritas por la sensación de Broadway, Lin-Manuel Miranda y todo lo que usted quiera, pero nada pegajosas, pues.

En todo caso y ya olvidadas las canciones, los directores Ron Clements y John Musker (quienes también realizaron La Sirenita, por cierto) no intentan inventar el hilo negro, sino entregar la cinta típica de Disney, protagonizada por la nueva princesa del róster disneyiano, agregando los elementos narrativos de moda y una que otra referencia a la cultura pop actual (hay que ver esa delirante secuencia estilo Mad Max 4; por mucho, lo mejor de toda la película).

La comparación con La Sirenita y con Frozen, por cierto, no es de oquis. Moana es una princesa de las islas del Pacífico Sur, que desea con todo el corazón y contra los deseos de su padre, justo como la sirena Ariel, vivir aventuras más allá de la pequeña isla donde vive. Y, justo como las princesas Anna y Elsa en Frozen, Moana busca su propio destino por sí misma, no a base de esperar al príncipe Azul.

Aún así, el cuento transcurre gracias a una relación de pareja, aunque no romántica. Moana se hace acompañar de Maui, un presumido semidiós que es una especie de Prometeo de las Polinesias quien, a pesar de su espíritu de redentor, no tiene como misión rescatar a Moana, sino, en todo caso, facilitarle el encontrar su destino.

Qué gusto que Disney siga con sus tradiciones cinematográficas pero esté atenta a las necesidades del público, que ya no se traga personajes femeninos limitados al segundo plano. Ahora, si tan sólo le trabajaran un poquito más a esas cancioncitas…

sábado, 3 de diciembre de 2016

Los Hámsters ***

(Los Hámsters, México 2014) Clasificación México ´B-15´
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Antes de reunirse alrededor de la mesa a cenar, seguimos por separado a papá, mamá y sus adolescentes hijo e hija, en un día en su vida tijuanense. Los secretos que cada uno esconde de los demás, son terribles y probablemente cada uno lo intuye. Por eso, tal vez sea mejor mantener esas vidas separadas en secreto, para seguir siendo una familia ordinaria. Y unida.

Excelentes actuaciones de Ángel Norzagaray, Gisela Madrigal, Hoze Meléndez y Monserrat Minor, además del breve y competente reparto secundario. Escrita y dirigida por Gilberto González Penilla.

jueves, 1 de diciembre de 2016

LO PEOR DE 2016

Ya sé, ya sé: todavía faltan 29 días para que termine Diciembre… pero tengo el propósito (deseo, más bien) de no ver mal cine en lo que queda del año. Así que aquí va lo peor que sufrí durante 2016. Seguramente faltan varios churros que no ví, pero tampoco es manda. Van en el orden en que, en mala hora, me las topé.

Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala


Tierra de cárteles *1/2 - En la idea detrás de este documental, del director estadounidense Matthew Heineman, hay una buena película: con el crecimiento del violento dominio de territorios por parte de los cárteles de la droga y ante la inacción de los gobiernos, un grupo de mexicanos en Michoacán y otro de estadounidenses en Arizona toman las armas por su cuenta para eliminar, ya sea deteniendo y entregando a las autoridades o, de plano matando, a los temibles delincuentes. Las autodefensas michoacanas quieren sacar a los criminales de su estado. Los paramilitares de Arizona quieren evitar que los miembros de los cárteles entren a su país. Al final, las dos historias permanecen aisladas una de la otra, sin juntarse nunca. Sólo el seguimiento al Dr. Mireles cobra vuelo pero, aún ahí, no hay nada en la película que no sepamos ya por los noticieros y los periódicos.

Batman vs. Superman: El origen de la justicia * El director Zack Snyder hizo todo menos una película coherente con la premisa. La primera hora se desperdicia en una narrativa propia de los cortos/avances de cine, con mini diálogos que no lo son y mini escenas que no permiten acumular tensión. Solamente se remacha el punto de que Batman (Ben Affleck intentando protagonizar este amasijo) debe detener a Superman (Henry Cavill apenas haciendo acto de presencia) y viceversa, en una trama enredosa, como cierto discurso inútil que en algún punto se avienta el villano, Lex Luthor (Jesse Eisenberg, imitando al Guasón de El Caballero de la Noche). A la desordenada y desconectada narrativa se remacha la insistencia en contar una historia de superhéroes de manera “seria”. ¿Cuál es el punto de toda esta “seriedad”, si sólo es para llevarnos a una última hora de trancazo tras trancazo de los personajes titulares (que no entre ellos, por cierto)? ¿Ya nadie cree en rescatar gatos de árboles?

X-Men: Apocalipsis *1/2 - La verdad, no hay mucho qué decir: los X-Men siguen con su cantaleta de que nadie los quiere y siguen divididos en dos bandos enfrentados (¿Xavier vs. Magneto: Civil War?). Nuevamente un súper poderoso quiere exterminar a la humanidad (no, no “era” Ultrón; ni Trump…) y Magneto y Xavier deberán contentarse una vez más para acabar con el malo, mientras la muchacha azul se convierte en Katniss. El director Bryan Singer no se sale del molde: peleas escandalosas intercaladas con pláticas aburridas, insertando a la mitad la escena chistosa que ya les funcionó antes (el muchacho que corre rápido al son de una rolita clásica). Si Marvel insiste en esta fórmula, al menos mejórenla poquito metiendo comentarios de Deadpool a todo lo largo…

¿Qué culpa tiene el niño? *1/2 - ¿Se ríe uno con esta comedia? A ratos. ¿Sale uno satisfecho? Lo dudo. El planteamiento de ¿Qué culpa tiene el niño? es sencillo y trillado: Un par de desconocidos, después de una-noche-de-copas-una-noche-loca, se enteran de que ella está embarazada y en el intento por resolver la situación terminan descubriendo que son el uno para el otro. El problema con ¿Qué culpa tiene el niño? es que nunca sale del mero planteamiento.

Capitán América: Civil War *1/2 - 90 minutos de reiterativas pláticas aburridas y peleas mal filmadas con una cámara temblorosa que no permite ver quién le pica los ojos a quién, es lo que le toma a los hermanos Joe y Anthony Russo, que dirigieron este culebrón de 2 horas y media, llegar a la parte buena de la película: la escena donde los Vengadores se enfrascan en una dinámica y graciosa batalla campal, unos contra otros, divididos en dos grupos. En esta esquina, Iron Man y sus aliados; en esta otra, el Capitán América y sus reclutas. ¿El motivo? No importa: Mientras la pelea sea emocionante, divertida y permita lucirse a los distintos personajes, como de hecho ocurre, el boleto se paga. Sin embargo, como el resto del cine de Disney/Marvel, todo el asunto sigue siendo un larguísimo anuncio de las películas por venir.

Macho ½* - Qué mala es Macho, este intento de refrito de “Modisto de señoras”, esa comedia de 1969 donde Mauricio Garcés era un modisto de alta costura que finge ser afeminado para, en secreto, conquistar a sus potables y adineradas clientas. El problema principal de Macho es que el tratamiento que el director Antonio Serrano da a los elementos copiados de la original, no tiene nada de cómico. Serrano insiste en sus típicos personajes que sufren seriamente porque nadie los comprende. El insulto es querer disfrazar de comedia, a través de actuaciones afectadas en exceso, estos azotes. Definitivamente la peor del año.