sábado, 10 de noviembre de 2012

007 Operación Skyfall ****

(Skyfall, RU/EUA 2012) Clasificación México 'B' / EUA 'PG-13'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

007 Operación Skyfall es una excelente película de intriga, suspenso y acción. Y por si fuera poco, la cinta número 23 (en la cuenta oficial y 25 en la no oficial) es todo un triunfo en la serie sobre James Bond, el espía/asesino británico al servicio secreto de su majestad, que este mes festeja 50 años de haber estrenado Dr. No, la primera sobre el personaje novelesco de Ian Fleming.

Con veintitantas películas, uno pierde la cuenta de las veces que Bond ha muerto (sí, muerto) en pantalla, para luego revivir y seguir haciendo lo que nadie hace mejor. Uno también pierde la cuenta, por supuesto, de los muertes que él mismo lleva en la cacha de su Walther PPK, de los carros que ha destruido y de las mujeres que lo han reconfortado. De los lugares exóticos que ha visitado, de los animales peligrosos de los que se ha escapado y de los pleitos a puño pelón de los que ha salido airoso, no sin hacer muecas graciosas a su oponente, como para recordarse a sí mismo que, después de todo, nada es personal y todo lo anterior es requisito de su chamba.

Ninguno de estos elementos ha fallado, de una u otra forma, en las distintas aventuras del 007. Claro que, dependiendo del equipo que nos traiga el episodio, los resultados pueden variar, como dicen los clásicos. Para muestra, la "sub-serie", si me lo permite, del actor Daniel Craig como Bond. En 2006, su presentación en Casino Royale fue también la reintroducción del personaje al gran público, tomando como base pero mejorando notablemente la que a su vez fue la primera novela de su creador Ian Fleming. Aquí conocimos a un treintañero James Bond, impulsivo y eficaz, aunque no siempre eficiente en conseguir su objetivo a favor de la Corona Británica. La historia, dirigida por Martin Campbell es llevada por la impaciencia casi adolescente de Bond y, en consecuencia, emocionante y divertida, para darnos la que tal vez sea la mejor película de la serie.

Dos años después, en 2008, el director Marc Forster tuvo a su cargo filmar 007 Quantum, una continuación (original para cine y no producto de una novela, a diferencia de Casino Royale) que pecó de seriedad y pretensiones artísticas gratuitas, donde Bond dejó de ser el divertido aventurero para convertirse en un pitbull aferrado a su presa, sin sentido del humor ni pizca de gozo por lo ligero de la vida. De Casino Royale, una excelente película en si misma, pasamos a una por debajo del promedio en general y prácticamente ajena al personaje en particular.

Y ahora tenemos Skyfall, dirigida por el británico Sam Mendes (Belleza Americana, 1999), que cumple de una manera muy creativa y tradicional al mismo tiempo, con todos los requisitos enlistados líneas arriba, recuperando el terreno perdido en Quantum. Skyfall regresa a la tradición de que Bond y sus compañeros no tienen memoria en términos de continuidad y cada aventura empieza desde cero. La cabeza de MI6, el servicio secreto británico, sigue siendo M (actuada por séptima ocasión por la venerable Judi Dench) quien, como en cada episodio, le encarga a Bond la misión en turno. Esta vez se trata de encontrar y detener a quien está descubriendo a los agentes secretos apostados alrededor del mundo, provocando que sean asesinados por las fuerzas enemigas de Inglaterra. Esta búsqueda lleva al 007 de regreso a los lugares exóticos de rigor, en el mejor estilo de Sir Sean Connery: Estambul, Shanghai y el mar de China hacen los honores en Skyfall, mientras que Bond nuevamente se enfunda en su elegante tuxedo, para enfrascarse en peleas que incluyen matones y grandes reptiles, con gestos que recuerdan al Bond de los '70s y '80s, Sir Roger Moore.

Estos guiños y homenajes no serían nada sin un gran villano escondido en una guarida secreta en medio del mar y, para una película de dos horas y media, el español Javier Bardem cumple con creces y se convierte en el primer antagonista del 007 que genuinamente provoca miedo, con sus motivos y su proceder. Bardem tiene una gracia muy particular para encarnar personajes que nos ganan completamente o nos resultan repulsivos pero que no podemos dejar de mirar en la pantalla.

Por último, Mendes tiene la responsabilidad de filmar, a través de la cámara analítica y preciosista de Roger Deakins, un guión de los ya veteranos de Bond, Neal Purvis y Robert Wade, en donde el regreso a las tradiciones que ellos mismos rompieron a lo largo de cuatro filmes anteriores, se hace a través de respetuosas salidas de esos cambios y divertidas presentaciones de los escenarios y personajes familiares. Y, como debe ser, el centro de gravedad de todo el asunto vuelve a ser el 007. Daniel Craig ha aguantado vara después de Quantum y en Skyfall parece como si tuviera décadas presentándose, ante propios y extraños, como Bond, James Bond.

P.S. Me doy cuenta de que me resulta difícil reseñar una película de Bond siendo fan de la serie. Así que usted disculpará que este texto parezca más un recuento de todo lo que me gusta del 007. Dicho lo cual, independientemente de lo buena que es Skyfall por sí misma como película, he ahí por qué la he disfrutado tanto. Sam Mendes ha logrado un excelente compendio de referencias a James Bond en cine que, además, pasan desapercibidas sin mayor problema para quienes nunca han visto una de la serie.

6 comentarios:

Carl Zand dijo...

que se jodan los que no les gustó... Total, si la quieren comparar con Nolan y cualquier otra excusa mamona, problema de ellos; yo disfruté mucho de un buen film de Bond. Y, creo, también como fan de la serie, necesita de estos altibajos. Definitivamente este es uno de los aciertos en la serie, ¿porqué volver atrás? Sólo veamos a bandas como AC/DC quienes siguen haciendo lo mismo por tanto, tanto tiempo, y siempre lo hacen bien. Salud...

Joel Meza dijo...

Ah, tan bien que íbamos, Zand: cómo que AC DC...

@duendecallejero dijo...

AC/DC sí es mal ejemplo, nigga. Diga, mejor, Rolling Stones (ni modo que me digan que es una banda que cambia muuuuucho de disco en disco).

Por cierto, hace rato que había leído el post, pero como ya no lo hago en blogger (tengo un chunche llamado Reeder, que me hace leer los textos en cualquier chunche que porto), no había tenido tiempo de comentar.

Sí hay diferencias, en mi opinión, entre Skyfall y el resto de los Bond. Diferencias que parecen más guiños. Por ejemplo, el esquema de la cinta Bond es que este llegue a un casino, se identifique, conozca al malo y lo derrote en una partida de algo mientras le comienza a bajar a la mujer en turno. Aquí, se cumple el esquema, pero le sale el tiro por la culata. Luego, el malo es quién se presenta con Bond, tratándolo como el espía/matón trata al villano.

De hecho, cuando comienza a dar su monólogo revelador, Bardem se detiene y dice, casi: "ah, el pinche cliché ¿Ya lo cumplí, verdad? A lo que sigue."

Luego, le tira a las misiones imposibles y resto de la serie con la presentación de Q: "¿Qué querías, una pluma explosiva? Eso ya no se usa."

En fin... Podría parecer hasta una parodia, por los elementos que "revisita" de forma inversa, pero, carajo, así es como se "renueva" una franquicia. Pienso, también, que esto debió ser Casino Royale (puesto que en el fondo, aquella seguía aún la línea marcada por Goldeneye, perfeccionándola, claro).

Y sobre la saga original, tengo una teoría: oficialmente la saga Bond termina con Licence to Kill. Hay una línea narrativa que sí se logra culminar perfectamente con esa cinta y que incluye las películas:

- Dr. No (presentación del personaje y de una organización mala que quiere dominar al mundo).
- From Russia with Love (primer secuela directa de una cinta en la serie, que de forma extraña no se cuenta como tal y que sigue con la organización mala, mala que quiere dominar al mundo y el personaje perfeccionando su actuar).
- Goldfinger (la gran cinta de Bond, la mamá de los pollitos y que podría no ser parte de la serie de la organización mala, mala, de no ser porque la que le sigue la vincula directamente).
- Thunderball (el punto más alto de Connery y del cine de espías. Luego esta, ya no sería interesante ver a espías haciendo solo duelos verbales en una mesa de casino. Hay tiburones, luchas marinas, armas de destrucción masiva y, claro, una organización mala, mala, que quiere dominar al mundo).
- On Her Majesty Secret Service (una gran cinta olvidada ¿La mejor de la saga clásica? Quizá. Aquí por fin Bond se avienta un mano-a-mano con la organización de forma directa y su vida cambia: se casa y enviuda, por lo que el personaje jamás será el mismo).
- For Your Eyes Only (luego de varias cintas, se regresa a donde OHMSS quedó: Bond destruye por fin a la organización mala, mala y pasa la página. Primer borrón y cuenta nueva de la serie que les sale bien - el anterior debió ser Live and Let Die, pero no, lo siento, es todo menos redonda).
- License to Kill (el final de la saga, quizá no perfecta, pero sí satisfactoria. Bond renuncia y se va por su cuenta a vengarse de quién le ha hecho mal a él y a los que le rodea. Al fina, no regresa al MI6 y aunque su futuro es incierto, podríamos decirle adiós sin pesar: se ha cumplido un ciclo y los villanos ya son otros, más reales y más pedestres a la vez).

Por algo Goldeneye fue una apuesta de cero en adelante. Claro.

Joel Meza dijo...

Andale, Duende, justamente lo que yo quería decir. Incluyendo lo de AC DC.
Ah, y CARECONEJO!

Rafa Ibarra dijo...

Fui ayer a ver esta película con mi esposa y nos gustó un chorro.

N'ombre, cuando se abre la puerta del garage y aparece el Aston Martin DB5 y fondeado con el tema original de James Bond casi me hago pipí a gotitas, ja ja ja.

Saludos.

Joel Meza dijo...

Eso te pasa por pedir la soda mega jumbo, Rafa.