(Populaire, Francia/Bélgica 2012) Clasificación México ‘B’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Todo tiempo pasado fue mejor, dice el dicho. Sin embargo los cinéfilos somos permanentemente bombardeados con “el último grito de la moda” en películas, con historias, imágenes y sonidos que, en busca de originalidad y novedad, más bien terminan siendo el último alarido de los cineastas… Por eso es tan grato regresar de vez en cuando, al menos para mí, a películas “antiguas” que contaban sus historias sin tanta alharaca como vemos hoy en cuanto a puesta en imágenes; por ejemplo, las viejas comedias románticas de los 1940s y 50s, que nos llevaban a través del cuento clásico donde la clásica muchacha conoce al clásico muchacho, venía el clásico flechazo instantáneo y el resto era pura diversión y romanticismo. Clásicos, por supuesto.
Y en medio de una cartelera plagada de lo más nuevo en cuanto a superhéroes salidos de historietas, o bien, hadas y pericos cantarines y animados, es un gustazo tener una película que, efectivamente, es el último grito de la moda… de hace 50 años. Mi Historia Entre Tus Dedos es una muy agradable comedia situada en la Francia de 1958 que es fiel, cinematográficamente hablando, a la propia época en que ocurre la acción en pantalla. Escrita y dirigida por el francés Régis Roinsard, nos presenta a Rose, una bella joven de Normandía, que un buen día deja su vida pueblerina para encontrar el trabajo de sus sueños: ser secretaria de un importante ejecutivo para vivir aventuras en tierras exóticas. Un pequeño ajuste de realidad la lleva a contratarse como la secretaria de Louis, un también joven y guapo agente de seguros con una pequeña oficina en una ciudad mediana. Fórmula obliga y el flechazo se produce aunque los protagonistas no se hayan dado cuenta, distraídos por “el truco” de este cuento. El truco es que Rose es demasiado torpe como secretaria pero tiene una habilidad extraordinaria: es una velocísima mecanógrafa. Louis, impresionado por el talento de Rose, decide inscribirla en un importante concurso de velocidad en mecanografía y hace los arreglos para convertirse en el entrenador personal de la provinciana muchacha, tanto en la máquina de escribir como en cultura general, al hacerla copiar libros y novelas clásicas. ¿Qué cree usted que vaya a pasar?
Me gustó la forma en que el director Roinsard, en esta su primera película, decide, al ubicar su historia en 1958, emular esas comedias románticas hollywoodenses de fines de los 1950s, principios de los 60s, tanto en la estructura narrativa como en la puesta en imágenes. El diseño de los escenarios, el vestuario, peinados y la forma de conducirse de los actores (la belga Déborah François como Rose, y el francés Romain Duris como Louis) remiten a cualquier comedia de Audrey Hepburn y sus múltiples galanes (los icónicos Fred Astaire, Humphrey Bogart, Gregory Peck, Cary Grant e, inevitablemente dado el tema, Rex Harrison en Mi Bella Dama). La música elegida por Roinsard para ambientar su comedia también es de animado jazz de la época o bien, compuesta para sonar como animado jazz de la época, intercalando por ahí hasta un cha cha chá dedicado a las secretarias, interpretado por una orquesta perezpradesca con todo y su ricachá con acento francés.
Me gustó también cómo la historia nos convence de que los concursos de mecanografía (que son reales y aún existen, por cierto, aunque con actualizaciones al paso de la tecnología) son tan importantes y glamorosos que llenan teatros de fervorosos fanáticos y merecen la cobertura de la prensa, radio y televisión internacionales. Uno como espectador de verdad se emociona y quiere que Rose gane el concurso y rompa el récord de velocidad, casi tanto como deseamos que Rose y Louis se dejen de cosas y acepten su romance.
Me gustó, por otra parte, que aunque la fórmula de la comedia se sigue al pie de la letra, los elementos de apoyo y los obstáculos no se sienten prefabricados. Louis tiene una decepción amorosa en su pasado, que continúa muy presente y tiene que ver con un interesante subtexto de la trágica Segunda Guerra Mundial y el liderazgo de los Estados Unidos en el triunfo de los Aliados. Igualmente, la tensión romántica y sexual entre los protagonistas desde su primera escena, es resuelta poniendo a descansar la fórmula por un rato y nos recuerda que, después de todo, estamos en Francia y, en la escena que nos ocupa, en París, la capital del amor.
Me gustó, finalmente, que me haya gustado Mi Historia Entre Tus Dedos tanto como me gustó. ¿Todo tiempo pasado fue mejor? Vivimos en la mejor época que haya existido para ver cine: lo que no podemos ver en cartelera, lo encontramos en video y por internet. Siempre estoy buscando algo bueno y, como decía, muchas veces regreso a los clásicos en video, cansado de tratar de seguirle el paso a cada nueva oferta de Hollywood y anexas. Por eso, entrar al cine, boleto en mano y encontrarme con algo que normalmente habría salido de un archivero, pero que es nuevo, pues a mí sí me da gusto.
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Hace 6 días
3 comentarios:
Órale. Se ve interesante. Espero encontrarla en video.
Saludos cordiales Joel. Gracias por avisar de estas joyitas. Aunque nos enteremos tarde, nos enteramos. :-)
No hay que ir muy lejos pa´ conseguirla, Rafa: está en el netflix gringo y me imagino que en disco, para renta. La trajo cinépolis en el pasado tour de cine francés y luego le dieron una breve corrida comercial.
Un abrazo.
Pues la compré en un remate de películas de Blockbuster y la verdad nos gustó bastante. Muy entretenida.
Gracias por la excelente recomendación, como siempre.
Un abrazo Joel. :-)
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