jueves, 24 de abril de 2014

(Populaire) Mi Historia Entre Tus Dedos ***1/2

(Populaire, Francia/Bélgica 2012) Clasificación México ‘B’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Todo tiempo pasado fue mejor, dice el dicho. Sin embargo los cinéfilos somos permanentemente bombardeados con “el último grito de la moda” en películas, con historias, imágenes y sonidos que, en busca de originalidad y novedad, más bien terminan siendo el último alarido de los cineastas… Por eso es tan grato regresar de vez en cuando, al menos para mí, a películas “antiguas” que contaban sus historias sin tanta alharaca como vemos hoy en cuanto a puesta en imágenes; por ejemplo, las viejas comedias románticas de los 1940s y 50s, que nos llevaban a través del cuento clásico donde la clásica muchacha conoce al clásico muchacho, venía el clásico flechazo instantáneo y el resto era pura diversión y romanticismo. Clásicos, por supuesto.

Y en medio de una cartelera plagada de lo más nuevo en cuanto a superhéroes salidos de historietas, o bien, hadas y pericos cantarines y animados, es un gustazo tener una película que, efectivamente, es el último grito de la moda… de hace 50 años. Mi Historia Entre Tus Dedos es una muy agradable comedia situada en la Francia de 1958 que es fiel, cinematográficamente hablando, a la propia época en que ocurre la acción en pantalla. Escrita y dirigida por el francés Régis Roinsard, nos presenta a Rose, una bella joven de Normandía, que un buen día deja su vida pueblerina para encontrar el trabajo de sus sueños: ser secretaria de un importante ejecutivo para vivir aventuras en tierras exóticas. Un pequeño ajuste de realidad la lleva a contratarse como la secretaria de Louis, un también joven y guapo agente de seguros con una pequeña oficina en una ciudad mediana. Fórmula obliga y el flechazo se produce aunque los protagonistas no se hayan dado cuenta, distraídos por “el truco” de este cuento. El truco es que Rose es demasiado torpe como secretaria pero tiene una habilidad extraordinaria: es una velocísima mecanógrafa. Louis, impresionado por el talento de Rose, decide inscribirla en un importante concurso de velocidad en mecanografía y hace los arreglos para convertirse en el entrenador personal de la provinciana muchacha, tanto en la máquina de escribir como en cultura general, al hacerla copiar libros y novelas clásicas. ¿Qué cree usted que vaya a pasar?

Me gustó la forma en que el director Roinsard, en esta su primera película, decide, al ubicar su historia en 1958, emular esas comedias románticas hollywoodenses de fines de los 1950s, principios de los 60s, tanto en la estructura narrativa como en la puesta en imágenes. El diseño de los escenarios, el vestuario, peinados y la forma de conducirse de los actores (la belga Déborah François como Rose, y el francés Romain Duris como Louis) remiten a cualquier comedia de Audrey Hepburn y sus múltiples galanes (los icónicos Fred Astaire, Humphrey Bogart, Gregory Peck, Cary Grant e, inevitablemente dado el tema, Rex Harrison en Mi Bella Dama). La música elegida por Roinsard para ambientar su comedia también es de animado jazz de la época o bien, compuesta para sonar como animado jazz de la época, intercalando por ahí hasta un cha cha chá dedicado a las secretarias, interpretado por una orquesta perezpradesca con todo y su ricachá con acento francés.

Me gustó también cómo la historia nos convence de que los concursos de mecanografía (que son reales y aún existen, por cierto, aunque con actualizaciones al paso de la tecnología) son tan importantes y glamorosos que llenan teatros de fervorosos fanáticos y merecen la cobertura de la prensa, radio y televisión internacionales. Uno como espectador de verdad se emociona y quiere que Rose gane el concurso y rompa el récord de velocidad, casi tanto como deseamos que Rose y Louis se dejen de cosas y acepten su romance.

Me gustó, por otra parte, que aunque la fórmula de la comedia se sigue al pie de la letra, los elementos de apoyo y los obstáculos no se sienten prefabricados. Louis tiene una decepción amorosa en su pasado, que continúa muy presente y tiene que ver con un interesante subtexto de la trágica Segunda Guerra Mundial y el liderazgo de los Estados Unidos en el triunfo de los Aliados. Igualmente, la tensión romántica y sexual entre los protagonistas desde su primera escena, es resuelta poniendo a descansar la fórmula por un rato y nos recuerda que, después de todo, estamos en Francia y, en la escena que nos ocupa, en París, la capital del amor.

Me gustó, finalmente, que me haya gustado Mi Historia Entre Tus Dedos tanto como me gustó. ¿Todo tiempo pasado fue mejor? Vivimos en la mejor época que haya existido para ver cine: lo que no podemos ver en cartelera, lo encontramos en video y por internet. Siempre estoy buscando algo bueno y, como decía, muchas veces regreso a los clásicos en video, cansado de tratar de seguirle el paso a cada nueva oferta de Hollywood y anexas. Por eso, entrar al cine, boleto en mano y encontrarme con algo que normalmente habría salido de un archivero, pero que es nuevo, pues a mí sí me da gusto.

viernes, 18 de abril de 2014

Hijo de Dios *

(Son of God, EUA 2014) Clasificación México ‘B’/EUA ‘PG-13’

Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
En estos días en que el mundo cristiano conmemora el sacrificio de Jesús es tradicional que en televisión se programen películas sobre el tema, aunque en las carteleras de cine el último estreno pertinente ocurrió en 2004, con la efectiva y literalmente sangrienta La Pasión de Cristo. Y aunque Hijo de Dios se ha estrenado en cines, su pobreza argumental y visual podría ser más propia de una película para la pantalla chica. Bueno, ni eso.

Escrita y dirigida por el documentalista televisivo Christopher Spencer, Hijo de Dios no es más que una colección de momentos en la vida de Cristo, mal ligados y, en algunos casos, mal citados, si consideramos el material fuente (los Evangelios, supongo, aunque no hay ninguna nota aclaratoria al respecto). Por ejemplo, se empalma el reclutamiento de Mateo con la parábola de los dos hombres que subieron al templo para hacer oración, convirtiendo el episodio en un acto de adivinación por parte de Jesús. La reacción de Mateo es muy emotiva en esta escena pero resulta de oquis: prácticamente desaparece el resto de la película, al igual que la desconfianza que en ese momento despierta en los otros discípulos la elección de un cobrador de impuestos.

Y esa es la tónica de Hijo de Dios durante la primera hora y media: fragmentos de los  momentos “más famosos” en el ministerio de Jesús (la curación de un paralítico, el perdón a la mujer adúltera, la resucitación de Lázaro) sin un orden ni una liga que justifiquen el argumento inicial (un anciano Juan nos cuenta que es el último discípulo sobreviviente, mientras rememora su vida junto a Jesús). El último tercio es más coherente al enfocarse en el maquiavélico plan del Sumo Sacerdote del templo en Jerusalén, para deshacerse del Mesías antes de que el gobernador romano Poncio Pilatos cierre sus operaciones por una posible rebelión, justo en medio de la Pascua. Lamentablemente ahí los personajes son reducidos a sus “cinco minutos de fama” y entonces tenemos a Pedro negando a Jesús nomás porque lo tiene que negar; Judas se ahorca sólo porque sabemos que lo tiene que hacer y Pilatos se lava las manos porque se las tiene que lavar.

Me entero, después de haberla visto, que Hijo de Dios es un resumen de la miniserie televisiva La Biblia, transmitida en 2013 por cable en los Estados Unidos y que no he visto ni creo ver: con sus dos horas y feria de duración, Hijo de Dios parece más bien “el corto” que anuncia una obra más larga pero no por eso más buena.

viernes, 4 de abril de 2014

Capitán América y El Soldado del Invierno *

(Captain América: The Winter Soldier, EUA 2014) Clasificación México ´B´/ EUA ´PG-13´
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
Hay una razón por la que tenemos dichos como “segundas partes nunca fueron buenas”: porque generalmente resultan ciertos. Lamentablemente, a la muy buena película que nos presentó al Capitán América: El Primer Vengador (EUA 2011), sigue esta aburrida y rutinaria segunda historia que no hace más que repetir algunos chistes y situaciones de la aparición del Capitán América en Los Vengadores (EUA 2012), en medio de una fallida historia y una mala puesta en imágenes.

No entretendré mucho al lector describiendo la falla de Capitán América y El Soldado de Invierno. Mejor parafraseo al gran Groucho Marx: el error es tan simple que una niña de siete años lo puede entender. ¡Tráiganme a una niña de siete años! Me explico: mi pequeña hija se negó a acompañarme a verla al estreno, porque "esas películas de superhéroes son muy aburridas; el bueno se da de golpes con el malo sin parar; no se entiende por qué se están peleando y cuando no vemos la pelea es porque otros señores se ponen a platicar en una oficina." Esta niña tiene futuro...

Por lo demás, los elementos visuales, como de costumbre en las producciones de Marvel, son impresionantes a la hora de presentar naves inmensas y explosiones gigantescas. Sin embargo, a la hora de las mentadas peleas, los directores Anthony y Joe Russo han elegido sacudir tanto la cámara que resulta imposible saber quién le está picando los ojos a quién. Al menos y hablando de ojos, en la escena del ataque masivo al tuerto Nick Fury, se tuvo la decencia de mantener tomas abiertas con cámaras estables, convirtiéndose en lo mejor de la película, pero nada más.

En cuanto a los actores, Chris Evans está impecable como el Capitán América. Scarlett Johansson y Samuel L. Jackson repiten con gracia sus personajes de Los Vengadores pero el veterano superestrella Robert Redford decepciona al presentarse solamente a cobrar el cheque. Bueno, ya sabemos para qué se usó lo que pagamos por nuestro boleto.