(Brave, EUA 2012) Clasificación México 'AA' / EUA 'PG'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Ah, qué bonita película animada. Una linda y valiente princesa medieval, en un reino fantástico, amiga de animalitos del bosque, pretendida por al menos un príncipe azul. Usted ya sabe: la típica película de... ¿Pixar? Pues sí, tal parece que la unión con la casa Disney está empezando a tener impacto sobre el estudio de animación que nos ha maravillado desde 1995 con joyas cinematográficas como la trilogía Toy Story, Buscando a Nemo, Ratatouille, WALL-E, Up, etc. En esta ocasión, para su décimo tercera película y la sexta estrenada bajo el sello Disney-Pixar, la historia parece más cargada al lado Disney, con la princesa Mérida y sus aventuras por los bosques de Escocia.
A pesar de su nombre yucateco, Mérida es una pelirroja chamaca escocesa cuyo comportamiento arriesgado se debe a la educación que su padre, el rey Fergus, le ha dado desde niña: un arco y flechas son el mejor regalo de cumpleaños en su primera infancia, ante los horrorizados ojos de su madre, la reina Elinor, toda una dama de la corte. Naturalmente, Mérida crece pensando que todo en la vida es montar a caballo y cazar osos, hasta que la reina organiza un encuentro con tres probables príncipes, buscando la unidad de Escocia. La rebelde Mérida parece estar dispuesta a todo por lograr que su madre cambie y la deje seguir disfrutando de su libertad adolescente. Y efectivamente, con la intervención de cierta hechicera, las vidas de madre e hija dan un vuelco que tal vez puede enseñar una lección a ambas pero sobre todo a la berrinchuda princesa.
Definitivamente estamos en terrenos más de Disney que de Pixar, que hasta ahora nos había presentado historias de fantasía y comedia más, por así decirlo, urbanas. Mérida podrá ser la primera princesa de Pixar pero no es la primera princesa de Disney en ponérsele al brinco a sus padres. Ariel en La Sirenita y Jasmín en Aladdin ya habían metido en problemas a sus respectivos progenitores al desafiar sus destinos. Y la influencia Disney no para ahí. Sin revelar más de la trama, excepto que se agregan osos y una vieja sed de venganza, varios momentos terminan recordando, irremediablemente, a Tierra de Osos.
Siendo tan derivativa y cargada hacia la casa del ratón Miguelito, ¿queda algo de Pixar en Valiente? Afortunadamente, sí. La parte visual sigue siendo impresionante. Ojo al alborotado pelo rizado de la protagonista mientras corre y brinca en las vertiginosas escenas de acción; los bellos paisajes escoceses que se abren en la pantalla y especialmente el agua de los ríos y cascadas en que chapotean nuestros personajes. Además, la relación entre madre e hija, sin dejar de ser una historia infantil, se adentra en terrenos emocionales más propios del entretenimiento adulto a que nos tiene acostumbrados Pixar. Es cierto, no encontraremos aquí "momentos Ratatouille" pero las reflexiones son más complicadas que en la típica película de princesas.
Al final, el cambio en el destino de Mérida parece no depender tanto de su valentía como de su inteligencia y su humildad, aunque no me quedó muy claro qué tanto ganó y cambió, en lo individual, tras su enfrentamiento con su madre. En eso, Disney siempre ha sido más explícito. En fin, espero que ya esté rascada la comezón de tener una princesa en el catálogo Pixar, porque ya quiero saber qué pasó con Woody y Buzz...
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