(Mowgli, Rusia, 1967)
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Al parecer, la competencia entre la Unión Soviética y los Estados Unidos no se limitó a la carrera armamentista y a la espacial: En 1967, el mismo año en que Disney presentó el exitoso y ahora legendario musical animado El Libro de la Selva, también se estrenó esta valiosa adaptación rusa de cinco cuentos sobre Mowgli, el niño criado por lobos en la selva de la India y que fueron publicados en 1894 y 1895, en las colecciones de El Libro de la Selva, del escritor británico Rudyard Kipling, nacido y criado en la India a mediados del siglo XIX y luego avecindado en los Estados Unidos, que es donde escribió estos libros.
Presentada como largometraje, en realidad se trata de cinco cortos de alrededor de 20 minutos cada uno, donde conocemos cómo llegó el cachorro humano a la selva y, rescatado por lobos, se libró de una muerte segura en las garras del malvado tigre Shere Khan. Los lobos son quienes bautizan al saltarín cachorro humano como Mowgli (“ranita” en Hindi) y convencen al resto de los animales de aceptar a este pequeño niño como uno de los suyos. Así, Mowgli se une a los lobos cachorros para aprender sobre la Ley de la Selva, bajo la tutela del paciente oso Baloo (“oso” en Hindi), cuidado por la noble pantera Bagheera (“pantera” en Hindi) y Kaa, una anciana y enorme serpiente pitón.
Cada cortometraje funciona como un cuento individual, a manera de fábulas sobre la amistad, la nobleza, la lealtad; en general, el balance de la vida en la selva ("buena caza", se desean unos a otros como saludo habitual). El tema recurrente es la insistencia de Shere Khan en tener el derecho a matar a Mowgli, dado que no pertenece a la selva y él lo vio primero, cuando era un bebé perdido. Mientras tanto, Mowgli crece en destreza y sabiduría, siempre ayudado por Baloo, Bagheera y Kaa. Otros personajes importantes son la familia de lobos con quienes crece Mowgli y los molestos Bandar-log, una tribu de monos que admiran a Mowgli y quieren convertirlo en su rey.
El estilo de dibujo y animación escogido por el director ruso Roman Davydov es muy distinto al de Disney, con imágenes más expresionistas que naturalistas, tanto en los personajes como en los fondos. La escasa fluidez de los movimientos, igualmente, contrasta con la naturalidad general de Disney, aunque me gustó cómo los personajes están animados de maneras distintas, que van de acuerdo a su personalidad, destacando los estilizados movimientos felinos de Bagheera y los del propio Mowgli al correr y nadar.
Finalmente, esta versión de El Libro de la Selva resulta más contemplativa, menos cómica y más violenta que la de Disney. Aquí, los animales no cantan pero sus reflexiones sobre la vida no dejan de ser poéticas y necesarias.
(Disponible en youtube, en Ruso con subtítulos en Inglés.)
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