Oldboy: Días de Venganza *
(Oldboy, EUA 2013) Clasificación México ‘C’/EUA ‘R’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Ojos que no ven, ¿corazón que no siente? Si usted no ha visto Oldboy, la película original coreana de 2003, hágase un favor y véala antes de acudir al cine a este refrito hollywoodense de 2013. Aunque la historia es prácticamente la misma en ambas, las diferencias en la narrativa hacen de la original coreana una cinta muy superior.
Dirigida por Spike Lee, “Días de venganza” nos presenta, en un laaaargo prólogo a Joe (Josh Brolin), vendedor estrella de una compañía irrelevante, como lo son las broncas en las que se mete Joe con un importante cliente. Joe es un borrachales y hocicón de primera, divorciado y con una hija de tres años. Diez minutos después, por fin el director Lee entra en materia: Joe es levantado en la calle, aparentemente por una mujer oriental con un extraño paraguas amarillo. Despierta con una cruda feroz en un anónimo cuarto de motel de quinta. Y ahí pasa, encerrado contra su voluntad, los siguientes veinte años de su vida.
Joe no sabe por qué está encerrado, ni quién lo encerró. Todos los días recibe charolas con comida china y alcohol para beber, por una rendija en la puerta sellada. Su único contacto con el exterior (no hay ventanas) es una vieja televisión, en donde se entera de que la policía lo busca como el principal sospechoso de la violación y asesinato de su ex esposa. Igualmente se entera de que su pequeña hija ha sido adoptada por un bonito matrimonio y la niña se convierte en una bella y talentosa joven. Joe decide reivindicarse en su encierro, dejando de beber y manteniéndose en forma, mientras se entrena con las películas de artes marciales que la televisión le ofrece en esos veinte años.
Un problema grande que tiene “Días de venganza” es que, para empezar, todo lo que nos cuenta antes de la desaparición no sirve de nada y muchos de los detalles que vemos durante el encierro también salen sobrando y hasta echan a perder el factor sorpresa, como cuando vemos a los anónimos captores de Joe tomar muestras de cuerpo, para plantarlos como evidencia del asesinato de su ex esposa. Si en los primeros diez minutos ya habíamos visto que era imposible que Joe la hubiera matado, simplemente el mostrar la escena del noticiero nos indicaría que quien lo encerró también tiene interés en culparlo del brutal homicidio. Y como ese es el caso, ¿por qué habríamos de creer todo lo demás que Joe ve en la tele, empezando por la historia de su hija, feliz con sus padres adoptivos?
Cuando finalmente es liberado, ya sabemos prácticamente todo lo que necesitamos para resolver lo que sigue en la película, excepto la identidad y los motivos de su captor. Pero no se preocupe: el director Lee se apresura a hacer que un personaje secundario se saque de la manga estos datos. Hombre, hasta lo que ocurrirá con una bonita veinteañera con la que Joe se tropieza a poco de salir del encierro resulta falto de interés, dada la cantidad de información que para ese momento tenemos sobre los personajes y sus broncas.
Al final, Joe termina siendo no más que un vengador anónimo, asesino sangriento e infalible, que salva a los inocentes y desaparece, sin pena ni glora, igual como llegó. Ese mismo destino se merece “Días de venganza”, por cierto.
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Oldboy: 5 días para vengarse ****
(Oldboy, Corea del Sur, 2003) Clasificación México ‘C’/EUA ‘R’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Qué diferencia lo que se puede hacer con la misma historia que nos quiso contar Spike Lee en su refrito de Oldboy. El director coreano Chan-wook Park (o Park Chan-wook, al estilo asiático) nos presentó la original en 2003, estrenada en México como “5 Días para vengarse”. Y Park va al grano desde el inicio. El protagonista, Dae-Su, es un borracho feliz que desaparece en una transitada calle. Lo volvemos a ver cuando despierta en un anónimo cuarto de motel y es evidente que ha sido encerrado por alguien. Todo eficientemente contado en los primeros tres minutos de película.
En menos de diez minutos de película, Dae-Su es liberado en el techo de un edificio. No sabe por qué lo encerraron ni quién lo hizo. Sólo sabe, por una tele que tenía en su calabozo, que han pasado quince años y que su esposa fue asesinada cuando él desapareció, convirtiéndolo en el principal sospechoso. Eventualmente es confrontado por su captor, que le da cinco días para averiguar quién es y por qué lo encerró quince años, o morirá una compasiva joven que Dae-Su acaba de conocer.
Park elige contarnos la historia dándonos solamente la información estrictamente necesaria, generalmente a través de las reflexiones que Dae-Su hace para sí mismo, sin hablar con nadie más, aún cuando está con otros personajes.
Las imágenes son hipnotizantes y el montaje es cuidado con precisión milimétrica (hay que ver la legendaria escena del martillo, para una probada del talento narrativo de Park). Finalmente, la propuesta de Oldboy es tan provocadora como lo que vemos en pantalla y, como toda excelente película, se queda con nosotros, aún mucho tiempo después de haberla visto: ¿Es posible ser feliz eligiendo ignorar las cosas malas de nuestra vida?
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Hace 1 semana
2 comentarios:
Hola Joel,
Gracias por perder tu tiempo viendo el refrito y evitarnos a algunos la pérdida de tiempo.
Buenísima la original, por cierto, la están pasando en Netflix mexicano.
Aprovechen mientras pueden.
Salud!!!...os desde Juárez,
MF
Y el refrito está en el Netflix gringo, por si no tienes nada que hacer, Miguel... Salud hasta Juárez.
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