viernes, 21 de junio de 2013

El Hombre de Acero ***

(Man of Steel, EUA 2013) Clasificación México ‘B’ / EUA ‘PG-13’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Ya antes he aclarado en este espacio mi afición, desde que era niño, por Supermán en sus distintas representaciones (libritos, caricaturas, película, en fin, hasta calcetines… y no es broma). Igualmente, he descargado aquí mi disgusto por Supermán Regresa, estrenada en 2006 y que no fue más que un refrito demasiado reverente e innecesario de Supermán, la muy disfrutable y memorable cinta protagonizada por Christopher Reeve en 1978. Así que a continuación doy mi reporte sobre a El Hombre de Acero: Como “fan”, me gustó MUCHO; como cinéfilo, me gustó… mucho.
He aquí el nuevo intento de la Warner Brothers por entrar a la cancha del cine basado en superhéroes que, hoy por hoy, Marvel/Disney domina con las franquicias de Iron Man, El Hombre-Araña, Los Vengadores y anexas. En todo caso, sólo la reciente trilogía de Batman ha mantenido a Warner en la pelea, aunque esa serie es, en mi opinión, deprimente, aburrida y confusa. Es claro que aquí estoy solo ante el peligro, dado el éxito mundial de Batman Inicia, El Caballero de la Noche y El Caballero de la Noche Asciende. Por lo tanto, era natural que la WB decidiera confiar a Christopher Nolan, el productor, escritor y director que revivió a Batman, hacer lo propio con Supermán.
Como usted se podría imaginar, con esos antecedentes, El Hombre de Acero presenta desde cero a un Supermán atormentado por su pasado y buscando su lugar en el mundo, más o menos como vimos a Bruce Wayne (o Bruno Díaz) en Batman Inicia. La diferencia, para bien, es que el pasado de Supermán resulta, por lo menos a mí, más entretenido y fascinante que el de Bruce Wayne. La primera media hora es dedicada a mostrarnos los últimos días del planeta Kryptón, con Jor-El (un muy serio Russell Crowe), el padre del futuro superhéroe, rebelándose ante los dirigentes del planeta al borde de la destrucción y tomando las acciones que lo llevarán a enviar a su hijo recién nacido, Kal-El, a la Tierra. En esas escenas conocemos al General Zod (un gritón y también muy serio Michael Shannon), responsable de la seguridad de Kryptón y cuyos motivos son los mismos de Jor-El, pero con métodos diferentes. Las consecuencias las conocemos: Kryptón se destruye y Kal-El llega a la Tierra, donde crecerá para convertirse en Supermán. Y eventual e inevitablemente, el villano Zod también alcanzará nuestro planeta, para enfrentar a un Kal-El adulto.
A diferencia de las versiones cinematográficas anteriores, donde todo era festivo y sencillo, la visión de El Hombre de Acero del productor Nolan, su escritor de cabecera David S. Goyer (también escritor de la trilogía Batman) y su director en turno, Zack Snyder (adorado por las masas por su cinta “300”, EUA 2007), peca de seriedad y solemnidad. Pero creo que las historias de los últimos días de Kryptón y la del destino que Jor-El busca para su hijo Kal-El están tan bien armadas, que más que una película de Supermán, todo el asunto se siente como una buena cinta de ciencia ficción sobre un extraterrestre huérfano. Bueno, al menos la primera hora y media, antes de que empiecen los catorrazos.
Resulta que Kal-El, ahora llamado Clark Kent, anda de arriba para abajo, haciendo chambitas varias, supuestamente tratando de encontrarle sentido al hecho de que es un extraterrestre superfuerte e indestructible. Lo cierto es que esa parte de El Hombre de Acero ya la vimos antes en El Fugitivo (tanto en tele como en cine) o en la versión televisiva de Hulk, en los ‘70s. Hombre, tan trillado es el asunto que hasta hubo un Perro Fugitivo en la tele de esa época. Lo único rescatable del vagar de Clark es la serie de recuerdos que va teniendo sobre su padre terrestre, interpretado con el corazón en la mano por Kevin Costner. Ahí es donde se explica por qué Kal/Clark es tan bien portado, a pesar de ser tan poderoso, lo cual es un fuerte obstáculo a la hora de enfrentarse a Zod, decidido a matarnos a todos para construir un nuevo Kryptón. Con una amenaza así, Kal/Clark hace lo que puede, no lo que debe, para detener a Zod y en el proceso destruye media Metrópolis, en escenas tan realistas que seguramente el número de metropolitanos muertos habrá rondado los miles… ¿otra carga sicológica para Clark?
Algo así como la última hora se va en trancazo tras trancazo entre Zod y Clark, con edificios derrumbándose por todos lados y Luisa Lane (Amy Adams, la cantarina princesa de Encantada, EUA 2007) trepada en cuanto transporte militar se le atraviesa, con tal de obtener su historia periodística. Al final, nos queda claro que este Clark Kent, actuado apropiadamente por el británico Henry Cavill, no es el tímido y torpe reportero, ni Supermán el optimista héroe de las versiones anteriores. Es más, ni siquiera es conocido como Supermán y en toda la película sólo una vez se menciona ese “nombre”. Todavía más: queda claro que el productor Nolan y compañía han entregado un producto que sí tendrá continuaciones. Como “fan”, ya las espero. Como cinéfilo diré que ojalá dejen de lado, un poco aunque sea, esa seriedad de la que han investido a su Supermán. Un hombre que vuela debería maravillarnos, ¿no cree usted?

7 comentarios:

Christian dijo...

Voy a pegar el comentario que hice en el blog de Diezmartines tal cual, porque me da flojera 'escrebirlo' todo de nuevo, solo digo que la película se queda a una raya de apestar. Si no lo hace es gracias a Kevin Costner, Diane Lane y...

Pues ya. Solo por eso. jo

Pero hey, ante eso yo SI estoy solo ante el peligro, con quien sabe cuantos chorro-trillones de dolares que ha juntado la película, el equivocado debo ser yo...

en fin.

Va mi comentario integro de hace unos días:

Christian dijo...

Bueno va, un comentario mas o menos rápido, porque ando como Harrison Ford en 'Working Girl'. O sea, con mucho trabajo.

Aclaración pertinente antes: nunca jamás en mi vida he leido un comic, de ningún tipo. Bueno he leído a Mafalda cientos de veces pero dudo que eso califique como tal.

Incluso recuerdo que mi hermano me prestó el mentado librito ese de los Watchmen y como a las cinco páginas se me resbaló de las manos.

En fin.

Por lo tanto mi visión de la película no está sesgada ni tenía expectativas de algún tipo, mas allá de las normales de cualquier cinéfilo, es decir: divertirme y ver una buena película.

Y pues no fue así. La cinta arranca con la consabida seriedad y cuasi-melancolía típica de las historias de Nolan, lo cual no está tan mal, pero aún así dista de ser satisfactorio y voy a explicar por qué. Durante la primera hora de la cinta vemos varios flashbacks de la infancia y juventud de Superman pero justo cuando la cosa se va poner mas o menos emocionante, Snyder y sus compadres, deciden cortar y mandarnos a ooootro lado, vamos, se siente como coitus interruptus. ¿Ejemplo? el rescate del camión. En vez de dejarnos la escena completa y emocionarnos un ratito, aaaaah no, sus mentadas elipsis donde ya todo pasó y uno se lo tiene que imaginar todo.

Supongo que Snyder y sus compadres, Nolan y Goyer, justificaban esto pensando: "no importa porque al final les vamos a dar un show como jamás han visto"

Ok

Llegamos al tercer acto.

'uta, insufrible! En serio les parece divertido ver una hora de peleas tipo los Simpson donde todo lo que tocan explota en fuego y donde los personajes son tan pero tan poderosos que lo único que termina pasando es que se dan y se dan de trancazos y nadie se muere, nadie sangra, nadie le pasa nada!? Lo único que me recordó esa parte fue a la pelea entre Neo y el Agent Smith en Matrix 3. Y si tu película le hace recordar al público Matrix 3, ya vas mal mi chavo, ya vas mal...

Y luego dijeran, ok, son tan poderosos que no se hacen daño, pero la secuencia está bien filmada y estoy entendiendo cada cosa que pasa en la pantalla, pero no, ni eso. Todo es un batidillo insoportable de CGI y edificios explotando por todos lados. Error No. 2: la película me empezó a recordar a Transformers 3. ¡No bueno!

Lo peor de todo el asunto es que todo ese despliegue de CGI, explosiones, peleas y trillones de dólares regados sobre la pantalla no lograron emocionarme genuinamente, al contrario, estaba empezando a bostezar. La única secuencia que logró emocionarme y decir: ¡vamos muchachos ustedes pueden contra esos aliens malévolos" fue esa donde los aviones terrícolas van a atacar a la nave nodriza (o como se llame) y, como bien dice Agustín, sale a relucir el verdadero Cristo redentor. Y con mis dudas porque dicha secuencia me recordó al Día de la Independencia... bien Snyder, bien, tu cinta de un plumazo me hizo recordar a Matrix 3, Transformers 3 y Día de la Independencia. ¡¡!!

De lo positivo coincido con varias opiniones que ya he leído por ahí, Kevin Costner lo hace muy bien, y Diane Lane también.

Meto aquí el comentaro de mi acompañante que fue básicamente que la fotografía no le gustó. Me dijo que esa paleta de colores deslavada gris/azulosa le molestó mucho, que una cinta de super héroes debe tener mucho color, como en los comics. Yo como nunca he leído uno, pienso que tal vez tenga razón, de pronto me acordé de los Avengers y Spiderman y si tienen bastante mas color.

Y finalmente, Henry Cavill, me pareció de lo más insípido y plano, no sé si esas eran sus órdenes, es decir, actuar con infinita tristeza y pesadumbre, pero me pareció un trabajo deslucido y poco emocionante.

Y por el otro lado su cuate Michael Shannon, no bueno! Parece que la Sra. Cara de Papa le empacó sus "ojos furiosos" y éste se los puso y no se los quitó nunca. Que bárbaro, que tipo tan intenso... jejeje

Se la hubieran llevado mas leve todos, así como Kevin Costner.

Saludos a todos.

Christian dijo...

*DiezmartineZ*

(malditos typos)

Joel Meza dijo...

Christian, pos ya de una vez hubieras copiado todas las respuestas a tu comentario enque Diezmartínez y me ahorras el esfuerzo...
Bueno, como no fue así, te diré que tanto tu opinión como la de Diezmartínes, digo, z, me parecen muy valiosas por el hecho de que sé que no son ni fueron lectores de la historieta, así que son lo más cercano que tengo a una opinión "objetiva" en cuanto a cinefilia pura. Mi disfrute de la película, como digo en la reseña, se basa en mi gusto por el personaje en todas sus formas pero en especial en el formato de historieta.

El Hombre de Acero no se acerca para nada a la perfección, sus fallas son muchas pero la disfruté en cuanto a adaptación, tanto de las historietas como de las distintas caricaturas que he visto a lo largo de las décadas. Sigo pensando que, como cinéfilos, tal vez hacemos mal en esperar obras maestras en películas de superhéroes, porque finalmente el formato de origen no da para tanto y fue creado sólo para entretener. En todo caso, la película está cumpliendo con ese cometido: como dices, le está yendo muy bien en taquilla en todo el mundo, así que esperemos que la segunda parte sea mejor.

Rafa Ibarra dijo...

Por lo que leo, mi estimado Joel, esa tercera estrella que le pusiste está muy forzada. Te ganó tu lado "fan" a la hora de calificar, ¿no? :-)

Como quiera, aikir a verla.

Un abrazo.

Joel Meza dijo...

Tienes razón, Rafa. Digamos que el cinéfilo puso las dos primeras estrellas y en un descuido... llegó el fan y puso la tercera.
A´i me cuentas cómo te fue. Abrazo de retache.

Carl Zand dijo...

Mi camarada Joel, a mí, al parecer, es a quien más a gustado la película. Yo soy un fan y ahora, no sólo tengo calcetines, sino camisetas y monos, con la excusa de mi hijo de dos años medio; y viene otro en camino que será niño también, así que espero ver las franquicias por venir... Fíjate que yo dejé mi lado crítico a un lado y la disfruté como cinéfilo y fan y la disfruté de principio a fin. No me importa el nuevo comienzo, esta es la película de Supermán que estaba esperando, no la cosa esa de Singer, que francamente me decepcionó mucho, si a seriedad vamos. Esto es algo diferente, pero siento que sí, efectivamente tiene en el centro el espíritu dl hombre de acero. Y fíjate, yo sí encontré humor en la película, dejando a un lado la violencia. En cuanto a la destrucción, no recuerdas que hasta en las caricaturas de los años noventa, toda cuanta mugre destruía, léase bombas, robots, armas nuvleares, etc. Supermán las arrojaba al mar. Un amigo decía, este cabrón va a ser multado por greenpeace: hace más daño que los malos... En fin, las escenas del Hombre de Acero flotando frente a los militares, las primeras escenas en Krypton, a la Flash Gordon, Jor-El como el fantasma del papá de Hamlet, me parecieron genuinamente geniales y entretenidas. La disfruté mucho, y sí, no estás solo contra el mundo: me gustó más que cualquiera de las tres del caballero de la noche. Un hombre que puede volar, por más atormentados y oscuros que los demás súper héroes sean, me quedo con este, que desde niño, también soy fan y por ahí, en un cartón tengo los cómics; hasta el número uno de los ochentas anda guardado en una bolsita. En fin, una película que deseo volver a ver en pantalla grande, a ver qué tal la segunda vuelta. Salud.