jueves, 24 de octubre de 2013

Gravedad ***1/2

(Gravity, EUA 2013) Clasificación México ´B´/ EUA ´PG-13´
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Gravedad es, sobre todo, un triunfo de la narrativa visual. La historia es sencilla: después de un accidente en órbita, a 600 kilómetros sobre la Tierra, dos astronautas quedan flotando a la deriva, desconectados de su nave. Sólo queda vivir o morir. El que vivir sea una de las dos posibilidades es el tema que el director Alfonso Cuarón escoge para, por hora y media, llenar la pantalla con las imágenes más sorprendentes que he visto en un cine en décadas.

Cuando supe de qué trataba Gravedad inmediatamente pensé en Mar Abierto (Chris Kentis, 2004), aquella película en que una pareja de buzos es abandonada en alta mar y por hora y media no vemos otra cosa que dos personas flotando en el agua. Bueno, una que otra aleta de tiburón por aquí y por allá. Para un cineasta, la cuestión es qué tanto se puede mostrar, que resulte interesante para el espectador. En Mar Abierto, en retrospectiva, la pantalla pudo haber estado negra desde que la pareja queda abandonada en el mar, ya que el énfasis está en los diálogos. Algo así esperaba de Gravedad. Obtuve exactamente lo contrario.

Para empezar, toda la acción ocurre en el espacio, en órbita sobre la Tierra. En el espacio, vacío por definición y como nos avisa un breve texto en pantalla al inicio, la vida es imposible. El que los humanos tengamos una estación espacial y un telescopio gigante orbitando el planeta da testimonio de nuestra capacidad para ir en contra de las reglas: la vida sí es posible, cuando nos las ingeniamos. Cuarón y su cinefotógrafo de cabecera, Emmanuel Lubezki, se toman su tiempo para mostrarnos en la majestuosa secuencia inicial, una sola toma de casi veinte minutos de duración, los frutos del ingenio humano. Ahí, en donde todo está vacío y la vida es imposible, un grupo de personas trabaja sobre el telescopio Hubble, enfundados en trajes de astronauta, algunos conectados con bandas flexibles al telescopio o al transbordador, otros montados en una especie de silla con propulsores para moverse de un lado a otro. Por un lado se ve permanentemente la gran esfera azul que es nuestro planeta. Y por el otro, no se ve nada. Oscuridad total y las estrellas a lo lejos. Demasiado lejanas como para siquiera tomarlas en cuenta. Cuarón y Lubezki nos van mostrando, en un incesante y fluido movimiento, el área circundante al Hubble y al transbordador, mientras los astronautas hacen su trabajo. El telescopio, la nave, los astronautas y la Tierra, siempre la Tierra. Estos primeros veinte minutos ya valen el boleto.

Eventualmente ocurre el accidente y, como se anuncia, dos astronautas (Sandra Bullock y George Clooney) quedan a la deriva y sin comunicación con el control de la misión en la Tierra (voz de Ed Harris, al igual que en Apollo 13, Howard 1995). Cuarón y Lubezki, aún en medio del desastre, continúan mostrándonos todo, prácticamente sin cortes, lo cual resulta muy impactante para mostrar la vastedad del espacio y la gravedad (pues sí, como en el título) de la situación. Especialmente efectivos son los cambios de puntos de vista, que ocurren varias veces, cuando la imagen que vemos se va acercando a Sandra Bullock hasta tener su cara en toda la pantalla para, sin cortes, convertirse en el punto de vista de ella, de modo que vemos lo que ella ve y, en el mismo movimiento fluido, el punto de vista vuelve a cambiar para mostrar a Bullock nuevamente en medio de su entorno.

Decía que con las puras imágenes ya se paga el boleto y me doy cuenta de la perogrullada: el cine es eso, imágenes en movimiento. Y sin embargo, generalmente decimos que vamos al cine por las historias. En Gravedad, Alfonso Cuarón y su hijo, Jonás (ópera prima Año Uña, 2007) han escrito una historia que parte de una regla, la imposibilidad de la vida en el espacio e insertan a humanos en esa imposibilidad. Las imágenes son una sucesión de tranquilidad, caos, tranquilidad, caos. Lo que viven los personajes en Gravedad es igual. Tranquilidad, caos, tranquilidad… Y viendo las imágenes, nos damos cuenta de que sólo cuando hay humanos en medio de todo, esas ideas cobran sentido.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Completamente de acuerdo Joel y sobretodo el tema de la Individualidad y aislamiento social la cinta se mueve en muchos niveles Espiritualidad es otro tema importante. No se si lo imagine pero vi varios guiños a 2001.

Christian dijo...

hey Joel, long time no see!

Muy de acuerdo contigo. La cinta es una maravilla por donde se le vea.

Mucha gente se ha quejado de que si la historia, de que si lo de Sandra Bullock está muy cursi y curiosamente a mi todo eso me conectó más con la cinta.

El asunto de Sandra Bullock es conmovedor (esa escena con las lagrimitas flotando en gravedad cero buaaah!) y en mi caso me hizo vincularme más con la trama. Además de todo, la metáfora del renacimiento de la Bullock, que inicia con esa toma donde ella flota en posición fetal rodeada por cables que asemejan un cordón umbilical y que culmina luego de un "doloroso" parto y con esos "primeros pasos" me pareció fantástica.

Pero ah no, hay haters por todos lados que se han dedicado a destrozar la película. Ni modo, creo que la cinta tuvo el pecado de tener mucho -demasiado acaso- éxito en Estados Unidos y los festivales donde se presentó y llegó a México con demasiadas expectativas.

Un crítico muy connotado, de este país, inclusó la llamó una película "apantallatontitos".

Ni modo, a mi el cine si me sigue sorprendiendo en cada ocasión, si de he de ser tontito por eso,

so be it...

Joel Meza dijo...

Sergio, tenemos la misma imaginación, porque yo también ví guiños a 2001...
(casi estaba esperando que Bullock dijera "abre las puertas...")
Gusto verte por acá.

Christian, digamos que, con el personaje de Sandra Bullock, a Alfonso le sale mejor lo rudo y cursi que a Carlos Cuarón.
(Hey, qué es eso de andar balconeando al Diezmartínez en mi changarro...)
Debo decirte que me entusiasma cómo, conforme pasan los años y ves cada vez más cine, crece tu capacidad de asombro con la pantalla de plata. Gracias por tus comentarios aquí, allá y acullá.

Unknown dijo...

Es un honor muchas gracias y saludos!!

Christian dijo...

ja! No fue Don Diezmartinez. Fue Don JAB que se le fue directo a la yugular a la película, en su columna del lunes pasado. Lo cual no tiene nada de malo -el respeto a los ataques directos a la yugular ajenos, es la paz, diría Diezmartinez- el asunto es que va mas allá y regaña a los lectores y nos llama tontitos por dejarnos apantallar por la cinta. Perdón pero si un plano secuencia de 20 minutos no te apantalla entonces no sé que lo haga, si una toma donde la camara entra por el casco de la Bullock para tomar su punto de vista (camara subjetiva) y luego se vuelve a salir, todo en la misma toma sin cortar, entonces no sé que te pueda apantallar.

Llámenme tontito :P

Anónimo dijo...

Joel, no he tenido la oportunidad aún de ver "Gravedad" Estoy a punto de ir, pero me asalta una duda que, me gustaría me despejaras tu mismo. En realidad es el verdadero espacio al que se muestra en la pelicula, pero no incluidos a los personajes pendiendo de la nada,verdad?
Jessika.

Joel Meza dijo...

Jessika, hasta donde sé y por lo que sé, lo que se ve en Gravedad no es el espacio orbital real, sino escenarios recreados en estudio y en pantallas de computadora.
Independientemente de las payasadas de ese "reportero" de tele que hizo una pregunta parecida a Alfonso Cuarón en una rueda de prensa (y a la que Cuarón siguió el juego, para bien), la pregunta es bastante válida para cualquier espectador, reportero o no, dado el realismo de todo lo que se ve.
Fácilmente pudiera pensar uno que los actores fueron insertados en tomas reales desde el espacio.
Ya que la veas, me cuentas tu opinión.