(Before Midnight, EUA 2013) Clasificación México ‘B-15’/EUA ‘R’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Para Mari, mi amada esposa. Por las conversaciones felices, las no tan felices y las que vendrán.
Celine y Jesse se conocieron hace dieciocho años, en que pasaron toda una noche vagando por las calles de Viena, platicando de sus vidas y sus intereses. Al amanecer, enamorados el uno del otro, se despidieron y no se volvieron a ver hasta nueve años después, en que la parisina Celine buscó a Jesse, ahora un famoso escritor estadounidense, después de que él contara la historia de los dos en una de sus novelas. Ambos encuentros son presentados por el director Richard Linklater en las películas Antes del Amanecer (1995) y Antes del Atardecer (2004). Una historia como ésta no se puede acabar así como así, con un “y vivieron felices para siempre”. De modo que, nueve años después, los reencontramos. Viviendo juntos. Felices. ¿Para siempre?
De vacaciones en Grecia, Jesse despide en el aeropuerto a su hijo adolescente, fruto de su primer matrimonio, quien va de regreso a su madre, en Chicago. Triste, Jesse sube a su automóvil, donde lo espera Celine, con quien vive desde hace nueve años en París y con quien tiene dos preciosas hijas gemelas. Rumbo a la casa donde se hospedan en Grecia, platican un poco del hijo de él, un poco de su ex esposa, un poco de sus hijas, un poco de cómo se reencontraron nueve años atrás. También platican acerca de una oferta de trabajo que Celine tiene en el gobierno francés. Y hablan sobre el posible deseo oculto de Jesse de mudarse todos a Chicago, para estar cerca de su hijo.
Nótese que he cambiado el verbo “platicar” por “hablar”. Y es que durante las conversaciones de Celine y Jesse, que en Antes de la Medianoche vemos por toda la hora cuarenta y cinco que dura la película, hay momentos en que la plática amable, amorosa y hasta festiva, se torna en un habla fría y distante cuando uno de los dos toca algún tema que los espectadores adivinamos como sensible. Celine, más que Jesse, tiende a sentirse agredida cuando Jesse se acerca con sus palabras a asuntos como el probablemente ya discutido plan de mudarse a Chicago. Celine parece interpretar esa aparente insistencia como desamor y, en consecuencia, cuestiona sus propios sentimientos y actos amorosos, o la falta de ellos, hacia él. Jesse, por el contrario, parece aceptar las discusiones y pleitos como tales y no como un síntoma de que las cosas estén mal. Cómo pueden estarlo si se enamoraron hace dieciocho años y él dejó a su esposa hace nueve, para estar y seguir, como hasta hoy, con Celine.
Richard Linklater vuelve, en 2013, a este ejercicio fílmico escrito en conjunto con sus dos protagonistas, Julie Delpy y Ethan Hawke como Celine y Jesse, a explorar el valor de la conversación en una relación de pareja, sin dejar de lado el valor individual de los dos amantes. Platicar toda una noche, o toda una tarde, es un gran pretexto para el romance. Hacerlo por nueve años seguidos es mucho más complicado y lleva a una relación verdadera. No puedo esperar a verlos nuevamente, platicando, en 2022.
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Hace 1 semana
1 comentario:
Que bueno que amas a tu esposa, felicidades por ser feliz. Intentaré ver esta película.
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