sábado, 5 de diciembre de 2015

LO PEOR DE 2015

Al mal paso, darle prisa: a fin de año, tradicionalmente hago el recuento de las peores películas exhibidas (y que tuve la mala fortuna de ver) en los pasados 12 meses.
Optimista que soy, tengo fé en que sólo veré buen cine durante Diciembre. Así que van, en orden cronológico, los 5 churros que más sufrí entre Enero y Noviembre, con ligas a la reseña extendida publicada originalmente.

(Good People, EUA 2014) Vista en Enero.
¿Qué haría usted si se encuentra dinero ajeno? ¿Y si el dueño ya está muerto? Esta debería ser la premisa de Gente de Bien, del director danés Henrik Ruben Genz, protagonizada por James Franco y Hate Hudson. Lamentablemente el guión llena de motivaciones no sólo a la pareja protagónica, sino también a los malos y hasta al policía que investiga el caso. Eventualmente la película deja completamente de lado el asunto de la lana y los motivos, para convertirse en un refrito de “Mi Pobre Angelito”, aquella en que el pequeño Macauley Caulkin llenaba su casa de trampas para darle su merecido a los malos. Pero James Franco no es Macauley Caulkin y, pues ya está grandecito como para que le andemos festejando sus imprudencias.
(Chappie, Sudáfrica/EUA/México 2015) Vista en Marzo.

Una mezcla de Robocop con cuanta película sobre inteligencia artificial ha hecho Hollywood, movida por una trama con tantos huecos como los de las cabezas de sus personajes. Este bodrio del director Neil Blomkamp solamente se salva por los efectos especiales para traer a la vida (en pantalla, por supuesto) a Chappie, el convincente robot antropomorfo del título, con la voz y los movimientos del tieso actor sudafricano Sharlto Copley.

(The Avengers: Age of Ultron, EUA 2015) Vista en Mayo.

Con Era de Ultrón, el director Joss Whedon cae en la rutina de mostrar peleas de acción escandalosa y confusa, intercaladas con pláticas aburridas. Además, no se puede disfrutar plenamente si uno no recuerda o no conoce los hechos mostrados en las películas individuales de cada uno de los Avengers. Y en lo que hace a conclusión, no hay tal: todo lo que ocurre parece no servir más que para llevarnos a las siguientes películas ya anunciadas de los mismos monos. Lo rescatable, en todo caso, es la creciente relación entre la Viuda Negra (Scarlett Johansson) y Hulk (Mark Ruffalo cuando no es un dibujo verde). Pero no estoy seguro de querer ver los demás capítulos, nomás para ver si terminan teniendo un bilioso chamaco verdinegro.

(Little boy, México/EUA 2015) Vista en Mayo.

El planteamiento del director Alejandro Gómez Monteverde, sobre un niño californiano que espera a que su padre regrese vivo de Japón, durante la Segunda Guerra Mundial, da para una buena lección de fé y crecimiento personal, pero lamentablemente es desarrollado a base de fórmulas para un predecible final, sin importar realmente lo que le ha pasado a los personajes a lo largo de la película. El gran pequeño se interesa más en recurrir a fórmulas tramposas que lleven a un final feliz, independientemente de la historia que nos está contando. El peor Hollywood, pues. Pero hecho en México.

(Outcast, EUA/China/Canadá 2014) Vista en Septiembre.

Supongo que la idea inicial no era mala: un Cruzado del siglo XII que pierde la fé y abandona la guerra santa para refugiarse en China, sin poder escapar a las consecuencias de sus pecados. El caso es que el Cruzado (Hayden Christensen, el otrora joven y berrinchudo Darth Vader) continúa matando a quien se le ponga enfrente, ahora en nombre del imperio celeste, pero la trama se mueve como si fuera una película sobre un berrinchudo aventurero (¿no sabe de otra Christensen?) y no la tragedia de un pecador. Y hablando de pecados, cuál habrá sido el que cometió Nicolas Cage, que con esta película sigue cayendo de nivel en el infierno de los churros cinematográficos…

… y va un pilón:
>>>LA DECEPCIÓN DE 2015<<<
(Minions, EUA 2015) Vista en Julio.
Después de ver Mi Villano Favorito 2, todos quisimos, ¡exigimos! lo mismo: ¡Una película de los Minions! Como dicen: cuidado con lo que deseas. Y es que en lugar de aprovechar al máximo la característica principal de los monitos amarillos, que es echar relajo en todo y por todo, sus creadores Pierre Coffin y Kyle Balda los encasquetaron en una historia bastante estándar, donde tenemos que chutarnos los deseos estándar de una villana estándar, de conquistar (o destruir, según aplique) el mundo; uno de los Minions se convertirá en el héroe estándar que salva a todos, en una forma… estándar. Es tan evidente que la trama es lo de menos, que las mayores carcajadas están en las escenas marginales y sobre todo al final, con el hilarante número musical que no tiene nada que ver con el resto de la película.

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