Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Como decimos comúnmente: para eso me gustaban… Seguramente usted se enteró de todo el escándalo a fines del año pasado, antes del estreno de “Una loca entrevista” en los Estados Unidos. Recordará usted que el gobierno de Corea del Norte exigió a la compañía Sony, productora del filme, y de paso a todos los compas de Sony, empezando por el gobierno estadounidense, enlatar para siempre jamás la dichosa película, so pena de enfrentar las terribles consecuencias en caso de que el mundo conociera las atrocidades mostradas en esta comedia escrita, dirigida y protagonizada por Seth Rogen.
¿La razón? Casi nada: en la película se muestra a Kim Jong-Un, el presidente norcoreano, como un monigote megalómano, opresor de su pueblo y completamente fascinado por lo peor de la cultura popular norteamericana. Y, encima, asesinado por dos gringos tarados. Pos qué delicado el Kim, dirían en mi rancho.
Pues mire lo que son las cosas: “Una loca entrevista” finalmente se estrenó, tanto en los cines del otro lado, como acá. Aún más: se estrenó también, al mismo tiempo, en las plataformas de renta de películas por internet. Corea del Norte no nos lanzó bombas atómicas y la película sigue en cartelera y en internet.
¿Era para tanto el escándalo? Si fuera yo mal pensado, me animaría a decir que el gobierno de Kim Jong-Un recibió su lanita de parte de Sony para armar su berrinche internacional y promocionar este churro fílmico. Y es que la comedia no es ni mejor ni peor que lo que ya hemos visto en algunas otras películas y programas de televisión en los últimos años, en cuanto a la sátira al ínclito líder norcoreano (o a su igualmente ínclito papá, Kim Jong-il, antes de él); es más, la personalidad que el Kim verdadero da a conocer al mundo, pues... qué le diré... es ya una sátira de un dictador totalitario en sí misma. Así, que, por ese lado, Seth Rogen no se esforzó mucho en su creación fílmica.
En cuanto a la comedia, también es más de lo mismo que ya le conocemos a Rogen, este comediante treintañero, típico gringo mariguano que disfruta reírse y hacer reír con cuanta indecencia se le ocurra. James Franco, su compañero en varias de sus comedias anteriores repite su gustado papel de un James Franco idiota que se subordina al personaje de Rogen. Esta pareja cómica es funcional la mayor parte del tiempo y su tipo de humor me divierte en general. Claro, algunos de los chistes escatológicos son más de lo que necesito para reír pero tampoco me molestan al grado de amenazar con lanzar bombas a los Estados Unidos.
En todo caso, Kim Jong-Un debería agradecer que lo pinten tan bien en pantalla: su personaje es representado por el actor Randall Park, que es más bien alto, guapo y simpático. En resumen: no se parece en nada a Kim. De quien sí disfruté mucho su presencia y sincronía cómica es la bella actriz canadiense Diana Bang, que hace el papel de la ministro norcoreana de información y termina siendo el interés amoroso del personaje de Seth Rogen. Ese Rogen, mariguano y simplón, pero bien que sabe lo que le conviene. Para eso me gustaba.
1 comentario:
¿En serio en México le pusieron "Una loca entrevista"? ¿Es neta?
Porque ya sabemos que a la película que le antepongan "Una loca..." siempre es un fiasco.
Saludos Joel.
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