viernes, 19 de octubre de 2012

Asesino del Futuro ***1/2

(Looper, EUA/China 2012) Clasificación México ‘B-15’ / EUA ‘R’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Desde los inicios del cine, los viajes en el tiempo han sido un tema favorito, tanto de los cineastas como del público. Incontables comedias, dramas, melodramas, tragedias, cintas de acción y hasta de terror con el recurso del viaje en el tiempo han pasado por las pantallas de todas las generaciones del siglo XX y lo que va del XXI.  De manera natural aunque no necesaria, la ciencia ficción ha servido como base para los saltos temporales fílmicos y ahí es donde muchas películas se tropiezan: ciencia mal sustentada dentro de la ficción presentada, termina dando más problemas que ayudando a una narración absorbente. Y justo ahí es donde Asesino del Futuro acierta, dando por hecho el elemento científico y centrándose en personajes e historia.

El año es 2044, el lugar es Kansas y el personaje es Joe. Su trabajo es ser asesino a sueldo. Joe tiene unos treinta años y usa una especie de escopeta recortada para ejecutar a sus “trabajos” en un vasto campo de maíz y luego se deshace del cuerpo en algún horno industrial anónimo. En el primer minuto de película, la voz de Joe, impuesta sobre las imágenes, nos explica lacónicamente y sin ninguna emoción, como quien lee los ingredientes de una receta, que “en el futuro” se ha inventado el viaje en el tiempo y sus víctimas le son enviadas desde treinta años adelante, es decir, alrededor de 2074. El sólo mata a quien le mandan del futuro y cobra su sueldo. Después regresa a la ciudad a vivir su buena vida de soltero, con buena ropa, buenos carros, buenos amigos y amigas buenas. Sin embargo, así como Joe nos describe al principio el invento del viaje en el tiempo, sin ninguna emoción, así vive sus días. El dinero que gana le sirve para una vida holgada en el presente y para las drogas que parecen darle la diversión que le falta en todo lo demás.

Si usted no ha visto la película y no sabe nada más al respecto, le pediré que deje de leer aquí. Trabajar de asesino a sueldo ciertamente tiene sus riesgos y más si las víctimas provienen del futuro. Siempre existe la posibilidad de que uno de los encarguitos sea, alguien bastante cercano… uno mismo, pues. Joe lo sabe y acepta que eventualmente se tendrá que cerrar el ciclo. De ahí el título en Inglés, Looper, como Joe y sus colegas llaman al asesinado cuando resulta ser él mismo, treinta años más viejo. Cuando el asesino se da cuenta que el sentenciado del futuro es él mismo, sabe que está cerrando un ciclo (loop, en Inglés).

Tal vez por eso, a pesar de la excelente paga, Joe no disfruta su vida si no es con la ayuda de la droga. Sin ella, todo es rutina y monotonía. Su mirada, sus gestos y su voz lo hacen más que evidente. Y aquí es donde está el mayor logro de Asesino del Futuro como película. Joe, a los 30 años, es interpretado por Joseph Gordon-Levitt, a quien vimos recientemente como el probable Robin en la más reciente película de Batman. Gordon-Levitt nos ofrece una presencia monótona pero siempre decidida, especialmente cuando habla. Es sorprendente cómo la manera breve, cansada y cínica en que dice sus líneas nos recuerda a un joven Bruce Willis, lo cual no es coincidencia, ya que el Joe de 2074 es, precisamente, interpretado por Bruce Willis. Maquillaje aparte, Gordon-Levitt encarna perfectamente a ese tipo de personaje cínico, discreto y económico que Bruce Willis ha perfeccionado en tres décadas de carrera fílmica. De hecho, cuando Gordon-Levitt no habla y en la pantalla aparece un acercamiento de su cara, el maquillaje aplicado para hacerlo parecido a Bruce Willis (básicamente nariz y cejas), se vuelve algo molesto y distractor. Pero tan pronto como empieza a hablar, la magia de la actuación hace su trabajo y podemos creer que el joven Joe y el viejo Joe son la misma persona.

En cuanto al uso de la ciencia ficción, el director y escritor Rian Johnson acierta al simplificar el asunto: “en el futuro se ha inventado el viaje en el tiempo”. Punto. Si algún espectador quiere una explicación de cómo funciona o cómo es posible, entonces no ha sido enganchado por la historia. Y Rian Johnson sabe lo que hace al contar su historia, definitivamente, para hacerla tan absorbente que las explicaciones salen sobrando. Especialmente con cierta condición de algunos de los personajes, que nos hace ver que lo que nos presenta no es nuestro futuro sino un futuro de alguna humanidad alterna, que termina inventando los viajes temporales pero también sucumbiendo al crimen generalizado. Dónde empezó todo y cómo llegó esa sociedad al punto de usar los viajes en el tiempo para actos criminales, es realmente lo que nos debe interesar. Justamente mi tipo favorito de ciencia ficción: menos ciencia, más ficción especulativa.

2 comentarios:

J Luis Rivera dijo...

A mi la verdad me gustó mucho más de lo que esperaba, que no era mucho.

Joel Meza dijo...

Lo miso me pasó, J Luis. Mientras la veía, hacia la mitad, pensé que se empezaba a ciclar con el asunto de la persecución, pero me gustó mucho cómo dio un giro en el tercer acto, echando mano del elemento mutante para cerrar un ciclo mayor que el del personaje principal.