jueves, 18 de septiembre de 2014

Cantinflas *1/2

(Cantinflas, México 2014) Clasificación México ‘B’/EUA ‘PG’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Al grano: Cantinflas es una película mala con una actuación fantástica en el papel principal. Óscar Jaenada encarna a Cantinflas con tal perfección, que es imposible no rendirse ante la emoción de ver al Mimo de México nuevamente en la pantalla grande. Pero hasta ahí llega el gusto.

El director Sebastián Del Amo (divertida y meritoria ópera prima El Fantástico Mundo de Juan Orol, 2012) intenta, fallidamente, proponer que la producción hollywoodense “La Vuelta al Mundo en 80 Días” consolidó la carrera y al mismo tiempo salvó la vida personal de Mario Moreno.

Usando una narración paralela de dos historias y hasta cierto punto en tiempos fragmentados, tenemos primero las peripecias del exitoso productor de Broadway, Mike Todd (Michael Imperioli, el sobrino televisivo de Tony Soprano), en 1955, a unos días de anunciar en Hollywood su primera cinta, la épica historia del lord inglés que le da la vuelta al mundo, acompañado de su fiel mayordomo francés, Passepartout. El proyecto de Todd descansa en conseguir a 50 estrellas de Hollywood e internacionales para los papeles menores, algo nunca antes intentado (de hecho, prácticamente fue Todd quien inventó el concepto de la “aparición especial”, también conocida como “cameo”).

Por otro lado, se condensan veinticinco años de la vida de Mario Moreno, con un muy buen inicio, desde su llegada a los espectáculos de carpas, literalmente de la mano del actor Estanislao Schillinsky (el mismo de “Manolín y…”, encarnado por un excelente Luis Gerardo Méndez), para luego darnos una embarradita de su paso al teatro de comedia, ya casado con la bailarina Valentina Ivanova (Ilse Salas); su salto al cine y su meteórico ascenso al estrellato, a partir de “Ahí Está El Detalle”, dirigida por Juan Bustillo Oro en 1940.

Las aventuras de Mike Todd nunca pasan de la anécdota inicial, en que se discute la improbabilidad de que las estrellas de cine acepten su propuesta. Y la historia de Cantinflas tampoco pasa de platicar con su familia el sueño de seguir creciendo en fama y popularidad. Si acaso, se muestran muy brevemente hechos importantes en la historia del cine mexicano (el choque entre sindicatos, tanto de actores como cinematográficos) y en la vida personal de Mario Moreno (su imposibilidad de tener hijos junto a su esposa o sus infidelidades), pero sin mayor consecuencia, nuevamente, que la anecdótica (Cantinflas y Jorge Negrete, junto con el Indio Fernández son mostrados, brevemente, armados con rifles a las puertas de los Estudios Churubusco; Mario discutiendo con Valentina como si fueran adolescentes enojados).

Cuando las tramas se unen, es de manera injustificada. No hay forma decente de convencernos de que trabajar en La Vuelta Al Mundo En 80 Días es lo que salvó el matrimonio de Mario y Valentina. Tampoco se entiende cómo es que un supuesto consejo de Charlie Chaplin convenció a Cantinflas de que este era el paso correcto para regresar a ser el personaje querido por el pueblo (supuesto alejamiento también planteado de manera anecdótica en la película).

Es una lástima, sobre todo, que el trabajo del actor Óscar Jaenada haya sido deperdiciado en este desastre. Debo reconocer que el director Del Amo me ganó en los primeros minutos, cuando el futuro Cantinflas se presenta por primera vez y dice su nombre con una gracia en la que adivinamos las semillas del popular personaje. La complicidad palpable del público en esos primeros minutos, en el cine en que la ví, no es recompensada con una historia que nos emocione más allá de estar viendo al Cantinflas de Jaenada hablar y moverse en la pantalla grande.

4 comentarios:

Rafa Ibarra dijo...

¡Pum! Duro y a la cabeza. Ni la he visto, pero lo que me llama la atención es la actuación del protagonista. Se ve que le salió muy bien el papel.

Saludos Joel.

Joel Meza dijo...

Así mero, Rafa. Oscar Jaenada hizo una muy buena creación de un personaje creíble como un aspirante a actor, que va creando, a su vez, a su personaje.
Pero las historias que intenta contar la película no cuajan.
Saludos.

Rafa Ibarra dijo...

Oye Joel, ¿y había puro ruco en el cine o sí había raza joven para ver esta película?

Joel Meza dijo...

(O sea: ¿puro ruco como quién...?)
A la hora que fui, la sala medio llena y el público era de adultos jóvenes en su mayoría.