viernes, 8 de noviembre de 2013

Thor: Un Mundo Oscuro **

(Thor: The Dark World, EUA 2013) Clasificación México ‘B’ / EUA ‘PG-13’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Thor: Un Mundo Oscuro, la segunda cinta de los estudios Marvel sobre el superhéroe basado en el dios nórdico del trueno, dura dos horas. Dado que la primera hora es aburrida, reiterativa y de plano mala, pero la segunda hora es emocionante y, sobre todo, divertida, tiene sentido que las cadenas de cine locales tengan un día de 2x1 a la semana. Así uno sólo paga medio precio por la mitad buena de la película.

En esta segunda vuelta de Thor, después de su intervención en Los Vengadores (Whedon, 2012), dos años han pasado desde que el güero y fornido extraterrestre (Chris Hemsworth) se paseó por un pueblito de Nuevo México, martillando todo a su paso y que, al regresar a su plano espacial, rompió el corazón de la hermosa científica humana Jane Foster (Natalie Portman). Thor y sus amigos, una especie de extraterrestres extremadamente longevos, que los hace parecer inmortales en comparación con los humanos, se divierten dándose de catorrazos con todo el que se les atraviese en los distintos planos espaciales en los que se mueven. En esta historia el que es tuerto es rey: el papá de Thor, el parchado Odín (Anthony Hopkins ganándose la papa, con un greñero digno de El Temerario Mayor), castiga a Loki, su hijo adoptivo, por traicionar al reino y destruir medio Manhattan en la mencionada aventura de Los Vengadores. Loki (el excelente británico Tom Hiddleston) pasará el resto de sus días peinando su negra melena en un calabozo, junto a otros criminales que Thor y su pandilla van coleccionando en sus múltiples batallas. Claro que, siendo Loki el único personaje verdaderamente interesante en el reino de Odín, sólo es cuestión de tiempo el que encuentre la forma de liberarse y hacer que Thor vuelva a hacer berrinches, para nuestro entretenimiento.

Pero para que llegue ese momento en que la película se pone buena, tiene que pasar una hora de explicaciones sobre los enemigos a los que Thor y compañía se enfrentarán para evitar que se apoderen de una especie de polvo o gas antiquísimo y supuestamente valiosísimo, pero que no me quedó muy claro para qué servía, excepto que al tenerlo, destruirían el universo entero. ¿Por qué será que los malos de este tipo de películas siempre quieren destruir el mundo (o el universo, pues), sin pensar que ellos también están en él? En fin; el caso es que cuando Thor y Loki se juntan la cosa se pone buena y la película cobra vida, tanto en acción como en chiste tras chiste, todos por cuenta de Loki, por cierto.

¿Y qué hace uno la primera hora, para pasar el rato? Bueno, si usted no se hizo de un vaso de palomitas que lo mantenga animado, puede entretenerse con los intermitentes chistes que el director Alan Taylor le encarga a los humanos amigos de Thor y que aparecen, literalmente, por aquí y por acá en Londres. Las simpáticas Natalie Portman y Kat Dennings, junto con el sueco y también simpático Stellan Skarsgard, se encargan de preparar el terreno para la emocionante batalla final que, por supuesto, tiene que ocurrir en la Tierra. Lástima que Taylor no decidiera dedicarle más tiempo de esa primera hora a los amigos extraterrestres de Thor, que también parecen muy divertidos y entre quienes se cuenta la bella pero desperdiciada Jaimie Alexander, quien interpreta a la guerrera Sif, enamorada indondicional de Thor. Hombre, con Natalie Portman y Jaimie Alexander para escoger y ese Thor se conforma con su martillito…

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