jueves, 5 de enero de 2017

Estación Zombie: Tren a Busán ***1/2

(Busanhaeng, Korea del Sur 2016) Clasificación México ‘B-15’/EUA 'R'
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala


La semana pasada publiqué mi lista de las 10 mejores películas que ví en el cine en 2016. Y, como siempre pasa con estas listas, justo al terminarlas uno ya las quiere revisar, para quitarle o ponerle. Después de ver Estación Zombie: Tren a Busán, estrenada el último fin de semana de diciembre, supe que tenía un pilón para mi lista de lo mejor del año.

Le platico, estimado lector, los primeros minutos: Un joven empresario, adicto al trabajo, deja su hamburguesa a medio comer en su oficina de Seúl, para llevar a su pequeña hija a ver a mamá, quien vive en Busán, otra ciudad koreana. La niña sufre el divorcio de sus padres y desea pasar su cumpleaños con mamá, para molestia del ocupado papá. A regañadientes, el hombre aborda con la niña el tren de madrugada, esperando regresar a sus intereses al medio día. Sólo que, como dice el dicho: el hombre propone y el cine de terror dispone… Pa’ pronto, estaciones y trenes se empiezan a llenar de zombis que a mordidas infectan a pasajeros buenos y sanos, cerrándose poco a poco el círculo de seguridad para padre e hija, junto con otros pocos viajeros en ese tren a Busán.

Amén de la economía que muestra el director y guionista koreano Yeon Sang-ho para establecer a sus personajes y entrar en materia, y de su solvencia en montar escenas “de acción” (los continuos  y crecientes ataques de zombis, pues) que se suceden una a la otra aumentando el suspenso y la intensidad de lo mostrado en pantalla, la verdadera joya de la película son sus personajes centrales y cómo se relacionan unos con otros.

Los asuntos por resolver entre el padre ausente y la niña abandonada se van desenvolviendo entre susto y susto y entre enfrentamiento y enfrentamiento no sólo con los zombis, sino también con los otros pasajeros. Es de rigor que en estas películas el grupo de personajes iniciales se vaya reduciendo conforme los monstruos van haciendo de las suyas. El director Yeon tiene el buen tino de usar estas pérdidas no sólo para efectos de horrorizar al público, sino para hacer avanzar la historia hacia su inevitable final.

Y como en toda buena película de terror, los monstruos son sólo un pretexto para contar historias con las que nos podamos identificar. Al alcanzar el tren su destino, no cabe duda, todos los que llegamos, a pesar de los zombis, ponemos el corazón en la mano por estos personajes.

5 comentarios:

Champy dijo...

Un pilón o una cereza

Es muy probable que sea lo mejor que yo haya visto....aún no estoy muy seguro.

2046

Joel Meza dijo...

Sí, 2016 fue un muy buen año de cine, Champy. Hasta el último fin de semana, en mi caso, con Tren a Busán.

Champy dijo...

Cosa curiosa...ahora mucho del mejor cine lo veo en Netflix:

Las Elegidas
Blu Jay
American Honey

Por cierto...esta última no debes perdertela, es una verdadera maravilla...si no estuviera Tren a Busan, sería mi number one.

2046

Joel Meza dijo...

Ya marqué en mi lista de netflix Blue Jay y American Honey.

Champy dijo...

De una vez Sing Street....los adoras poorque los adoras, recomiendo verla después de American Honey...sería algo así como un enjuague bucal luego de unos tacos de suadero.

2046