jueves, 16 de septiembre de 2010

La Hija del Caníbal *

(México/España 2003) Clasificación ‘B15’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

La hija del caníbal no es una comedia. Ni tragedia, ni drama ni melodrama. La esperada segunda cinta de Antonio Serrano es simplemente un mal ejercicio de técnica por parte del creador telenovelero de la malona Sexo, pudor y lágrimas, el trancazo taquillero de 1999 (los ingresos en boletaje no necesariamente son indicadores de que una película sea buena, pero usted me entiende).

Serrano escribe y dirige (es un decir) a partir de la novela homónima de Rosa Montero, que no he leído, pero supongo debe tratar sobre el crecimiento personal de Lucía, el personaje de Cecilia Roth, una escritora que miente acerca de los colores de su pelo y su reducido departamento. Al esfumarse su marido en un 28, o un 30 de diciembre, porque, huy, nos ha mentido desde el principio, según confiesa en la redundante narración que se encima a la acción, a Lucía le aparecen dos enamorados, uno viejo, el español Carlos Alvarez y uno joven, el galán evidentemente televisivo Kuno Bécker. Ambos le ayudan a localizar al desaparecido, ahora probable víctima de guerrilleros secuestradores. Lucía nos cuenta que hace tiempo “que no siento nada al hacerlo contigo”, por lo que el crimen no le afecta como pudiera esperarse y corresponde (más o menos) a los lances de El abuelo y yo, con su Mirada de mujer, claro que Todo por amor.

Por lo menos Sexo, pudor y lágrimas hacía reír fuertemente a su público con situaciones “audaces”, algo nuevo en comedias mexicanas urbanas. En La hija del caníbal los conflictos sicológicos y sexuales son tibios y forzados, más propios de las telenovelas que Argos (la compañía de Serrano) ha producido para Azteca; y el humor se reduce a corretizas capulinescas por media ciudad. Serrano agrega a su capirotada elementos de road movie al estilo de Y tu mamá también, con todo y serenata grupera para triángulo amoroso, así como falso cine de denuncia con corrupción y mafia inofensivas. El recurso de la narradora mentirosa sólo sirve para cambiar peinados y decoración, lo que nos deja una historia plana y falta de ingenio de principio a fin. Vaya, hasta el enigmático título es inútil; igual se pudo haber llamado Súbete a mi moto, Kuno el violinista (en el tejado) o La de la mochila azul.

6 comentarios:

Rafa Ibarra dijo...

¿Qué le pasó a la calidad del "Nuevo Cine Mexicano"? Mta. No duró nadita.

@duendecallejero dijo...

Uno de esos casos de "¿Y dónde quedó la novela?"

Joel Meza dijo...

Rafa, cómo no, a'i 'tá la del Duende... ah, pérate, todavía no publico la reseña, ¿verdad?

Duende, pos a mí no me dieron ganas de buscar la novela después de ver esta porquería. Supongo que por algo en otros países se estrenó con el nombre Lucía, Lucía.

Carlos Tapia dijo...

La hija del canibal....pfff lo unico que recuerdo de esa pelicula fue el pesimo soundtrak que incluia a la super estrella de ronco, digo bronco conocido como Celine Dion osea lupe esparza y simplemente si el soundtrack estaba mal viendo tu critica mi buen Joel creo que la pelicula esta del asco.

Carlos Tapia dijo...

Hablando de capulina, deberias un dia hacer critica de el junto a viruta jajaja y que pacho con las reseñas de 1841 que te solicite de la peliculas de guerra?

Nah, no es cierto Joel, tomate tu tiempo que yo ayer me volvi a reventar Una pelicula de huevos y por sexagesima vez en el año toy story

Joel Meza dijo...

Carlos, justamente ese mal uso de Bronco en la película me pareció una oportunidad perdida de retratar la euforia grupera nacional.
¿De Viruta y Capulina? Pos deja nomás conseguir alguna, porque no las veo por ningún lado. Las de guerra, algo así, más o menos. Creo que salen primero varias de vaqueros de las que ya me he ido haciendo, pero a'i tengo ya un par de guerra que yo creo que serán buenas para arrancar la serie.