jueves, 14 de febrero de 2008

Embriagado de amor ****

Nota el 14 de Febrero de 2008: Sí, tengo mi corazoncito y me gustan las películas románticas. Aquí una muestra.
(Punch drunk love, EUA 2003) Clasificación ‘B’
Por: Joel Meza
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Tengo una teoría acerca de las películas de Adam Sandler. Uno puede ver con interés sólo un cierto número de ellas (una o dos en mi caso) antes de decir basta y hacer algo al respecto. En el caso del resto de nosotros, la única opción sería no seguir patrocinando la fallida mezcla del extraño humor de Sandler atrapado en historias hollywoodenses por demás baratas y convencionales. En el caso del director Paul Thomas Anderson, la opción ha sido realizar su propia versión de una película de Adam Sandler, y su respuesta ha sido tan afortunada que estamos no sólo ante la mejor película que haya hecho el peculiar comediante, sino ante una película excelente.

Aunque la sabiduría popular nos dice que las comparaciones nunca son buenas, Embriagado de amor se entiende mejor en el contexto de la filmografía de Sandler. O probablemente sea todo lo contrario y la clave para todas esas películas bobaliconas esté en Embriagado de amor. Me explico. Generalmente Adam Sandler interpreta al muchacho bueno para nada, que se muestra hostil a todo el mundo y habla (y a veces canta) en extrañas voces, en historias que para un comediante normal serían graciosas únicamente por fórmula, pero que tomadas por Sandler nomás no terminan de cuajar. Digo, ¿por qué habría de ser chistoso el que de la nada el joven protagonista la emprenda a golpes con un hombre maduro en un campo de golf? Escenas así pueblan las historias típicas del actor. O bien, a algunos les parecerá divertido el que Sandler se deje atropellar por un automóvil en marcha con el pretexto de hacer reír a un niño de cinco años. A muchos otros nos parece más bien alarmante. Sobre todo porque la mayoría de las películas de Sandler siguen en realidad la línea de las comedias románticas, en donde el muchacho conoce a la muchacha, se gustan inmediatamente pero antes tienen que pasar por varios obstáculos para ver su amor realizado. Tomando en cuenta que las enamoradas de Sandler siempre son personajes inteligentes y bien ajustados a la sociedad, quizá el único verdadero obstáculo sea la personalidad evidentemente desequilibrada del protagonista.

Aquí es donde radica el genio de la cinta de Paul Thomas Anderson, que en una larga presentación, según su costumbre, nos muestra a Adam Sandler iniciando un día de trabajo muy temprano en la madrugada, haciendo llamadas telefónicas desde un almacén en un parque industrial, mientras toma café enfundado en un traje de oficina azul. En un pequeño descanso, aparece la muchacha que será el objeto amoroso del héroe. La bella Emily Watson le pide a Sandler cuidar su automóvil mientras lo reciben en el taller vecino, y surge el chispazo mutuo. Watson desaparece y nosotros nos quedamos con Sandler, de modo que podemos conocer un poco más de su personaje. Ahí están, efectivamente, las voces extrañas, las actitudes peculiares y angustiantes y la hostilidad y violencia repentinas. Sin embargo, en esta ocasión el director Thomas Anderson no intenta que nos riamos. Simplemente nos muestra a una persona con estas características. El protagonista, a diferencia de las otras películas a que me refería antes, es mostrado como una persona con probables síntomas de desequilibrio emocional e incluso hay una escena en donde Sandler pide consejo médico acerca de su inexplicable angustia permanente.

Las situaciones presentadas en Embriagado de amor no son más graciosas que lo que usted y yo podamos vivir en nuestras vidas normales. Paul Thomas Anderson no ha hecho comedias hasta ahora y sin embargo, en sus dos anteriores filmes, Boogie Nights y Magnolia, las trágicas historias contienen algunas escenas en donde uno no puede evitar carcajearse. Después de todo, en la primera se cuenta la historia del cine porno en los setentas y en la segunda uno de los personajes es un gurú del machismo. Embriagado de amor es una bella historia romántica en que Adam Sandler sólo es un vendedor de artículos de limpieza que busca salir de su depresión y de pronto descubre que está enamorado. Si usted se ríe, tendrá sus razones. O quizá sea la inercia de ver a Sandler.
(Publicado originalmente el 14 de Mayo de 2003, en La Voz de la Frontera.)

8 comentarios:

Josafat M. dijo...

¡La encargué en mixup y aún no me llega, bastards!
Nunca de los nunca me ha pasado Adam Sandler, de verdad no sé cómo es considerado comediante, pero estoy llenísimo de curiosidad de saber qué show con esta combinación de P.T.A. con el tipejo este, cuando la mire te regreso mi opinión en este entry.

Joel Meza dijo...

Hay que ver el trabajo de Sandler en su época en Saturday Nigh Live, para entender mejor de dónde viene su comedia. Sandler es muy bueno, pero no en sus películas. Por eso verlo en una de PTA fue todo un redescubrimiento. Ojalá te llegue pronto, Josafat.

Carlos Reyes dijo...

Necesito comprar esta peli en DVD, vaya la tengo en VHS (rip)

Joel Meza dijo...

Carlos, la puedes donar para la causa: ¡la ópera de Videodrome! Aquí el foro de apoyo:
http://duendecallejeroelemental.blogspot.com/2008/02/la-tontera-del-da.html

@duendecallejero dijo...

Un dato curioso... En el disco dos de esta película, el Anderson se manda un quesque comercial con el mattressman del siempre poca madre Hoffman. Pues resulta que el madrazo que vemos, falso en ese extra de la película, es una recreación de uno verdadero.

Jajajaja... Búsquenlo. El Anderson es un enfermo.

Joel Meza dijo...

Josafat, otra película en donde el trabajo de Sandler es puesto a buen uso, es Spanglish, de James L. Brooks. Con estas dos puedes ver que bajo las manos correctas, Sandler funciona muy bien. Salud.

Paxton Hernandez dijo...

Esta película es la única de P.T. Anderson que no me gusta. Sorry...

Buen fin!

Joel Meza dijo...

Tsk, tsk, Paxton: no Pride and Prejudice, no Atonement, no Punch Drunk Love, no Temporada de Patos, sí Rambo... falta romance en tu vida.