jueves, 18 de mayo de 2017

Alien: Covenant ***

(Alien: Covenant, EUA 2017) Clasificación México ‘B-15’/EUA ‘R’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Hace casi 40 años, en 1979, el joven director británico Ridley Scott nos puso los pelos de punta a todos los que fuimos al cine a conocer a “Alien, el octavo pasajero”. En esta película futurista, los 7 miembros de la tripulación de una nave espacial carguera propiedad de la compañía Weyland, son desviados de su ruta para aterrizar en un planeta desconocido, ante una señal de auxilio. Ahí descubren unos extraños huevos gigantes en una especie de incubadora. Uno de los tripulantes se asoma con curiosidad a uno de los huevos al ver que algo se mueve dentro y, pa’ pronto, le brinca a la cara una especie de araña gigante. Lo que sigue es que la mentada “araña” invade la nave espacial, crece y se convierte en el octavo pasajero del ominoso título mexicano (“¡Noveno!” protestarían los amantes de los gatos) y, poco a poco y de uno en uno, se va despachando a cada empleado de Weyland, hasta quedar sólo un robot que no es lo que parece y una muchacha que, con mucha determinación y chica metralleta, enfrenta finalmente al monstruoso “Alien”.

Para no hacerle el cuento más largo, estimado lector, la nueva película de la saga, “Alien: Covenant”, es exactamente lo mismo. Dirigida también por un ya veterano Ridley Scott, la puesta en imágenes es tanto o más impresionante que en “El octavo pasajero” (Scott es un genio para usar la tecnología visual a favor del espectáculo). Igualmente, el cuento del monstruo que se va cenando a cada miembro de la tripulación sigue siendo muy entretenido y aterrador. El chiste y pretexto para volver a contarlo, en todo caso, es mostrarnos cómo llegaron a ocurrir los hechos que vimos en “El octavo pasajero”, ya que “Alien: Covenant”, al igual que “Prometeo”, su primera parte, también de Scott y estrenada en 2012, ocurre varios años antes de lo que vimos en la película de 1979.

Así, Scott echa mano de “David”, el robot que conocimos en “Prometeo” y que, fiel creación de Weyland, tiene ideas muy peculiares de lo que debe hacerse con esta letal especie extraterrestre. En más de una forma, en “Covenant” vemos cómo se plantan las semillas que eventualmente darán frutos en “El octavo pasajero” y todas sus secuelas. Y, de paso, tiene en “David”, por primera vez en toda la serie, un personaje que, en cuanto a trascendencia narrativa, está a la altura de “Ripley”, la heroína de las cuatro primeras películas. Después de todo, el resto del reparto, Demián Bichir incluido, no son más que la cena. El actor Michael Fassbender, quien encarna a “David”, lo sabe y da cátedra de cómo soltar diálogos dizque muy profundos y filosóficos con grandiosidad, sabiendo que, como público, lo que de verdad queremos es ver al monstruo hacer de las suyas. El “David” de Fassbender no se amilana y hasta nos cumple por ese lado, cuando lo vemos tirar guamazos de la lindo y por partida doble. Un lugar muy bien ganado: si al final de cada una de las primeras películas nos quedaba el gusanito de ver qué pasaba con Ripley, ahora, sin duda, todos queremos ver hasta dónde llega “David”. Bueno, es un decir, porque ya sabemos…

15 comentarios:

Champy dijo...

No sé bien porque pero te siento exactamente igual a como me siento, sé que no me explico pero igual me lo has de sentir.
Al rato vuelvo quizá elaborando más mejor mi intento de coment...

2046

Anónimo dijo...

Gracias por incluirme como recomendación. Me sorprendí gratamente al leer "I, Daniel Blake" y me dije, mira, ese soy yo!!

Como yo no quedé enteramente satisfecho con la del Prometeo, no se qué esperar de esta. La veré, no cabe duda, porque no quiero que me quede ningún hueco entre estas y la de 1979, pero así que digas qué bruto, que emocionado estoy... no. Ya veremos...

Champy dijo...

Van las aclaraciones que me vayan saliendo, nomas por cuestión de pertinencia.

Probablemente lo que más admiro de Alien, EL octavo pasajero, es esa capacidad sencillita, barata, precisa e inmisericorde de acabar con mis uñas.
Si, el monstruo y Ripley, son y serán adorados por los siglos de los siglos en mi altar personal, mi adoración por ellos es consecuencia de ese estupendo trabajo de Ridley creando esa atmósfera oscura, claustrofóbica, letal.
De Alien primero su dirección, su historia, luego sus personajes.
Lo provocado apantalló mi capacidad de soñar.

Mi adoración por Prometeo, tiene que ver con su contribución a mis sueños, con mi yo cuestionador. Trataré de explicar.
Y en ese sentido me cueso en la misma olla que Ridley, que Peter Weyland, que Elizabeth. Desde huerquito me recuerdo cuestionándome eso que ellos buscan, que somos, de donde venimos, quien nos creó... y no es succionada, es real, así nací, no lo elegí.
Y es de aquí de donde a mi no me disgustó la escasa presencia del monstruo, la referencia a sus antepasados me pareció maravillosa.
Me ha enloquecido cada que le otorgo tiempo, y se que nunca voy a acabar por los motivos arriba mencionados, su paralelismo con la creación "original", sus pistas hacia mi locura, su propuesta de "Creación", además de toda la Cinematografía que a huevo se le debe de admirar y reconocer, así como esos "nuevos" personajes, David, la reciclación obligada, Elizabeth estupenda y admirable, y el para mi gusto mas chingón: El o los Ingenieros.
Que me dejo con un chingo de dudas? Chingonsisisisimo!!! Mas para soñar, para inventar para crear mi propia secuela!
Que quería yo?
Yo si quería que fueran y llegarán y hablarán con Dios (o con quien quiera que fuese). Verdad Divina.

La semana pasada te dije que estaba te dije que estaba yo bien quien sabe como...apendejado.

La he vuelto a ver este weekend, y lo pendejo ya no se quita, pero me he ido entendiendo.

Tratando de repasar ahora al filosófico de Ridley, a sus posturas divinas, a su fascinación por la cibervida, veo un paralelismo impresionante en el grueso de su obra, o en su obra importante al menos, en este caso Blade Runner y todo Alien, y no me extrañaría que si la edad de lo permitiera, títulos adelante las cruzara.

Lo que me quedó claro desde la 1a vez que la ví fue el poderío otorgado al replicante, perdón, a David-Walter, a esa perfecta creación rebelde y exquisito, ahora, la fascinación que en mi ejerció, tuvo que ver con esa sensibilidad tan cabrona que nos desconcierta, su ira al ser interrumpido en su comunicación con la creatura, su bello concierto homenaje a Elizabeth, esa lágrima (capicce?)... el replicante que se rebela, el alumno que supera al maestro, la creación creadora.

Que le dijo el Ingeniero antes de arrancarle la cabeza?

Que lo llevó a llegar aniquilando esa maravillosa Atlántica alienígena?

Hasta donde llegará la Inteligencia Artificial?

Creación, Navidad, María, El Padre y El Hijo, vida eterna.

Nunca voy a acabar.

2046


Anónimo dijo...

Y sus decorados.

Porque mi amigo Alberto salió del cine a punto de llorar de emoción al ver aquella réplica de una nave real por todo lo ancho. Deja tú la atmósfera, los efectos mecanicos, el diseño de la nave, en ese tiempo, formó parte también de hacernos entrar en el mundo de la fantasía y el terror. Porque deja tú al xenomorfo, que habría sido de la dirección, la historia y los personajes dentro de una nave como la de Los Monstruos de Lorena Velázquez?

Champy dijo...

Llegarían bailando el cha cha cha...

2046

Anónimo dijo...

Aparte de las secuelas oficiales, yo no sabía, pero hoy me enteré, que hay una apócrifa donde el alien llega a la tierra a aniquilar a la humanidad. Alguien sabe algo de eso?

Champy dijo...

Desconozcola...

Creo que nos dejaron solos por aqui....

2046

Joel Meza dijo...

Champy, justamente hace dos días platicaba con un amigo sobre lo que dices, las ideas que siembra Prometeo y no son exploradas en Covenant. Finalmente, Covenant resultó no ser Prometeo 2, sino Alien 0.5 (o, mejor dicho, Alien una vez más; no que tenga nada de malo...).

Pablo, no he oído nada de esa película apócrifa. ¿Fan made?

Ambos: los xenomorfos llegaron ya...

¿Dejarlos solos? De ninguna manera: mi casa es su casa, dijeran los gringos.

Anónimo dijo...

Estuve investigando y la película a la que me refiero es italiana, se llama ALIEN 2: ON EARTH

Anónimo dijo...

Pues ya la ví (Covenant) y no tengo más que decir que "que robot tan culero", pero bueno, hay que seguir haciendo películas y necesitamos trama, verdad?

También volvía ver la de 1979 y después de casi 40 años la disfruté como si fuera la primera vez que la veía, por lo que después, no pude resistir y tuve que ver la apócrifa: Sí! ALIEN 2 así en el cielo como en la tierra!

Claro que la palabra "alien" (o el concepto) no es exclusiva de nadie y antes del Nostromo ya había cantidad de películas similares (hasta Clavillazo tiene la suya) y después han seguido existiendo (LIFE, por ejemplo), lo que me intriga es ese número 2 que engaña a la gente a suponer una secuela que no existe, ese es el fraude!
La película, si no la asociamos con nada, es como cualquier otra, de esas que no valen tres cacahuates!

Champy dijo...

Que no es robot!!! Es un replicante....perdón, un sintético!

2046

Anónimo dijo...

¡jajaja! No deja de ser un hijo de su tuerca madre!

Joel Meza dijo...

:)

Anónimo dijo...

Ya en el piso 13 nos habían hecho pensar en que nosotros podríamos ser como los Sims y que en realidad vivimos en lo que creemos es el mundo pero no es más que un espacio creado por alguien y que todo es ficticio. Aquí Wayland creó a David y David le pregunta y quién te creó a tí? Juntos lo descubriremos, responde, pero ahora que Wayland ya no existe a David no le interesa llegar hasta el fondo y sólo destruye, buscado crear un ser superior. Me lo imagino como Hitler, o Dios, mejor dicho, que nos creó y después vió que no le gustamos y desde entonces ha tratado de exterminarnos a como de lugar, poniendo muchas veces, al diablo como excusa, jaja!

Joel Meza dijo...

Exacto. No es casualidad que sea Wagner la elección musical de David.