martes, 23 de octubre de 2007

Sentencia previa ****

(Minority report, EUA, 2002) Clasificación ‘B’
Por: Joel Meza
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Tom Cruise produce y actúa el más reciente proyecto de Steven Spielberg, Sentencia previa, un filme excepcional de ciencia ficción, que muestra lo que ocurre cuando dos artistas unen sus respectivos talentos en el momento indicado.

Cruise interpreta a John Anderton, un policía de Washington en el año 2054, acusado de un crimen que no cometió, o, mejor dicho, que no va a cometer. No daré más detalles acerca de la trama, pero puedo intentar algunas consideraciones. ¿Es moral y legalmente aceptable que se sentencie a alguien por un crimen que se piensa puede cometer? No necesariamente fantasía, en vista de lo ocurrido recientemente en los Estados Unidos con el arresto del “bombardero sucio”, y las discusiones derivadas de la posibilidad de meter a prisión a posibles terroristas, antes de que se pueda probar que, en efecto, un ataque sería realizado.

Sentencia previa es una película bastante completa en todos los sentidos. Cruise realmente ayuda a definir el término estrella de cine, es decir, un actor con una presencia física muy fuerte en pantalla y que, al mismo tiempo, presenta un trabajo emocional y serio en cada proyecto en el que se va involucrando, así sea divertimento puro, como Misión Imposible I y II, o fuertes broncas sicológicas, como en Ojos bien cerrados. El diseño de producción deja con la boca abierta, al grado que uno tiene que dejar de ver cada detalle futurista para aceptar que la historia está situada cincuenta años adelante. Y sobre todo, la historia. Una excelente mezcla de suspenso y acción –el hombre equivocado en el lugar equivocado-, como en las mejores de Hitchcock. Escrita por Scott Frank a partir de un cuento del legendario Philip K. Dick, autor de la novela que diera origen a Blade Runner, tal vez la cinta futurista más influyente de los ‘80s, y que presenta dilemas morales similares a los de Sentencia previa. Generalmente el cine de ciencia ficción es visto como un festín de efectos visuales, donde los directores dan rienda suelta a su imaginación para mostrar mundos y artefactos que existen sólo en la imaginación de los diseñadores: carros voladores, robots pensantes, computadoras inteligentes, televisiones tridimiensionales, etc. Desde fines de los ‘40s, cuando el género se hizo muy popular, esa era más o menos la norma, intercalando, sobre todo, historias de marcianos y monstruos invasores.

Entonces, en 1968 Stanley Kubrick presentó lo que él llamó “la proverbial película de ciencia ficción”: 2001, Una Odisea Espacial, y este tipo de cine tomó un nuevo rumbo, tanto en temas como en imágenes. Aquí estaba, por primera vez quizá desde la película silente Metrópolis, de Fritz Lang, una cinta que utilizaba lo último en tecnología fotográfica para contar una enigmática historia acerca de la trascendencia de la humanidad. 2001 fue difícil de digerir para el gran público, pero sin duda colocó a la ciencia ficción en un lugar de primera línea en el mundo del cine. El joven Steven Spielberg se aventuró poco después en el género con Encuentros Cercanos del Tercer Tipo y E.T. El extraterrestre, dos historias fantásticas acerca de visitantes de otros mundos. Desde entonces no había vuelto a tocar la fantasía científica, excepto por sus paseos menores por el Parque Jurásico. Tuvo que ser precisamente su relación profesional con Stanley Kubrick lo que lo llevara a tomar nuevamente el tema, al aceptar la dirección de A.I. Inteligencia Artificial, que en 2001 se convirtió en la cinta más controvertida a la fecha en su nutrida filmografía. Nunca el final de una de sus películas había causado tanta polémica entre el gran público. Es por ello que, en lo personal, Sentencia previa era esperada con emoción. Y no he salido defraudado. Como dije antes en este espacio, Spielberg es un maestro en servirse de la tecnología para crear grandes relatos, y no al revés.

¿Qué sigue en su carrera? No puedo imaginar algo como Parque Jurásico 4; claro, a menos que el dilema de la clonación sea abordado en serio, como apenas se sugirió en la historia original. Ya veremos.
(Publicado originalmente el 31 de Julio de 2002, en La Voz de la Frontera.)

4 comentarios:

Joel Meza dijo...

Agrego, en retrospectiva ahora en Octubre de 2007, la escalofriante actuación de Max Von Sydow en Sentencia Previa. Véalo hacer a un lado una silla en un momento clave de revelación y niégueme que se le va la respiración.

adayin dijo...

Me fascina esta película. Tan así que recuerdo fui a verla al cine con una chica que me gustaba en ese entonces y con quien pretendía tener algo más formalon... y ni le hice caso en tooooda la función, ni cuando me tomo la mano ni cuando se recargo en mi hombro.

Me tenía impresionadisimo toda la trama y la fotografia de Janusz... oh, maravilloso Janusz....

Ya me diste ganas de volver a verla y con eso de que ando repasando pelis a lo más, porque me regalaron un home theatre, voy a checarla hoy mismo

Rafa Ibarra dijo...

Igual que con Nicolas Cague, si Tomas Cruz está en el reparto, tachada de inmediato la película!

Otro ser insoportable para tu servidor.

Joel Meza dijo...

Fíjate, Rafa, que a mí Tom Cruise nunca me ha molestado. Eso sí, siempre hace el mismo papel, pero creo que lo hace muy bien. Pero sí conozco mucha gente, hombres y mujeres, que no lo soportan, como dices. Debo reconocer que desgraciadamente el enterarme, a fuerzas, sobre su vida fuera de las pantallas -digo, cómo no hacerlo si hubo un momento en los últimos dos años en que todos los días veías algo de sus escándalos al hojear cualquier periódico- sí hizo que valorara de alguna manera lo que pasó con M:I 3, que empezó muy bien y terminó como un churrazo. Creo que Cruise, recién casado en ese tiempo y lidiando con todos esos escándalos personales, perdió de vista lo que estaba pasando con su película.
Pero en cuanto a Sentencia Previa, te la recomiendo mucho. Spielberg en gran forma y si te gustan las de Hitchcock (el hombre equivocado en el lugar y tiempo equivocados), ésta bien podría ser una de ellas, con todas las de la ley.