jueves, 7 de abril de 2011

Conocerás al hombre de tu vida ***

(You will meet a tall dark stranger, EUA/España 2010) Clasificación México 'B', EUA 'R'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Estudiando Filosofía, en la universidad, aprendí que en esta vida uno puede hacer lo que le dé la gana. LO QUE SEA. No hay bronca, siempre y cuando esté uno dispuesto a aceptar las consecuencias. Por otro lado, si lo que uno hace y decide no lo hace a uno feliz, ¿para qué hacerlo? Y por el contrario, si uno es feliz con sus decisiones y sus creencias y además no daña a los demás por ello, ¿no es eso la felicidad completa?

Woody Allen se hace estas preguntas en Conocerás al hombre de tu vida, su proyecto de 2010 (recordemos que Allen hace y estrena una película por año prácticamente desde 1969, así que saque usted la cuenta), en el que una señora sesentona, londinense, recién abandonada por su marido de toda la vida, no sólo se consuela con las "predicciones" de una lectora de la fortuna, sino que toma todas sus decisiones siguiendo los dudosos consejos de la charlatana. Mientras tanto, su treinteañera hija tiene que empezar a trabajar en una galería de arte porque su bolsón marido ha decidido sentarse a esperar a que una casa editorial quiera publicar su libro, lo que naturalmente trae pleito tras pleito al joven matrimonio. Por cierto, el aspirante a escritor no sólo se la pasa sentado; también aprovecha las horas en que su esposa está fuera de casa y espía a la apetecible vecina que hace como que no, pero sí. Lo que él no sabe es que su esposa le hace ojitos a su nuevo jefe y para que terminemos de decir "qué bonita familia", el recién divorciado padre, es decir, el hombre que abandonó a la señora que cree en las adivinas, se pone de novio con una chamacona veinteañera que dice que es "actriz".

Puede usted, estimado lector, ver cómo cada quién en esta historia decide perseguir lo que cree que le traerá la felicidad, sin pensar en las consecuencias que ello pueda tener, para sí y para los demás. Nosotros como espectadores, que nos enteramos de todo gracias al narrador omnisciente, clásico recurso de Allen, nos divertimos ante tanta insensatez pero... será la edad o será el sereno, también quizá reflexionamos acerca de nuestras propias decisiones, de nuestra propia felicidad.

Las historias presentadas por Allen en esta película dan varias vueltas, se enredan consigo mismas, luego unas con otras y el ritmo a ratos se siente cortado, a diferencia de trabajos anteriores y similares, donde las escenas, los personajes y las frases parecen fluir como ríos al mar. Aquí, esos riachuelos encuentran algunas represas que, aunque muy agradables, se sienten como eso: obstáculos.

Los personajes, naturalmente, terminan siendo distintas encarnaciones de Woody Allen y siempre es interesante ver a un nuevo grupo de actores representar estos papeles que ya hemos visto antes en otras películas de la obra alleniana. En esta ocasión prestan su piel a Woody Allen: Anthony Hopkins, Naomi Watts, Antonio Banderas, Josh Brolin y llevando todo el peso de las decisiones y de la felicidad/infelicidad, Gemma Jones, a quien recuerdo gratamente como la Sra. Dashwood, madre de las románticas heroínas de Sensatez y Sentimiento (Ang Lee, 1995) y que aquí es entrañable como una madura mujer deseosa de encontrar la felicidad.

Será mi gusto por Allen, será el trabajo de Gemma Jones, será la historia; no pude evitar sentirme identificado con la buena señora, con esa forma de abrazar sus creencias, por su bien, por el bien de su familia, por su amor, por la felicidad. ¿Será la edad? Será el sereno.

3 comentarios:

Rafa Ibarra dijo...

Pues será el sereno, pero suena interesante la trama.
He visto poco cine de Woody Allen, pero el que he visto me ha gustado.
Apuntada pues.

Saludos.

Anónimo dijo...

Me gustan críticas están muy padres, creo que desmenuzas muy bien las cintas, así como las analogías que realizas.Gaby

Joel Meza dijo...

Rafa, entonces tienes mucho por ver, con cuarenta y tantas películas de 1969 para acá.
En mi experiencia, con Allen nunca hay pierde.

Gaby, muchas gracias, bienvenida por acá.