Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Por el lado de las aventuras, la cosa no es nada complicada: en lugar de inventar una historia compleja con personajes atormentados, Guardianes de la Galaxia se sirve de las recetas probadas de esas películas de matiné que tanto añoro, de mi cada vez más lejana infancia. Nuestros cinco héroes son una mezcla de piratas, exploradores, y soldados (nomás me quedaron a deber con los vaqueros) que corren de un lado para el otro, buscando cierto chunche dizque muy valioso, pero que en realidad no es más que un pretexto para las ocurrencias. Y es que no hay escena en que los cinco no se suelten de lo lindo en discusiones compuestas de líneas muy graciosas, que son el verdadero músculo de la película.
Que si son guardianes, que si son de la galaxia, que si encuentran o no el mentado Orbe tras el cual andan, no importa. Baste saber que el grupo se compone de Peter (el relajiento Chris Pratt), un joven terrícola treinteañero con espíritu rebelde y musical (gracias a su ochentero walkman con respectivo cassette de éxitos radiales setenteros); una chamaca verde, llamada Gamora (la despampanante Zoe Saldaña), que es una experta guerrera; un tipo muy rudo con tatuado cuerpo de luchador y mente obtusa (el actor y luchador profesional Dave Bautista); un pequeño mapache (voz de Bradley Cooper) que es un genio para las armas, las naves espaciales y la estrategia de asalto, junto con su mejor amigo y compañero de batallas: un tronco de árbol pelón, llamado Groot (voz de Vin Diesel). Aunque cada uno tiene lo suyo para sobresalir en la película, realmente es en grupo como brillan todos, entregando sus ingeniosos diálogos con una chispa que no se extingue en ningún momento. Veremos en la ya cantada segunda parte.
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